Me di la vuelta. A mi espalda, el chico de mis recuerdos: De oscuro cabello, fuerte, con grandes y redondos ojos ámbar. Aquel que me molestaba y siempre me ayudaba. Y aquél que me empujó a la muerte mientras sonreía desde lo alto de esa torre.
Me eché hacia atrás, asustada. Temerosa de que volviese a intentar matarme.
-T-tú eres...-
-Hanako-san del baño. Un placer conocerte- Se presentó con una inquietante sonrisa en su rostro.
-¿Conocerme? Tú... Me tiraste desde la torre- Le acusé cada vez más asustada. – Nunca debí haber venido-
-Exacto. Nunca debiste haberlo hecho. Lo mejor es que te vayas- Recomendó con los ojos ensombrecidos y comenzando a retirarse.
-¡Espera!- Le detuve sosteniendo su mano. Él me miró sorprendido. – Vine a que cumplas mi deseo... ¡Quiero recuperar mis recuerdos!-
Una ráfaga de viento gélido entró por la ventana. A su vez, la azulada luz se volvió carmesí y el agua a mis pies se enfrió.
Aterrorizada, miré a los ojos del chico fantasma, los cuales habían perdido su brillo.
-Lo siento, Yashiro. Pero parece que tendremos que jugar-
-¿Jugar? ¿A qué?-
Uno de los hitodama que le acompañaban se colocó bajo su cuello, haciéndole portar una capa negra que bailaba al son del viento. Entonces, él levantó siete dedos y respiró profundamente.
-Siete... Seis-
Cuando me di cuenta de que era una cuenta atrás, alterada, salí corriendo hacia cualquier parte. Y tras muy poco tiempo, el agua se puso más fría de lo que ya estaba y unas escalofriantes voces reían diciendo "Te encontrará", marcando el final de su conteo. Ese pasillo iluminado por una tenue y rojiza luz, mezclada con los coros de risas infantiles, me hicieron tapar mis oídos y seguir corriendo, arrepintiéndome de no haber escuchado a Akane.
Pero hubo algo que me hizo cambiar de opinión.
Entré en la sala de profesores buscando un resguardo. Y mirando por encima, encontré en el cajón de Tsuchigomori un libro con mi nombre en la portada.
Pero no me dio tiempo a abrirlo. El fantasma del baño, Hanako-san apareció antes de que pudiera hacerlo.
Él se acercó flotando lentamente hacia mí. Yo no tenía con qué protegerme, así que al poco tiempo quedé aprisionada entre él y la pared.
-D-detente...- Intenté.
Aún si parecía que iba a matarme, su expresión solo mostraba remordimiento.
En una habitación solitaria, un chico arrepentido levantaba su arma contra mí. Un joven espectro cuyos ojos solo mostraban nostalgia.
¿Eso es lo último que vería?
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Sacrifice
Fanfiction"Hanako-kun... Si yo fuese a morir... ¿Vendrías a salvarme?" . . . . - Ninguno de los personajes que aparecen es mío, todos le pertenecen a Aida Iro. - Contiene spoilers del manga. - Esta historia está basada en mis teorías sobre el manga. Se ambie...