Mi Pequeño Omega

Un regalo

CAPÍTULO 3: El Regalo

***JKook***

Pasaron ya 2 días desde que conocí a Jimin y no he podido dejar de pensar en él. A pesar de saber donde vive, no se me ocurre ninguna excusa para buscarlo...

Le di mi número esperando que me llamara, pero no lo hizo. Probablemente se avergüence de las circunstancias en las que nos conocimos, que a decir verdad fueron rarísimas...pero yo sólo quiero verlo otra vez.

Esta situación me tiene algo deprimido, a ratos siento que debería ir por él y en otros me da rabia que no haya llamado, soy un alfa no? no sintió mis feromonas?? Fue la excusa que me puse ayer para dejar de tomar supresores...

Con la cabeza revuelta, al salir de la oficina pasé por una tienda para comprar un café para llevar, a ver si eso me da algo ánimo para la noche.

Hoy es el cumpleaños de mi amigo Namjoon y me invitó a su fiesta. Por ser viernes, le dije que iría, pero la verdad, ya no estoy muy convencido de la idea...

Entré a la tienda y se me antojó comer algo dulce, un chocolate...un caramelo? Comencé a caminar por los pasillos cuando sin darme cuenta, me detuve en un estante.

Miré y había un chico eligiendo chocolates. No lo reconocí de inmediato, porque ahora no tenía el cabello rubio, sino que un rosa brillante...era Jimin.

Era él, el aroma dulce "que se me antojaba".

- Creo que a esto le podemos llamar destino - dije para que levantara la vista de los chocolates.

Me miró sorprendido, y sus mejillas se enrojecieron al instante.

- Hola! - dijo sonriendo incómodo.

- Estuve esperando tu invitación a un café, pero no llamaste...

- Disculpa, no pensé que en serio quisieras un café conmigo, te ves como una persona con poco tiempo libre.

- Bueno, era en serio.

- Lo tendré en cuenta - dijo bajando la vista.

Lo observé con calma, realmente era tan lindo. Vestía unos jeans azules ajustados con zapatillas converse rosas que hacían juego con su cabello y una chaqueta negra que contrastaba con su piel blanca. Aparentaba a lo más 18 años.

- Lindo color de cabello.

- G..gracias..me pareció buena idea.

- Te queda muy bien.

Se sonrojó y miró sus manos nervioso.

- También buscabas chocolate? - dijo de pronto.

- En realidad no me gustan mucho, pero se me antojó al llegar aquí. Alguna recomendación?

- Estos son deliciosos- dijo extendiéndome sus manos.

- Qué manos tan pequeñas! - dije sin pensar que lo decía en voz alta.

- Si, siempre me molestaban en la escuela. Se supone que los hombres debemos tener las manos más grandes, pero las mías eran las pequeñas de la clase..

- Disculpa! No quise incomodarte.

- No pasa nada. Antes me molestaba, ahora en realidad no creo que sea importante..

- Bueno, si quieres mi opinión, creo que son muy tiernas..

Me miró confundido y comenzó a alejarse.

- Bueno, yo tengo que irme.

- No tienes tiempo para un café? - dije tratando de alargar el momento en que podíamos estar juntos.