Día 19: Usando Ropa Formal

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Sousuke recorrió mi habitación por enésima vez. Se detuvo, me miró de soslayo y me analizó desde la doblez del cuello de la camisa hasta la punta de los zapatos. Estaba molesto, muy molesto y yo no podía creer que estuviera enfadado. No tenía ningún sentido.

—No irás. —ni de broma pensaría que iba a hacerle caso ¿no?

—Es la boda de mi prima. —le recordé severamente.

—Tú mismo dijiste que apenas la conoces.

Fruncí el ceño. Aquello me había dejado en shock. Si se creía que era quién para prohibirme algo se estaba confundiendo.

—Vete. —le señalé la puerta como si lo necesitara.

—Makoto espera...

—Es la última vez que me dices algo así. —le advertí.

—¿Te has visto al espejo?

—Sí... —dije dudando.

—¿Por qué yo no puedo verte así más a menudo? —Sousuke acabó la frase con una sonrisa vacilona.

Me dejé caer sentado en la cama soltando un gran suspiro y deshaciéndome del enfado como si fuese el aire que escapa de un globo sin atar. Eso era. Había sido tan tonto y crédulo... Sousuke no estaba molesto en verdad. Su cara era pura fachada, estaba haciéndose el indignado. Mi corazón recobró la paz que por un momento creí perdida.

Con una sonrisa suave en sus labios, se acercó y se arrodilló frente a mí. Fue inevitable no sonrojarme. Aún sin decirme qué era lo que pasaba por su mente podía imaginármelo todo.

—Estás muy guapo con ese traje. —me quedé embobado en la dentadura perfecta y la forma en que elevaba tan sólo una de sus comisuras. Di un corto beso de agradecimiento sobre sus labios.

—Me habías asustado. —admití.

Sousuke peinó mi pelo con delicadeza y susurró una disculpa sincera.

—No era mi intención. Tan sólo quería jugar contigo, además podrías dejarme que te desvistiera.

Tome el extremo de la corbata y se lo cedí. La satisfacción de Sousuke se vio reflejada en su mirada. Relamió sus colmillos y a pesar de su gesto de lujuria, se tomó con calma lo que hacía. Botón por botón. Me desvistió lento y cuidando de la ropa mientras la tomaba y la dejaba perfectamente doblada a un lado. Desabrochó el cinturón y después bajó la cremallera de mi pantalón. Descubrió que estaba endureciéndome con aquel tacto suave mientras dejaba mi piel al descubierto. Sousuke rozó el bulto con sus nudillos y habló viendo cómo se volvía más y más prominente.

—Si algún primo lejano intenta ligar contigo recuerda que tienes a un imbécil soñando con hacerlo contigo. —tragué saliva y asentí sabiendo muy bien qué seguía.

Romantic days belong to youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora