HENRY BOWERS X READER: La hermana de Patrick

Capitulo 9.

Estabas haciendo los deberes que habían mandado los profesores, lo cual para tu sorpresa eran muchos y no era fácil. Los ejercicios eran bastante complicados para tu gusto.

Eran las seis de la tarde. Tu estabas en tu escritorio desde hace ya una hora. Patrick había salido, como siempre. La verdad era que no te molestaba que él estuviera fuera. Te gustaba tener la casa para ti sola.

•••
Por otra parte, Henry se encontraba en su casa. Estaba tirado en la cama, mirando la montaña de tareas que tenía sobre el. Toda la que no había echo esta semana. Llevaba días diciéndose así mismo, que pasaría una noche sin dormir y las haría todas a la vez. Pero ¿ha quien quería engañar? le daba mucha pereza. Y aunque reunirá la motivación suficiente para cumplir su objetivo, ¿de que serviría? Seguramente estaría todo mal echo. No era bueno en matemáticas, ni en lengua, y sinceramente para él todas las asignaturas eran una "mierda", pero la peor de todas. Había una que odiaba más que a las demás...
¡Física y Química! Odiaba con todo su ser esa asignatura, más a la profesora, a la que le gustaba humillarlo frente al resto de la clase. Por no hacer las tareas, no saber resolver un ejercicio, responder mal una pregunta etc...

No podía volver ha repetir año. Su padre lo molería a golpes, literalmente hablando.

Le dolía la cabeza de tanto estrés y rabia. ¿Que podía hacer? Incluso había pensado en suicidarse para no pasar por esas cosas tan horribles que le esperaban.

¡Espera!, le quedaba la recuperación. Clases extras en verano para poder recuperar todo lo suspendido. Pero definitivamente no podía ir ha clases de recuperación, Henry tenía que ayudar a su padre en el huerto. Su padre tenía unas tierras en las que solía cultivar. Y con ayudar, se refería ha hacer todo el trabajo pesado. Su padre lo golpearía mucho más si quedaba en recuperación.

Su última opción era sacar buenas notas en los exámenes para al menos tener un suficiente en cada asignatura.

Escucho la puerta de su casa abrirse. Henry sintió escalofríos, los escalofríos de la depresión, impotencia.

—¡Henry!— La puerta de su cuarto se abrió violentamente. —¿¡Por que puta mierda no has ido a clase hoy!?— Su padre tenía el cinturón en la mano, la hebilla de este casi tocaba el frío suelo.

—P-papá— intentó absurdamente calmarlo, lo que Henry ya sabía que no iba ha funcionar...

Henry se encontraba de pie con la cabeza agachada, su cabeza daba vueltas. Nunca sabría como prepararse mentalmente para recibir una paliza.

—Una puta profesora me llamo mientras estaba trabajando— Oscar movía violentamente los brazos mientras gritaba, Henry tubo que echarse para atrás mientras su padre caminaba hacia el.— ¿y sabes para que?— Se puso frente a él amenazándole con la mirada, Henry no se atrevía a mirar a mirar más allá del suelo.— ¡PARA DECIRME QUE ÉL INÚTIL DE MI HIJO FALTO DURANTE TODO EL JODIDO DÍA! Y no es la primera vez— Susurro las últimas palabras apuntándolo con el dedo.

Henry no encontró con qué responder, simplemente se quedó callado. Su padre arto de esto, lo empujó, el callo sentado en el suelo. Al levantarse Oscar lo agarro del cuello de la camisa con una mano, con la otra lo golpeo en la cara. Henry gimió de dolor. Su padre lo tiró al suelo golpeándolo con este un par de veces.

—Mírate— Henry temblaba tirado en el suelo, cubriéndose la cara con las manos mientras lloraba en silencio.—Un hombre de papel— Camino alrededor de él—Eso es lo que eres—Lo pateo en la espalda, una ves, dos, tres y una cuarta con toda la furia que contenía su cuerpo.

Oscar empezó ha azotar el cinturón que tanto le gustaba, contra la ya dolorida espalda de Henry.

Henry se encogió lo más que pudo en el suelo, se retorcía de dolor ha cada golpe que sentía y gritaba. Gritaba de puro dolor, gritos rasposos y ahogados algunos de ellos. ¡Dolía tanto! Las lágrimas que no paraban de caer de sus ojos se acumulaban en el frío suelo y su nariz goteaba también. Sintió humedad en su camisa, la hebilla del cinturón le había golpeado tan fuerte esa vez, que desgarró su piel bajo la fina seda de su camisa de tirantes blanca.

Ha Oscar le empezó ha doler el brazo y ya estaba cansado. Paro, se colocó el cinturón, sin mirar ha Henry, y sin el más mínimo exiguo de lástima o preocupación por el estado de su hijo.
Salió de la habitación cerrando la puerta de un portazo y se fue ha ver la televisión mientras bebía unas cervezas.

El cuerpo de Henry no paraba de temblar y sentir escalofríos. El Dolor era insoportable.
Ha los vente minutos, se levantó y salió por la ventana de su cuarto. Era demasiada
humillación estar en el lugar donde había sido golpeado sin piedad. Odiaba esa casa, odiaba ha su "padre", odiaba su vida y odiaba sobre todo ha la maldita profesora de física y química. Era obvio que ella había sido quien llamó ha Oscar ese día.

Camino tanto como sus dañados músculos le permitieron. Ha la casa de ____, si, tú lo habías curado una vez. No pensaba en nada más. Para él sería la felicidad absoluta, que lo volvieses ha curar, se sentiría mejor, mucho mejor...

Tenía sueño, fue al patio trasero, donde estaba tu ventana. No tenía fuerzas para subir, así que pensó en lanzar piedras al vidrio de tu ventana. ¿Típico no?