Capítulo 25: Parte de un microcosmo que cambia constantemente

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Los ronquidos de Namjoon eran atronadores y frustrado, rodó en el colchón. Era el que tenía el sueño más profundo y una vez que los brazos de Morfeo lo acunaban, difícilmente se despertaba, ¿pero cómo quedar dormido si estaba por enloquecer gracias al ruido del líder?

Refunfuñando, tomó su almohada y huyó de la habitación. Siguiendo su inclinación natural, se dirigió al cuarto de Seokjin y Yoongi cuando recordó que este último le había dicho que ese era día de "ver películas".

Sin querer entrometerse, cambió su dirección hacia el único sitio que le quedaba, a menos que quisiera descansar en el sillón.

Abrió la puerta con suavidad para no despertar a nadie y arrugó la frente al ver que la lámpara del velador se hallaba encendida. Lo primero en lo que reparó fue que Hoseok no se encontraba ahí; lo segundo fue en que tanto Jimin como Taehyung estaban desnudos, y un olor inconfundible a sexo flotaba en la atmósfera cerrada de la alcoba.

—¡Kookie! —exclamó Taehyung, abriendo sus brazos para que se acercara.

Pestañeando, abrazado a su almohada y descalzo, no movió ni un músculo.

—¿E-estoy interrumpiendo?

—No, justo acabamos —sonrió Jimin.

Jungkook posó su mirada en el piso y se mordió el labio.

No era necesario ser un genio para saber cuán incómodo era el ambiente, al menos para él, y antes de que pudiera decidirse a marcharse, Taehyung se levantó para ir al baño. Un minuto después, volvió con un paquete de toallas húmedas que le lanzó a Jimin y se colocó unos bóxer negros ajustados. «Muy ajustados», pensó Jungkook, recién consciente de qué tan seca tenía la boca.

Jimin se aseó sin mucho problema frente a él y caminó desnudo hacia la otra cama, metiéndose bajo los cobertores.

—Tengo sueño, tengo sueño —afirmó, ahogando un bostezo y girándose hacia la pared.

Esto era una sacudida a todo lo que Jungkook trataba de entender.

En su cara se esbozaba su confusión y Taehyung lo notó.

—¿Por qué esa expresión? —cuestionó, comenzando a cambiar de sábanas. Sacudió la cama y la arregló, quitándole la almohada que Jungkook abrazaba para colocarla en la cabecera, dejándole claro dónde le ofrecía dormir.

El maknae se había quedado contemplándolo en silencio.

—Ven, dime qué pasa —intentó de Taehyung nuevo—. Las conversaciones a media luz son las mejores —afirmó, echándose y llamándolo con un gesto.

Acomodándose e intentando por todos los medios no imaginar qué había sucedido momentos atrás entre Taehyung y Jimin, Jungkook dejó escapar el aire que tenía atrapado en los pulmones.

—¿Dónde está Hoseokie-hyung?

—Salió con unos amigos, y luego dijo iría a ensayar.

—¿Está bien que estemos en su cama?

—Sí —afirmó Taehyung, tardando en contestar lo suficiente como para que Jungkook se preocupara—. No te estreses, si llega y nos encuentra así, irá a mi cama o... bien, puede que nos patee el trasero para botarnos. Y no será agradable.

Con una risita, le dio un pellizco en las costillas y le repitió que no se estresara. Jungkook estaba bufando su disconformidad con la idea de ser despertado de forma brusca, cuando vislumbró una pequeña marca rojiza en el pecho del otro chico.

—Namjoon-hyung estaba roncando mucho y mis audífonos están inservibles —explicó, arrancando un asentimiento de parte de Taehyung, que lo envolvió en sus brazos.

—Pero eso no es todo, ¿verdad? Cuéntaselo a Tae-oppa para que desaparezca tus dificultades.

En respuesta, Jungkook rodó los ojos tanto que sintió que vería el interior de su cráneo, pero analizándolo mejor, supo que la oferta, de hecho, no pintaba mal.

—Nunca he estado con nadie, nunca he tenido sexo —especificó sonrojado—, y no quiero morir casto.

—Prometo ser gentil contigo, Jungkookie...

—No seas payaso, es un tema serio.

Taehyung lo soltó de sus brazos y ambos se pusieron de costado, enfrentándose. Le dio un mimo en la mejilla con la mano y luego descendió a su cuello, donde la dejó reposando.

—No bromeo. Jimin y yo éramos los únicos vírgenes antes de esta relación, ¿sabes? Para ambos fue una experiencia distinta, y pronto descubrirás que lo cierto es que cada vez que estés con alguien, será distinto; y no solo me refiero a las relaciones sexuales. El microcosmos del que ahora eres parte cambia y debes de encontrar constantemente tu lugar ahí. No siempre es sencillo, pero sí emocionante y gratificante.

Jungkook miró a Taehyung sorprendido, hasta cierto punto incluso maravillado.

—¿Quién eres tú? Es como si Jimin se hubiera fusionado con Yoongi-hyung.

—¿Ahora quién es el payaso? —objetó Taehyung y cuando Jungkook salvó los centímetros que los separaban, no lo apartó.

Sus labios se unieron y el beso fue muy diferente al primero que se habían dado. La energía era distinta: sentía su pecho tranquilo, incluso era como si cierta tibieza cubriera su corazón, calmándole.

La frente de Taehyung apoyándose sobre la suya y deshaciendo el contacto de sus labios, hizo que se encontrara con sus hermosos ojos pardos.

—No quise ser impertinente —se disculpó.

—Estás muy ansioso —dijo Taehyung, sus dedos acariciando su nuca—. Lo creas o no, por atípica que sea esta relación, debes llevarla como cualquier otra. No te haces novio de alguien hoy y le preguntas a qué hora se acuestan al minuto siguiente.

Jungkook se mordió el interior de la mejilla, avergonzado.

—Así que Yoongi-hyung te contó...

—No lo culpes, el pobre estaba mortificado. Recuerda que te puede querer mucho, pero él te ha visto crecer. Y no es tan fácil cuando el niño que vio entrar a la compañía, le dice de un día para otro "¿y cuándo tendremos sexo?".

Ambos ahogaron una carcajada.

—¿Entonces cómo será?

—Solo déjate llevar, las cosas se dan. El momento que estés viviendo pedirá algo más y así irá evolucionando. Se podría dar el caso de que pase mucho tiempo antes de tener intimidad con alguno de nosotros, no lo sabes... Bueno, conmigo no creo que pase mucho tiempo —agregó riendo y Jungkook sintió, por un segundo, que no podía ser más feliz.

Reacción de combinaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora