Día 23: Discutiendo

121 16 24
                                    

—Makoto, estoy cansado de lo mismo. Ya te he dicho que no puedes estar así. —Sousuke exageró moviendo las manos ampliamente.

—No voy a dejar de hacerlo. Te guste o no. Y punto.

—¡Y una mierda! —dijo perdiendo la paciencia y también haciéndome perder la mía.

—¡He dicho que se acabó!

Sousuke me inspeccionó como a un extraño, mientras su mandíbula se tensaba cada vez más apretando sus dientes. Tomó bruscamente su chaqueta del perchero y azotó la puerta al salir dando por terminada la discusión.

Sentí un gran alivio momentáneamente porque no quería seguir con gritos y peleas pero no pasó mucho tiempo para que me arrepintiera. No peleábamos a menudo, y nunca lo habíamos hecho tan fuerte. Incluso, me dolía  la cabeza. No debí dejar que se fuera, teníamos que aclarar las cosas cuando estábamos enfadados. O al menos eso hablábamos cuando estábamos en Buenos términos y todo parecía fácil. De todos modos yo no iba a dar mi brazo a torcer, eso sería injusto para ellos.

Era mi piso. Era mi tiempo. Era mi vida. Y pensaba seguir trayendo gatitos abandonados a casa hasta que pudiera encontrarles un hogar a todos... Aunque debía admitir que sí empezaban a acumularse, gastaban la comida muy rápido y me gastaba bastante en el pienso. Además tenía contenedores con arena repartidos por toda la casa.

Quizá, sólo quizá Sousuke tenía un poco de razón. Ya había traído alrededor de diez gatos y no era fácil mantenerlos controlados a todos. Algunos ni siquiera estaban acostumbrados a vivir encerrados. Otros se subían por todas partes. Había un grupo que maullaba durante toda la noche. Otros ni siquiera eran muy buenos con el trato humano. También había algunos muy buenos y obedientes. Además si comenzaban a aparearse eso sería otro gran problema y más gatos que alimentar.

"—Quédate con un par. — dijo Sousuke —No puedes vivir así."

Sí, estaban dándome mucho trabajo y no era fácil ni aunque Haru me ayudara. También tenía que seguir estudiando y yendo a clases y tal vez era hora de admitir que esto estaba escapándose de mis manos.

Me dejé caer al suelo y me encogí. Había sido un tanto infantil, Sousuke tenía toda la razón y yo me había comportado como un idiota con él. Él sólo estaba intentando un hacerme ver un punto de vista más realista. Tenía que remediar mi estupidez más pronto que tarde.

Romantic days belong to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora