—¿Por qué no puedes dejarnos en paz? Sabes que no conseguirás nada haciendo esto.—dijo ferviendo enojo al no recibir palabras de la mujer, más que acciones en contra de algo estable.
—¿Por qué? ¿Por qué lo hago? Porque eres mío Chanyeol, no sabes cuánto te amo como para prometerme hacer lo que fuera necesario con tal de tenerte a mi lado.—contestó acompasando un tanto su respiración al momento de tomar una bocanada de oxígeno.
Chanyeol dió un paso adelante y Seohyun regresó con uno hacia atrás; apuntando con firmeza su agarre sobre el arma.
—Lo que sientes no es amor—pausó, manteniendo el contacto visual entre él y la mujer.—Lo que tienes es una enferma obsesión conmigo.
A ese tanto, la sangre que brotaba de la cortadura en su brazo, ya no emitia dolor, tan solo existía el rastro de la sensación que en algún punto de la noche, le hizo sicear.
—No estoy enferma...¡No lo estoy!—gritó, enterrando sus dedos en el cabello corto y suelto; desesperada apretó las hebras entre sus manos hasta tal grado en que jaló unas cuantas mechas.
—Sabes que no te amo, y aún así insistes en que lo haga. ¿Crees que no me daría cuenta de la paga de vientre que hiciste hace cinco años? ¿Que seguiría siendo engañado con esa estúpida faceta de esposa perfecta cuando eres solo una maldita perra enferma?—Seohyun levantó la mirada, dando a revelar las pequeñas arterias ultra diminutas siendo marcadas en las puntas de sus ojos.—Se todo lo que le hiciste a Baekhyun en su pasado y en su presente, y eso es más que una razón prioritaria para jamás perdonarte el hecho de haberlo tocado.
—¿Y que se supone que me harás?—rió con sorna—¿Matarme?, ¿Llevar mi caso para que me encierren en una prisión?
—Las perras enfermas como tú, no merecen tener la gratitud de una celda. Deberías estar encerrada en un manicomio.—rabió.
—Preferiría morir míl veces antes que estar en un puto hospital de enfermos.—mencionó, avanzando sin piedad para estampar su puño cerrado en la mejilla del alto, logrando saltar sobre él para empujarle y dar inicio a una pelea de puños y golpes.
Chanyeol no se iba a quedar atrás, cuando vio el puño dirigiéndose a su cara, lastimosamente no consiguió esquivarlo, pero si algunos de los otros que siguieron luego de ellos
Seohyun cogió uno de las navajas que se habían caído al suelo, en un desastre de ira al ver a sus presas escapar; con el arma metálica en manos, se preparó para empujar al hombre contra el piso y subirse encima de él, de tal forma que lo siguiente que se esperara sería dar los golpes con la navaja filosa.
El hombre semi-inmovil agarró ambas muñecas para detener sus arranques de ira, pero la tarea podía resultar ser más complicada de lo que imaginó, puesto a qué la mujer no espero ni un solo minuto para intentar apuñalarlo.
—¡Eres igual que todos los hombres! Son un par de malditos mentirosos, ¡Quiero que mueras imbécil! Te haré desangrar frente a mí hasta que tú último grito de dolor sea mi nombre grabado en el calor de tu último suspiro.—su comentario iba tan cargado de su atroz odio y infamia. Siendo sus actos los que eran dominados erráticamente por lo rampante de su oscura y desquiciada mente.
El triángulo de filo en la navaja, se hundía peligrosamente en escasas ocasiones dentro de la madera del suelo viejo y en ruina, teniendo tan fácilmente agrietarlo por su caducidad de tiempo en abandono.
Chanyeol tomo las fuerzas de las que se encargó de recoger mientras trataba de esquivar a Seohyun, siendo partícipe de los peligros que a su vida le acarrasen con solo estar cerca de ella. Aumentando la fuerza en el agarre de sus muñecas, ejerció una presión más alta en sus venas manuales, logrando sacarle un quejido de dolor. Tomando el punto disponible, hizo lo mismo que Seohyun; recogió un trozo de vidrio de los de la botella que había sido quebrada en su cabeza, y se habían esparcido en millones de fragmentos. Por suerte encontró uno bajo la esquina de un mueble que se situaba a su lado lateral; al tenerlo entre sus manos, no se lo pensó ni dos veces para clavarlo en el muslo de la pierna de Seohyun.
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Two Faces «ChanBaek»
عاطفيةPark Chanyeol podía asegurar que nunca estuvo convencido con la idea de haberse casado, mucho menos imaginó que después de un polvo terminaría convirtiéndose en padre de dos mellizos. Una noche, su esposa decide contratar a un niñero, sin saber que...