Capítulo 9: Mesa redonda al estilo Bangtan II

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Sin detenerse a pensarlo, Namjoon abrió la puerta y frente a ellos apareció Jungkook con una expresión bastante amarga.

—Gracias por invitarme —pronunció sardónico, ingresando a la habitación sin ser invitado. Sus ojos se posaron primero en Seokjin y se mordió el labio inferior—. Hyung, me has mentido. Dijiste que no me aislaban y véanse aquí en una reunión secreta.

Jungkook miró uno a uno a los miembros, sin perderse cómo el semblante de casi todos revelaba que habían estado hablando de un tema relevante. No era parte de su carácter hacer frente a los demás; bien podía molestarlos, jugar con ellos o lanzar comentarios agudos, sin embargo, era distinto charlar con claridad sobre algo que le enfadaba... Sin mencionar lo de Yoongi.

—No entiendes —intentó decir Hoseok y Jungkook se cruzó de brazos.

Yoongi resopló ante aquella actitud defensiva y se paró. Sus movimientos, que podían llegar a ser letárgicos, ahora fueron precisos y concretos al agarrar del codo a Jungkook y sentarlo en el sofá que previamente ocupaba. Consciente de que iría en contra de lo que Seokjin quería, decidió aproximarse al tema sin rodeos.

—Hobie nos ha contado lo que piensas de mí —declaró.

El rostro de Jungkook se puso lívido y giró hacia Hoseok, acusándolo de forma tácita de haber traicionado su confianza. Taehyung masculló algo que nadie más que Jimin escuchó, el suspiro profundo de Namjoon cruzó el cuarto y un cerco profundo se formó entre las cejas de Seokjin.

La mano de Yoongi agarró el mentón de Jungkook y lo dirigió hacia él.

—Debiste venir conmigo si te formaste esa fea impresión, ¿no?

En acto reflejo, el maknae se apartó y meneó la cabeza de lado a lado.

—Claro, voy y te digo: "hyung, me he dado cuenta que andas de regalado entre Seokjin-hyung y Namjoon-hyung". ¿Así nada más?

Antes que Yoongi reaccionara, Namjoon se interpuso entre Jungkook y este.

—No te expreses así, a menos que quieras que Yoongi te dé la primera tunda de su vida.

—¿De mi vida?

—No, de la de él. ¿No ves que es incapaz de pegarle a nadie? —aclaró Jimin, riendo, y Taehyung le dio un ligero pellizco, recordándole que la situación era seria.

—Solo aclárenme algo, ¿sí? —planteó Jungkook, sabiendo que el asunto no podría empeorar—. ¿Quién es el engañado? ¿Namjoon-hyung o Jin-hyung?

—¿Lo único que se te ocurre es que yo soy algo así como el infiel del grupo? —inquirió Yoongi con enfado, de nuevo aproximándose hacia Jungkook. Hoseok lo jaló suave por detrás, abrazándolo y evitando que avanzara más.

—Odio pensar eso, así que si hay una explicación, me gustaría saberla. Sé que soy el menor, pero ya no tengo quince años. Es más, dejé de tenerlos hace mucho.

—La verdad es simple en contenido, aunque complicada de asimilar —formuló Namjoon con una mueca.

—Joonie, no... —empezó Seokjin. Sin embargo, Yoongi fue el que continuó después de que Jimin se moviera desde la cama hasta donde estaba Seokjin y le tomara del brazo. Con esta acción, dejaba en evidencia que se unía al bando de "contémosle a Jungkook", en el cual asimismo estaba Namjoon, Hoseok, Yoongi y por supuesto, Taehyung.

Sabiéndose derrotado por ser minoría, Seokjin calló.

—No estoy engañando a nadie, comencemos por ahí —dijo Yoongi, soltándose del agarre de Hoseok.

—Es, uhm, ¿es una relación libre? —interpretó Jungkook y Yoongi negó al instante—. Entonces los tres... ¿Los tres están juntos?

—Es un poco más complicado que eso, pero vas por buen camino.

Los ojos de Jungkook volvieron a recorrer uno a uno los miembros del grupo, y Namjoon quiso golpearse la frente. Era como presenciar cuando le hacían una pregunta sobre matemáticas y los engranajes de su cerebro se movían sin conseguir una respuesta.

—¿Más complicado? —terció Taehyung, cuya paciencia se agotó—. No, es exactamente eso. La diferencia está en que no son tres los involucrados. Somos seis.

La mirada homicida de varios del grupo fue directo hacia Taehyung, quien se encogió de hombros e hizo un gesto con los labios. Gesto que provocó que Seokjin quisiera golpearlo ahí mismo. Antes que siquiera poder reaccionar, Jimin le agarró más fuerte del brazo, conteniéndolo.

Las pupilas dilatadas de Jungkook, el modo en el que hundió el rostro en sus propias manos por unos segundos, para luego frotar sus sienes, bastaron para que Namjoon y Hoseok se acercaran un poco más al sillón.

—Kookie...

—No, no, esperen. ¿Qué están diciendo? No entiendo.

Por fin, Seokjin se zafó del brazo de Jimin y antes de llegar hasta Jungkook, se dio el gusto de propinarle un golpe a Taehyung en el brazo.

—Los mayores hablan primero —reprendió—. Sé que no se escucha bien —siguió ahora en dirección del maknae—, pero no... no es así de... simple.

—¿Es como una gran orgía?

—No —refutó Jimin—. Nos ofendes.

—Vas más allá del sexo —aclaró Yoongi y Seokjin levantó la mano.

—Ya que nos han traído hasta aquí, dejen que yo continúe. —Tomó aire—. Yoongi está en lo correcto, va más allá del sexo...

—¿Que tienen ustedes todos con todos? —Más que cuestionar, Jungkook lo afirmaba y de pronto sus ojos se abrieron de par en par—. Este es el motivo por el cual se van a los saunas donde yo no puedo entrar, ¿verdad?

—Sip —confirmó Taehyung.

—Es suficiente —dictaminó Seokjin e hizo un ademán amplio, señalándoles la salida—. Se me van ahora mismo a descansar. Mañana, o más bien dentro de unas horas, tenemos una agenda apretada que cumplir.

—Pero... —intentó negarse Jungkook.

—Tú y yo hablaremos, Kookie, y te aclararé todas las dudas que tengas. Los demás estorban y hacen comentarios inútiles.

—Pero hyung, este mi cuarto y de Tae, ¿dónde dormiremos? —apuntó Jimin y ante la expresión inflexible de Seokjin, suspiró y elevó un hombro, saliendo en comitiva con el resto de los integrantes.

A Jungkook no se le pasó desapercibido cómo en un acuerdo casi tácito hubo nueva repartición de habitaciones: Hoseok haló de Yoongi, y Jimin fue detrás de ellos, a la vez que Namjoon y Taehyung compartían una sonrisa bastante significativa. Si se ponía analizar, encontraría indicios por doquier de lo que estaba cocinándose a puertas cerradas, algo en lo cual él era el único excluido.

Y esto le causaba sentimientos encontrados. Asombro, curiosidad, preocupación, y morbo.

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