Romantic days belong to you

Día 14: Cambio De Género

—Recuérdame por qué hacemos esto. —dije mirando con recelo la peluca que me correspondía.

Makoto me lanzó una mirada asesina. Sentí verdadero terror y también remordimientos ya que fue totalmente mi culpa y lo acabé metiendo conmigo en esto.

—Hiciste una estúpida apuesta con Rin sobre cosas estúpidas que no deberías haber estúpido-pensado.

Tenía razón, pero lo peor de todo no era la razón por la que perdí sino el hecho mismo de haber perdido. Sí, puede que el par de caballas románticas hubieran tenido sexo antes que nosotros y claro que deseaba hacerlo hasta el final con Makoto, pero estábamos disfrutando nuestro camino. Y no estábamos viéndonos en castidad, simplemente aún Makoto consideraba que no estaba listo y yo lo respetaría hasta que lo fuera. Aún con eso, ellos nos habían adelantado y ahora Makoto y yo teníamos que ir a comprar vestidos de chicas.

—¿Sabes? El último «estúpido» no tiene senti...do. —no podía ser. Makoto estaba... guapísimo. Guapísima. ¿Por qué leches le quedaba tan bien el maquillaje y la peluca? Parecía una chica de verdad.

—Makoto date la vuelta, deprisa.

Parpadeó confuso pero hizo lo que le pedí sin quejas. No pude evitar la tentación de levantarle la falda y...

Nada más. Recibí una bofetada por imbécil.

—Termina de vestirte.

Makoto salió de la habitación enfurruñado, pero se quedó justo al lado de la puerta a esperarme. Me pregunté dónde habrían comprado la ropa Rin y Haru, era bonita y lo suficientemente amplia para que nuestros rasgos masculinos fueran ocultado. Mi falda era algo más larga que la de Makoto, lo que ayudaba a que no se distinguieran los músculos marcados de mis piernas y la blusa era holgada y cubría hasta el cuello.

Tras vestirme di un poco de máscara de pestañas y usé el mismo lápiz labial rojo que Makoto. Me sentía ridículo y la peluca de corte medio que incluí después no me ayudaba. No volvería a apostar con Rin.

Cuando estuve listo abrí la puerta y dejé un suspiro en el aire. Makoto me estaba esperando concentrado en el suelo. Le pediría perdón después, ahora no lo aceptaría tan fácilmente. Era lógico, me lo merecía. Aunque podía llevarme como premio haberlo visto vestido de chica.

Le indiqué con un gesto que marcháramos pero antes de que pudiera dar un paso más sostuvo la tela de mi camisa.

—Oye... Sousuke... ¿Puedo besarte antes de irnos? —Makoto estaba muy lindo sonrojado, estaba lindo vistiendo de chica, estaba lindo siendo tímido.

—¿Estoy guapa? —alcé una ceja y él asintió sin ninguna palabra. —Nop, no probaras una mujer mientras seas mío. —dije marchándome del lugar. Makoto me persiguió protestando.