Mi Pequeño Omega

Soledad

Capítulo 18: Soledad

***JK***

Han pasado ya 4 meses desde que Jimin se fue...

El día que fuimos a almorzar con mi familia sentí que aún no era el momento de exponer a Jiminie a situaciones incómodas, pero confié en que mi hermanos pudieran comportarse a la altura de las circunstancias...no debí ser tan ingenuo.

Antes de ir, incluso llamé a Min-Ho a escondidas de Jimin, diciéndole que advirtiera a mis hermanos que iría con Jiminie a casa. Todos mis hermanos, excepto Man-Young habían visto al "chico de cabello rosa" en el cumpleaños de Namjoon, no quería que mencionaran eso aún, hasta que Jimin quisiese compartir su propia historia.

En cuanto llegamos a mi casa, noté lo asustado que estaba Jimin, parecía un pequeño gatito aterrado. Intentaba parecer valiente, pero en este tiempo he aprendido a entender su esencia...y su aroma me decía que realmente estaba asustado. Me arrepiento cada día de no haber tomado a Jimin de la mano y salir huyendo de ahí. Ahora Jimin se ha ido y es como si se lo hubiese tragado la tierra, no tengo ni una sola pista de donde puede estar.

Los sucesos de ese día se repiten en mi cabeza como una pesadilla que no se detiene. Puedo volver a oír la voz de Seung y su comentario mal intencionado, puedo oír la voz de Man diciendo que Jimin se tuvo que ir...puedo oír mi propio llanto cuando pasó la noche y Jimin no volvió al apartamento.

No he sido capaz de volver a trabajar desde entonces, creo que la mayoría de estos meses la he pasado borracho. El alcohol es lo único que nubla mi mente tanto como para olvidar un momento que he perdido mi pequeño omega...

Lo he buscado por toda la ciudad, fui a su antiguo apartamento, fui donde TaeHyung, llamé a la agencia donde solía trabajar. Voy continuamente al bar donde nos conocimos y a la tienda donde lo encontré comprando chocolate. Camino fuera de la boutique donde solía trabajar, buscando algún indicio de a dónde se fue.

Camino errante por las calles, buscando en el rostro de desconocidos el rostro de mi pequeño Jiminie. Pero no está, se ha ido y es como que hubiese desaparecido de este planeta.

Vuelvo a casa con el corazón destrozado, con tanta rabia que siento que podría cometer una locura en cualquier momento. Cada noche viene mi madre o Min- Ho a verme y traerme algo de comer...y seguro que también a revisar si no me he tirado desde el balcón...que es algo que también he pensado.

El apartamento tiene rastros de Jimin en cada rincón, ya que él ni siquiera vino a buscar sus pertenencias. Aún puedo sentir su esencia en la ropa que está en el closet o en los cojines del sillón donde solíamos ver tv y dormir siesta.

Su cepillo de dientes, sus zapatillas pequeñas, sus camisetas en la secadora, su chaqueta en el perchero de la entrada, la caja de cereales que comía por las mañanas...todo sigue ahí como un recordatorio doloroso de su ausencia.

Mi madre quiere que vaya a vivir un tiempo a casa, pero yo siento que los odio tanto que no puedo compartir el espacio con ninguno de ellos. Ni siquiera haber noqueado a Seung ese domingo me hizo sentir algo mejor.

Cómo podía compararse una golpiza con el hecho de perder a alguien a quien amas, con quien estás enlazado? El dolor que siento no lo pueden comprender, nadie a mi alrededor está enlazado, nadie puede entender este vacío.

Estaba tomando una cerveza en la terraza cuando vi a mi madre y a Man-Young entrar al apartamento. Cuando alguien viene, prefiero ignorarlos antes que comenzar una discusión, así que me quedé donde estaba esperando que se fueran.

Pero Man vino a la terraza y se acercó a conversar. Imagino que mamá pensó que él podría levantarme el ánimo, ya que siempre ha sido el hermano que más he mimado. Cuando Man-Young llegó a nuestras vidas, sentí una alegría diferente que con mis otros hermanos, debe ser porque era tan pequeño y tan dulce y todos queríamos cuidarlo y mimarlo.