Capítulo 34

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—¿Puedo saber en donde pasaste la noche ayer?

Unos cuantos pasos había dado tras que cerró la puerta principal de su casa, cuando su esposa ya estaba interrogándolo con esa mirada neutral y castigadora. 

Eran prácticamente las once y menos dos de la mañana, por lo cual era fácil adivinar que la castaña ya estaba alistándose para irse al trabajo. Llevaba aquel traje igualado color vino, una falda ceñida a sus curvas, el saco elegante femenino del mismo color y por supuesto dentro de este, se encontraba la camisa blanca formal de botones siendo apresada dentro de la falda. El cabello cayéndole en ondas tras su espalda, y el maquillaje suave combinándole con el matiz de su traje. 

Las agujas de sus tacones altos, resonaron al coordinarse junto a los pasos que daba para acercarse hasta el hombre. Cuando estuvo frente a frente, sus brazos dieron un leve moviendo para descruzarse.

Con desdén fijó su vista en el puntero de su reloj de muñeca, la pieza plateada con un diminuto mosaico de diamantes incrustados que simulaban un cisne. La flecha diagonal que indicaba la hora, marcó las once en punto. —¿Ya viste la hora que es?  o ¿Acaso no me piensas responder sobre tu paradero nocturno?—su tono era venenosamente satisfactorio para ella.

—Me quedé en casa de Yoora.—la respuesta que le dió fue más que simple como para pasar de lado de la mujer, ignorando sus miradas al instante en que se despojó de su saco. Su cabeza solo podía pensar en darse una ducha relajante para luego empezar con el papeleo de una decisión que se tomó seriamente para afrontar. Iba a pedirle el divorcio a Seohyun. No pensaba echarse atrás, no ahora que había entendido los sentimientos que tenía hacia Baekhyun.

—¿Cómo creerte?

—Si tanto desconfías de mis palabras ¿Por qué no le llamas tu misma y confirmas tus insinuaciones?

Hubo una pequeña masa de contacto visual, en donde los dos se quedaron viendo a los ojos nada más al lado en que los segundos se acumulaban de más en más.

No dijo nada, más solo el ruido de sus tacones se movieron con lentitud hasta el pie del teléfono inalámbrico, cuando estuvo cerca de este, encerró sus falanges alrededor del aparato, marcando con su pulgar el botón de ''voice''.

—테렌스 (Terence) llama a Yoora.—el sonido de intercambio de llamadas no tardó en venir luego del ''Llamando'' catalogado por la voz proveniente del teléfono de edición limitada.

Cuando aquella llamada se conectó, Seohyun se encargó de hablar.

—¿Aló?—preguntaron al otro extremo de la línea telefónica.

—Cuñada, cuanto lo siento por causar esta molestia pero me gustaría preguntar si Chanyeol está allí, es que aún no ha llegado a casa y me preocupa que algo le haya sucedido.—moduló, su voz había cambiado en totalidad a una más dulce e inocente.

El hombre de quien se preguntaba tanto, solamente se sentó sobre el sofá de cuerina negra para escuchar a su esposa tratando de encontrar su paradero anterior.

Seohyun lo volteó a ver desde su sitio, aún con el teléfono puesto en manos libres. 

La risa de Yoora se ambientó con la incomodidad tétrica que los rodeaba.—¿Chanyeol? Por supuesto que estuvo aquí, anoche le dije si podía ayudarme para acomodar unas cuantas cosas en los espacios vacíos de la casa, pero cuando acabamos ya era demasiado tarde como regresar y lo invité a quedarse conmigo, bueno más bien lo obligue. Aunque es raro que digas que aún no ha llegado, si más no recuerdo él se fue hace como una hora.

Para ese entonces Chanyeol ya estaba sonriendo para sus adentros, su hermana era tan buena para adivinar el peligro en un terreno expuesto de forma segura.

Two Faces «ChanBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora