Día 5: Besándose

202 25 30
                                    

Besar a Sousuke se había vuelto mi adicción, debía reconocerlo. Desde nuestro primer beso sentí cómo me fluía el calor en la sangre y se repartía esa agradable sensación por todo mi cuerpo.

No era mi primer beso, pero fue totalmente diferente al resto. ¿Era porque estaba muy enamorado de él? Quizá simplemente era el hecho de que Sousuke era muy bueno besando. Demasiado bueno. Me sorprendía con pequeñas mordidas o utilizaba un ritmo perfecto con su lengua. Siempre lo hacía delicioso.

Pero...

Había comenzado a portarse extraño de un momento a otro.

Ya no buscaba besos a escondidas cuando Haru o Rin no miraban. Los besos largos y duraderos cuando estábamos a solas en su habitación o la mía eran interrumpidos por su parte, manteniendo una distancia que comencé a odiar. Los besos se detuvieron al punto de evitar un contacto cercano.

Quería pensar que aquello era solo imaginación mía así que aproveché la ausencia de Haru para invitar a Sousuke. Al principio, todo iba bien. Acepto sonriente un té y comimos unas galletas. Hablamos apaciblemente sentados en la cama sobre cómo habíamos pasado el día. No había nada extraño y Sou estaba como siempre.

Aproveché un silencio para acercarme a él y besar suavemente sus labios, de a poco, como si intentara no asustarlo. Sousuke respondió gratamente besándome a la par y enlazando su lengua sobre la mía para darme de su saliva. Comencé a pensar que todo estaba en mi imaginación cuando de pronto Sousuke paró de besarme y continuó con nuestra conversación anterior, preguntándome cómo iban mis clases. No contesté. Sabía perfectamente que todo iba genial, habíamos mensajeado sobre ello esa misma mañana. En su lugar, volví a unir mi boca a la suya con prisa. ¡Y Sousuke respondía con la misma necesidad! ¿Qué era entonces lo que ocurría? Masajeé con mi lengua toda su cavidad bucal como él hacía otras veces conmigo. Tan profundo quise llegar que caí sobre él sin detenerme. Todo se sentía demasiado agradable hasta que Sou puso una mano sobre mí pecho y me separó de él.

—¿Me estás evitando? —dije con urgencia.

Sousuke abrió la boca para negarlo pero rectificó. Era imposible negar lo evidente. Puso una mano sobre su rostro.

—Sí, Makoto te estoy evitando. —confesó.

Mis ojos se pusieron llorosos de inmediato. No quería llorar. No quería parecer un idiota. Aguanté como pude.

—¿Beso mal?

—¿¡Qué!? ¡No! —Sousuke se irguió para abrazarme. —Sabía que esto iba a acabar mal. —Suspiró. Después se separó de mí e hizo contacto visual. Profundo y fijo, como hace cuando quiere decirme algo importante. —Makoto Tachibana, es que si sigo besándote así, en cualquier momento, perderé el control.

Romantic days belong to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora