Aquel que desapareció

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Desperté mareada. ¿Dónde estaba? Levanté la cabeza. Dándome la espalda, preocupado, estaba él, yendo de un lado al otro de la pequeña habitación.

-¿Kou-kun?-

Él me miró sorprendido, casi llorando, con felicidad y tristeza en sus ojos.

-¡Senpai! ¿Estás bien?-

-Sí, gracias-

Observé a mí alrededor. Me encontraba en la enfermería de la academia.

-¿Are? ¿Qué me ocurrió?-

-Ese maldito te empujó desde lo alto de la torre- Explicó - Hanako se ha ido con él. ¡Demonios!- Se quejaba él, mientras seguía dando vueltas por la habitación.

-¿Quién... Es Hanako?-

Mi pregunta lo descolocó. Paró en seco donde se encontraba, y me miró preocupado.

-¿A qué te refieres con eso, Senpai? Hanako es... Hanako. Ese fantasma travieso y burlón, algo pervertido... E infantil- Describió mostrando su asombro.

-¡Ah!- Exclamé, chocando mi puño contra mi mano.

-¡¿Ya le recordaste, Senpai?!-

-Él era el antagonista de tu historia, ¿No?-

-¿M-mi historia?-

-Sí. Ya sabes, la que me contaste el día que nos conocimos- Contesté feliz recordando aquel día - Tú jugaste el papel de héroe y me intentaste salvar de un malvado espectro que me tenía secuestrada. ¿No es así?- Recordé alegre, riendo un poco por la actuación de aquel día.

Sin embargo, al mirar su cara, él no parecía nada convencido de lo que estaba diciendo. Aun así, dibujó una sonrisa en su rostro contestó.

-... ¡S-si! ¡Eso mismo!- Pero todavía su su expresión alegre no parecía real. ¿Estaba mintiendo?

-¿Kou-kun?-

~ Son las 5:30 pm. Los estudiantes que estén jugando fuera, tengan cuidado en su camino a casa. Repito. Son las 5:30 pm. Los estudiantes que estén jugando fuera, tengan cuidado en su camino a casa~


La emisión de la tarde sonó, interrumpiendo nuestra conversación.

-¡Aaah!- Me levanté rápidamente - Aún no terminé de limpiar el baño- Recordé - Nos vemos mañana, Kou-kun- Me despedí recogiendo mis cosas antes de salir de la enfermería.

-¡Senpai!- fue lo último que escuché de él.

Me apresuré a correr por los vacíos pasillos para llegar antes de que "él" pudiera molestarse. Una vez allí, empecé a limpiar toda la habitación alegremente.


Pasó el tiempo, ya casi anocheció para cuando terminé. El cielo estaba despejado, y a través de la ventana se podía ver un bello atardecer.

-¡Listo!- Festejé sola, mientras veía como relucía todo el baño.

Sin embargo, me di cuenta de que "él" no estaba aquí. "Él", que siempre me hace bromas tontas, que me riñe por llegar tarde... Que me felicita por mi duro trabajo.
Me pregunto, ¿Quién es "él"?


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