Acepto

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CAPÍTULO 35: Acepto



***JIMIN***

- Mañana es el gran día cariño.

La voz de Kookie se sentía lejana. Luego de un día tan agotador, el cansancio me venció y caí dormido en cuanto puse a Chin en su cuna.

Man-Young se quedó hoy en el apartamento, me ayudará con Chin-Hwa ya que mañana Kookie y yo nos casaremos y será un día de locura.

Me parece increíble que después de todas las cosas que nos han sucedido, al fin llegue el día en que podamos decir ante el mundo que somos esposos. Mis ansias por llevar el anillo en mi dedo se deben a que por fin he ido superando mis inseguridades y quiero gritar a los cuatro vientos que JungKookie es mío y yo soy suyo.

Aún en algunas ocasiones siento temor de ser reconocido, pero el amor de Kookie es como un escudo que me protege y me hace pensar en el futuro y en mi pequeña familia, dejando el pasado atrás.

- Cariño, mañana es el gran día - volvió a decir JK en mi oído.

- Si..si - dije somñoliento.

- Podemos? - dijo juguetón.

- Mmmm

- Tomaré eso como un sí.

- Mmmm

Tenía tanto sueño, que fui incapaz de decir ni si ni no...aunque para ser sincero, JK siempre terminaba por desvestirme.

Sus feromonas se empezaron a sentir en la habitación y noté que iba en serio.

- Kookie...y si dormimos? - dije mientras sentía sus manos recorrer mi cintura y mi trasero.

- Claro que vamos a dormir, luego de esto... - dijo tomando mi erección.

- Es imposible que no reaccione cuando me atacas con tus feromonas - dije aún sin abrir los ojos.

Se apegó a mi cuerpo y sentí su excitación presionando mi trasero.

- Levanta tus caderas para mí cariño - dijo mientras me acariciaba.

Sin dudarlo, acerqué mis caderas a él, como si estuviera hechizado por su voz tan sexy.

- Siempre logras lo que quieres Kookie, eres injusto... - respondí con la respiración pesada.

- Eres tan adictivo, no puedo dejar de tocarte cuando eres tan exquisito, tan dulce...- dijo mientras sacaba mis boxers con suavidad.

Me giró con delicadeza dejándome boca abajo y besó en la nuca, justo en la marca de nuestro enlace y fue como si hubiese tocado cada terminación nerviosa de mi cuerpo para enviar placer. Mis gemidos me sorprendieron, ya que fueron más altos de lo que hubiese querido.

Sin más rodeos, separó mis nalgas y sentí la presión de su erección en mi entrada. A pesar de que tenemos sexo constantemente, la sensación que me genera cuando entra en mí, sigue siendo abrumadora.

- Espera un minuto, ni siquiera he dilatado un poco...no puedes entrar así.. - dije entre gemidos.

- Lo haré lentamente...lo prometo - dijo mientras sentía como se abría paso en mí.

Intenté bajar el volumen de mi voz, ya que Man-Young estaba con Chin en la habitación del lado y me avergoncé terriblemente de que me escuchara.

Kookie seguía empujando lentamente y el ardor de mi trasero me hacía jadear. Al mismo tiempo sus feromonas me envolvían completamente y la sensación de dolor y placer me estaban volviendo loco.

Mi Pequeño OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora