Two Faces «ChanBaek»

Capítulo 38

Chanyeol giró el metálico pomo de la puerta, teniendo como primer bienvenida el cambio de olores limpios en la habitación. Era sencilla de memorizar; paredes azules con trazos blancos y firmes, el suelo fundido en cerámica con un color similar al de la madera. Un par sofas y por supuesto la cama con arquitectura médica. 

Dando un paso dentro del cuarto, visualizó a su esposa en la camilla unipersonal. La mirada la tenía decaída, como si pensase tanto en algo. A su rostro le faltaba color, le faltaba emoción, y le faltaba una pizca de realidad. Su muñeca tenía internada una aguja fina que conducía medicamentos a su cuerpo, siendo todo monitoreado por la máquina que clasificaba los signos vitales de su corazón, la misma caja automática que trabajaba sin descansar en retener cantidades innecesarias de suero.

—Seohyun.—llamó, adentrándose con pasos caútelos que lo dirigían hasta el final del mueble. La susodicha, levantó la cabeza en alto para devolver su masa de letras.

—¿Chanyeol? Viniste..—dijo, sus pupilas siendo dilatadas con húmeda tristeza. Las palabras tan vacías pero tan idílicas al mismo tiempo.

—¿Estás bien?—le preguntó, no queriendo tomar el camino por la pregunta hecha. Sabía que significaba entrar en la boca del mismo lobo feroz.

Seohyun asintió cabizbaja, dando signos de temor en la punta de sus dedos, pues sus manos aparentaban estar intranquilas al recrear tantos movimientos inseguros.

—Yoora.. ella cuidará de los niños mientras obtengo el alta.—hizo su comentario suave.

—¿Por qué lo intentaste hacer?—le cuestionó, sonando demandante y ligero a la vez. Sin necesidad de formular tan bien la pregunta, pues sabía que Seohyun entendía con alto aprendizaje a lo que se refería.

—Chan.. ¿P-Por qué quieres separarte de nosotros?—tartamudeó, sacando los sollozos que hicieron temblar tanto sus labios como sus palabras.

—¿A qué te refieres?

La castaña se llevó el dorso de su mano hasta la curva inferior de sus ojos, limpiando las mojadas lagrimas que amenazaban con salir, siendo tan incontrolable no dejarlas derrumbarse de sus ojos al momento de avanzar.

—¿Acaso no somos lo suficientes?, ¿Por qué el divorcio? Éramos felices, nuestra familia lo era, por qué de pronto quieres destruir todo lo que construimos juntos Chan, podemos arreglarlo ¡¿Pero por qué quieres alejarte?!—cuando terminó, Seohyun ya era un mar de lágrimas y sollozos incontrolables de tratar.

Chanyeol se tensó, y entendió el porqué. No bastaba de recurrir a más conocimiento, era notorio la razón de su matrimonio. —Seohyun, no podemos reparar algo que esta fragmentado desde el principio.—comenzó—Amo a Byeol, y amo a Byunnie, pero no te amo a ti.—honestamente entregó su afirmación.

—¿Acaso tienes a alguien más?—Seohyun volvió a interrogar, sintiendo el desdén en su boca,

—Sí.—afirmó audaz, sin escrúpulos ni pelos en la lengua.

—Es Baekhyun ¿No es así?—cuando dijo aquello, ambos conectaron sus miradas, intercambiándose el uno con el otro en la indiferencia. No dijeron nada, todo lo contrario a una discusión, Seohyun solo dejó escapar una gota perlada que volcó húmeda y cargada de sus ojos. Su dolor no era tristeza, sino odio y enojo. Furia cruel que la inducía a regocijarse en las penumbras de la venganza; sin retorno a una salida, o una muestra de remordimiento. Más solo había claridad en el orgullo, y no en la consecuencia de sus actos.

—Lo lamento, pero una y otra vez me cuestioné lo que sentía, día y noche, hasta que comprendí que lo amaba..—Chanyeol le aclaró.—Realmente lo siento Seohyun, sé que ni disculpándome de todas las maneras que existan merezco tu perdón, pero créeme que no quiero seguir con esta farsa.