Capítulo 21

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Los labios adversos robándole cada pieza de oxígeno al intercambiarlo por suaves tirones exitosos, dejando la superficie de la capa fina en los belfos, hasta conseguir una tonalidad rojiza y humectada.

—¿Chanyeol?—la voz femenina resonó, al acto seguido en que la puerta se abría por completo, revelando la silueta de la castaña.

<<Mierda..>>

No había ninguna otra palabra que se pudiese catalogar para el momento; Yoora boqueó un poco al ver a su hermano besando sin pudor al niñero de la familia.

—Por dios ¿Qué está sucediendo?

—Carajo...—gruñó el alto, separándose obligatoriamente del más bajo.

Baekhyun tenía la cara teñida de rojo al completo, sentía el calor emitiendo de sus pómulos para regarse sobre toda la extensión de sus muecas. Apenado por la situación, se acomodó cualquier detalle que lo inculpara.

—¿Qué estabas haciendo Park Chanyeol?—cuestionó, dirigiéndose al instante hacia Baekhyun quien permanecía cabizbajo.

—Dime bonito Baek, ¿Este tipo te agredió? ¿Te obligó? Solo di sí y lo mato y te vas conmigo a casa aunque no tenga bebés que cuidar. —Yoora prácticamente agarró al rubio de los hombros, envolviéndolo entre sus brazos hasta estrujarlo.

—No, no fue..ñhg

—Vas a asfixiarlo.—Chanyeol le dijo, enviando su diestra hasta los cabellos azabaches, peinándolos en camino hacia atrás.

Yoora rió un poco, dejándolo libre para retomar las palabras.

—Descuida Baekhyun, vuestro secreto está a salvo conmigo, ahora ¿Podrías darme unos cuantos minutos para hablar con mi hermano?

Baekhyun asintió, sin siquiera poder articular una miseria letra, pues para él todo lo que sucedió aún seguía siendo inadmisible.

—¿Chanyeol qué demonios estabas haciendo?—Cuando la puerta de la habitación fue nuevamente cerrada, por fin pudo hablar; el ceño de Yoora no tardó en fruncirse en claro enojo tras acabar la pila de palabras.

—No te interesa saber.—respondió tosco.

—Si me interesa saberlo, ¿Qué hubiese sucedido si fuera Seohyun quien entrará por esa puerta? Si ella fuese quien los encontrara haciendo tal escena.

Chanyeol caminó un poco por la habitación, dando con un viejo armario en donde se resguardaba una caja de cigarrillos vintage, por los cuales había dado una buena cantidad para conseguir una joya antigua como esa.

—Si ella hubiese entrado, por primera vez podría haber tenido una oportunidad para salir de esta farsa de matrimonio.

—¿No estás feliz con tu matrimonio?

El alto cogió un cigarrillo de la caja, sacándolo para tomar el encendedor que se acoplaban junto al baúl de madera rústica en dónde tales objetos se guardaban. Dió una gentil vuelta a la rueda del mechero, obteniendo la llama bailando sobre el metal. Con el cigarro en la boca, rozó la llama contra la punta del tabaco.

—Sabes muy bien que no lo estoy, Yoora.—infundió lo dicho con seguridad, tomando asiento frente a uno de los muebles elegantes del lugar.—Si ella nunca se hubiese embarazado, jamás tendría que lidiar todos los días con una mierda de matrimonio que solo se mantiene de pie por los niños. A veces desearía rebobinar el tiempo y regresar a aquella fiesta, para recordar nunca haberme acostado con Seohyun.—justificó.

Yoora lo miró de pie con sus ojos, acomodándose después sobre otro sofá frente a este.—¿Estas diciéndome que no te importan tus hijos?

—No le des una vuelta comprometedora a mis palabras Yoora, estoy diciendo que detesto levantarme cada día y tener que fingir estar feliz con una persona con la cual no siento ni una pizca de sentimiento por ella.—rectificó.

—¿Y crees que acostándote a vista pública con tu niñero solucionará ello? Crees que si Seohyun entra por esa puerta y te encuentra a ti a Baekhyun teniendo sexo ¿Tu problema matrimonial se resolverá?

—No es así..

—¿Has pensado en tus hijos? ¿En Baekhyun? a quién estás utilizando de conejillo de india para que tu puedes zafarte de tu matrimonio.

—Yoora, Baekhyun es tema aparte, lo único que quiero es conseguir salir de esto.

—Baekhyun no es tema aparte Chanyeol, lo estas utilizando.—la castaña le reclamó.

—Baekhyun.. él es diferente—calló por unos cuantos segundos—Cuando está cerca, el ambiente que se divide entre Seohyun y yo se acompasa, de alguna forma estar con él se siente tan bien.

El aludido mantuvo silencio por un momento, hasta que la voz de su hermana volvió a resonar.

—Chanyeol ¿Acaso te gusta Baekhyun?

El silencio se desveló, dejando salir a flote un lapso de tiempo que para los hermanos, fue como un balde de agua densa cayendo sobre la atmósfera. El alto cerró ambos dedos iniciales alrededor del tamaño del cigarrillo, dando una calada que contrajo el humo con sabor a nicotina dentro de su boca.

Fue claro y directo.—No, no me gusta Baekhyun.

Sus palabras se deslizaron de sus labios sin problema alguno, como si tal oración la tenía tan bien aprendida.

—¿Entonces por qué juegas con él? Hay más formas de salir de tu matrimonio, y lo sabes tan bien.

—Solo quiero quitarme esta sortija y eliminar mi apellido en su nombre.—reiteró, seguro de sí mismo.

—Eres un maldito cobarde Chanyeol, estás cayendo tan bajo al igual que tu esposa, al fingir una mierda que no son. No te importa lo que Baekhyun pudiese sentir hacia tí, solo lo estas usando para librarte de tu problema.—espetó.

—¿Desde cuando te preocupas por un desconocido?—dijo el menor.

—¿Enserio tienes el descaro de llamarle ''desconocido''?—protestó—Me alegra saber que se reconocer la faceta de una persona, Baekhyun es una joya invaluable. Tiene cosas que nadie te mostrará nunca jamás, pero ¿Sabes? Creo que tienes un poco de razón, una persona como Baekhyun no merece estar cerca de la escoria que eres tú.

La castaña se levantó de su asiento, dispuesta a irse de la habitación. En el transcurso creyó que el alto le diría algo para que se detuviese, pero aquello no llegó. De pronto mientras concursaba por el camino corto, recordó cada momento al lado de su hermano. Las risas que compartieron, los momentos invaluables que dibujaron juntos, sobre todo la confianza que ambos habían creado en pilas familiares. Sonrió amargamente, sintiendo que cada pieza en su rostro fue falsa, Yoora estaba segura que ese hombre de allí, era todo menos su hermano. Sin embargo antes de tocar el picaporte de la puerta; giró sobre sus talones para hablar por última vez.

—Nunca creí que llegaría el día en que me daría tanta vergüenza llamarte mi hermano.

Las palabras no obtuvieron respuesta alguna, nada más que el fuerte sonido de la madera chocando contra el marco de la puerta haciendo resonancia entre las cuatro paredes.

Chanyeol liberó el aire del cigarrillo, tirando de este a media quemadura sobre el cenicero de cristal, donde las llamas consumiéndose el tabaco, fueron paulatinamente apagándose al contactar con la superficie neutral.

Cerró los ojos, dejando caer su cabeza en el respaldo del mueble.

¿Qué le estaba sucediendo?






Continuará....

Two Faces «ChanBaek»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora