Capitulo 1.

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Estabas en la parte trasera del coche de tu padre observando el paisaje. Directo a Derry, donde una vez viviste junto a tus padres y hermano. Tus padres se separaron tras una discusión de cómo educaros, Tu madre era muy despreocupada pero aún así amable y servicial.
Tu padre muy estricto y recto, sobre todo contigo ya que Patrick a sus 12 años estaba echo un gamberro irrespetuoso según Barnett (tu padre). Pero contigo no sería así, decidió abandonar ese pueblucho e irse a la ciudad, solos. Unos años después volverían, casualmente tu padre consiguió un buen trabajo ahí y volvería a vivir con tu madre, no como pareja, pero esa seguía siendo vuestra casa.

—Papa, ¿falta mucho?— preguntaste aburrida con la cara pegada a la ventanilla del coche.

—no, en unos veinte minutos estaremos ahí— Te miro de reojo viendo tu semblante de tristeza, ¿espera?, ¿tristeza?. Si, no volverías a ver a tus amigos muy seguramente, ademas te habías esforzado mucho en el colegio tus notas eran perfectas, y ahora eso ya no serviría de nada. — No estes triste, seguro que te adaptaras rápido, ¿que te parece si cuando lleguemos vas ha pasear? Ya sabes recordar viejos tiempos— No le gustaba verte triste ¿a su pequeña? No, definitivamente no podías estar triste frente a el, te amaba, eras lo más importante que tenia, a quien más amaba, sobre todas las cosas, nunca te aria daño ni permitiría que te lo hiciesen.

—Lo intentaré...— murmuraste.

Frente a tu vieja casa, bajaste del coche dispuesta a abrir el maletero, pero antes.
Tu madre abrió la puerta y corrió a ha abrazarte, te había echado tanto de menos, claro, seguisteis en contacto por teléfono y a base de cartas pero no era lo mismo.

—¡Cariño!, cuanto tiempo, te he echado de menos un montón— Te estrujaba entre sus brazos.

—Y yo a ti mamá, por cierto ¿Donde está Patrick?— Sonreíste después de muchas horas.

— El salió con sus amigos, tendremos suerte si lo vemos para comer— Te apretujó los mofletes.

Tu padre contemplo la escena suspirando y llevo y las maletas a dentro, dejando tus cosas en tu antigua habitación. Entraste por la puerta junto a tu madre, ella fue a la cocina con intención de hacer el almuerzo y tu subiste ha tu cuarto, encontrándote ha tu padre allí.

—¿Qué te parece? Que nostalgia ¿no? Volver aquí tras tanto tiempo...— Te revolvió el cabello.

—Si, ademas este cuarto es más espacioso que el que tenia antes— Sonreíste moviendo la cabeza de arriba ha bajo.

—¡Genial! Que tal si ahora vas a explorar el pueblo, ten, para que te compres un helado o algo— Se metió la mano al bolsillo y te entrego unas monedas.

—¿pero no debería acomodar mis cosas?— Ladeaste la cabeza ha un lado.

—Puedes hacer eso después, venga ve ha estirar las piernas— Le sonreíste y saliste corriendo la la calle.

Fuiste en línea recta viendo las casa vecinas una tenia en el jardín trozos de cristales rotos, otra era de color azul y viste una anciana balancearse en una silla, todo era tan tranquilo.
Seguiste caminando hasta llegar ha un parque donde unos niños jugaban en los columpios. Te sentaste en una banca a respirar el aire fresco de Derry. Y es que, había mucha vegetación. No como en la ciudad que con suerte encontrabas un árbol mal plantado.

Cerraste los ojos y te relajaste un momento procesando todos lo que estaba pasando en tu vida. Eras muy madura e inteligente, gracias a tu padre que te había inculcado buenos valores y disciplina y ademas de una manera sana y comunicativa, el era un muy buen padre.

Abriste los ojos y a lo lejos viste una cara demasiado familiar. Esa forma de la cara, nariz y mirada... Era tu hermano Patrick, estaba más alto y su cabello más largo pero no había cambiado nada. Iba acompañado por otros tres chicos que reían junto ha él. Sin perder más tiempo te dirigiste hacia el, lo habías extrañado.

—Patrick— Llamaste al estar a dos metros de él.

Se dio la vuelta curioso, al verte sonreírle con esos ojos llenos de inocencia te analizo de pies ha cabeza. Habías cambiado mucho,medias un metro sesenta aproximadamente, tal vez unos centímetros menos. Tus ropas eran algo jamás visto en es ese pueblo. Más "moderno" por así decirlo. Tu cabello castaño era largo y caía ondulando por tu hombros, bailando con cada movimiento que hacías. Y para tu edad, tu cuerpo era... ¿como decirlo? De buen ver, muy de buen ver. Para un adolescente salido de 16 años lo único que pasaría por su mente serían tus "melones y traseros" como ellos lo llamaban, eran grandes, si lo eran y nunca pasarían desapercibidas para un salido tal como un adolescente.

Tras segundos de confusión Patrick sé acercó más ha ti. Su sonrisa era arrogante o ¿pervertida?

—hola, hermosa ¿te conozco?— Se aguanto la risa y lavando una ceja. Para los que estaban detrás no pásate desapercibida te miraron "seductoramente" sonriendo de formas extrañas mientras se miraban entre sí y te señalaban.

No vamos ha mentir, eso te hizo sentir insegura pues él saber que te podrían estar juzgando a tus espaldas siempre te atormentaba.

— Soy yo, ____ ¿no te acuerdas de tu hermana Patrick?— con tus manos en tu espalda ladeaste la cabeza.

Este abrió los ojos de golpe sorprendido y nervioso.

—joder ____ ¿eres tu? Estás bue-diferente...— se corrigió ante lo que su mente pensaba y te abrazo a lo que correspondiste alegremente.

Se separaron y miro a sus amigos que hablaban entre si riendo.

— chicos— Ellos lo miraron—Ella es Mi hermana ____ ha venido de ¿visita?—te miro esperando respuesta.

—Oh, no. Me quedare ha vivir aquí como antes— Se movieron un poco para llegar a donde estaba su grupo.

—bueno, estos son Víctor, Henry y Blech— Dijo señalando a cada cual con su nombre.

—nunca pensé que un miembro de tu familia podría ser agradable a la vista— Se burló Blech.

—cállete imbécil— Le respondió Patrick golpeándole el brazo.

—tu hermana está buenísima, no te importará que me la- — Patrick le tapo la boca a Víctor mirándolo con cara enfadada.

—No nos dijiste que tenías una hermana Patrick, deberías mantenernos informados— un chico rubio y de ojos azules, te miro sin vergüenza alguna y camino alrededor tuyo descaradamente. Se puso detrás de ti y sujeto de tu cintura pegando su cuerpo al tuyo.

—o...o...oye— Te quejaste intentando alejarte a lo que este te apretó más.

—¡Henry déjala!—Patrick intervino, se le notaba molesto.

—¡cierra la puta boca! Tu no me das órdenes—Este retrocedió, conocía los problemas de ira de Henry y no quería llevarse un golpe en la cara.
—La suelto porque quiero, no porque tú lo ayas dicho—Te soltó de mala gana y camino hacia sus amigos.

—Yo ya me tengo que ir—Dijiste nerviosa.

—Si, nos vemos...—Dijo Patrick aliviado.

Sin más te largaste a casa no sin antes comprar un helado en el camino.

HENRY BOWERS X READER: La hermana de PatrickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora