Capítulo 13: Insuficiente

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Cuando se preparaban para un comeback, era cuando sus vidas se volvían más caóticas, perfeccionando coreografías hasta el amanecer, pasando horas de horas en los estudios de grabación, filmando para distintos contenidos y demás. O solía ser de esa forma.

Debido a que su popularidad empezaba a despuntar, últimamente tenían incluso menos tiempo libre que antes, lo cual era bueno... Lástima que eso también conllevaba que el odio que recibían en ocasiones diese la impresión de haberse quintuplicado. Los más propensos a ser afectados por los comentarios y artículos negativos eran Namjoon y Jimin.

—Jiminie —murmuró Seokjin, la cabeza de Jimin oculta entre el hueco de su cuello y su hombro—. Vamos, no puedes ponerte así.

—Su genio ha venido al rescate —dijo Yoongi, entrando a la habitación seguido de Jungkook y Hoseok, quienes le habían acompañado al supermercado que quedaba cerca de los dormitorios.

Hoseok suspiró al ver la escena, pero como había quedado de antemano con Son Sungdeuk, lo único que hizo fue acercarse y dejarle un beso a Jimin en la frente; luego se marchó con las bolsas de las compras a la cocina.

Jungkook quedó dubitativo entre también irse o quedarse. Su cuerpo decidió por sí mismo cuando Yoongi se puso al otro costado de Jimin, y lo rodeó con los brazos, dejando pequeños besos en el antebrazo de este. ¿Yoongi estaba siendo tierno? Eso era algo que, en definitiva, no se presenciaba a menudo.

«Al menos no así», pensó.

Se sentó cerca y siguió observándolos sin disimulo. Jimin se había reincorporado leve, revelando sus ojos hinchados y su rostro decaído. Yoongi depositó un beso, esta vez en su nariz.

—¿Fue ese estúpido trending topic en Twitter? —Seokjin asintió—. Me enferma ese tipo de gente, ¿pero acaso no estamos todos juntos en esto? —preguntó Yoongi, acariciando el mentón de Jimin y obligándolo a que lo encarara—. No dejes que te deprima, lo hemos hablado mil veces.

Yoongi y a Seokjin consolando a Jimin le provocó un sentimiento agridulce a Jungkook: recién podía entender a cabalidad aquello de "no solo es sexo". Además, ni siquiera era necesario que hiciera mucha memoria para rememorar situaciones concretas en las que todos se respaldaban, él incluido en la fórmula.

Demasiado tarde notó que esa era la reflexión que le había estado aquejando esos días.

«¿Por qué me excluyeron?»

Turbado, lo que atinó a hacer fue imitar las acciones de Hoseok y acercarse a Jimin. Le dio un abrazo fuerte y rápido, susurró en su oreja lo perfecto que era, y desapareció por el corredor. Ya en su habitación, se lanzó en su cama sin percatarse de la presencia del líder.

—¿Todo bien? —escuchó que decía Namjoon.

—Claro, hyung, todo bien. Soy el "Golden maknae" —respondió con ironía antes de ocultar la cabeza debajo de su almohada, dejando en evidencia que no quería hablar.

Namjoon enarcó levemente la ceja. A los pocos minutos tomó su teléfono y salió del cuarto, no sin darle un suave golpecito en el hombro. Al quedar a solas, Jungkook desenterró la cabeza y buscó sus audífonos para ponerse a escuchar música. Quería distraer su mente y tratar de escapar de la sensación de "no ser suficiente" que crecía en su pecho.

Semanas atrás se había sentido aislado; ahora que sabía todo, sumado a esto, había empezado a sentirse inadecuado, deficiente.

Reacción de combinaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora