Park Chanyeol podía asegurar que nunca estuvo convencido con la idea de haberse casado, mucho menos imaginó que después de un polvo terminaría convirtiéndose en padre de dos mellizos. Una noche, su esposa decide contratar a un niñero, sin saber que...
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La llegada del nuevo bebé a la familia, era una noticia un tanto...
—¡Dios quiero matarte Chanyeol!—vociferó Baekhyun, cerrando los ojos al intentar respirar tranquilo como la doctora a su lado le indicaba, pero no podía, simplemente le era tan difícil tratar de controlarse al tener aquellas contradicciones que se esparcían tras su espalda. Quería literalmente matar a todos los que estaban a su alrededor, en especial a Chanyeol.
Era la tercera vez en su vida que estaba sintiendo los dolores del demonio que un embarazo prometían traer, y en ese momento recordó cuando tuvo que pagar su deuda con dos niños, y ahora estaba pagando el precio de su amor con otro bebé. A ese tanto si seguían teniendo relaciones sexuales sin protección con Chanyeol, iban a terminar cuidando de una guardería de bebés, y Baekhyun no pensaba hacerlo, tenia demasiado con buscar una y mil maneras de llevar un embarazo sin preguntas de parte de sus hijos. Él aún tenía en mente cuando Byunnie le dijo que porque comía tanto tenía una barriga grande, a lo que él como el niñero cariñoso que era le había tratado de explicar que tenía un bebé en su interior, sorpresa se llevó cuando la niña se quedó espantada, y Baekhyun pensó que había dicho algo que no debía.
«¡¿Te comiste a un bebé tio Baekkie?!»
Sip, eso había dicho la niña cuando intentó explicar porque tenia su estómago gigante, luego de buscar una forma de hacerle entender a la infante como fue que tenía un bebé en su interior (Por supuesto, usando la vieja amiga confiable de la mentira sobre la cigüeña que le dio un besito en la frente y por arte de magia tuvo un bebé porque su papi Chanyeol quería mucho tener un hermanito para ellos, incluso si el muy desgraciado no iba a ser quien se abriria de piernas para tenerlo)
Pero siendo grato, no podía estar más que feliz por el trato que había tenido durante su periodo de gestación, como cuando Chanyeol salió a las doce de la noche solo para conseguirle unas papas fritas de un restaurante que estaba a una de las esquinas en donde anteriormente Baekhyun vivía en su vecindario. Aún recordaba el como el hombre llegó cansino de tanto manejar hasta encontrar el bendito lugar en donde tuvo que disculparse con la señora vendedora por ir a molestar a tal dicho horario nocturno.
Le parecía algo totalmente lindo saber que el hombre estaba feliz con su bebé, estaba alegre cuidando y mimándolo cuando obtenía antojos extraños. Pues en su vida nunca había entendido lo que significaba cuidar a una persona embarazada, y saber que Baekhyun lo estaba le daba más que una enorme alegría desbordante. En una parte el rubio le entendía a la perfección, ya que Seohyun solo pudo haber llegado con dos niños a su casa y con una familia comprometedora que lo unió, más con él, supo saber que era tener la prioridad de ir a una ecografía mensual o cumplir con deseos alimenticios de su pareja, aunque a veces solía ser un tanto sobre protector. Como la vez que intentó salir a pasear un rato solo a la calle para despejar sus pensamientos; más Chanyeol se lo impidió, diciéndole que no podía porque no sabía si podía sucederle algo mientras caminaba solo o si podía hacer frío y no llevase su chamarra puesta. Tanto como llegar a pedir renuncia a algunos casos en su trabajo solo para dedicarle tiempo, y a Baekhyun no era algo que le sentase del todo bien. No quería ser un mantenido que por estar embarazado no podía hacer nada, por lo cual más de algún momento llegaron a tener unas cuantas tontas peleas que acabaron siendo perdonadas entre besos y mimos por parte de ambos.
