Capitulo 12.

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Después del pequeño percance Henry te acompaño a casa. Te prometió que no le diría a nadie, lo cual agradeciste. Se fue diciendo que volvería a verte en la noche.

•••

Henry no pasaría ese día por su casa, tampoco tenía ganas de juntarse con La Bowers Gang.
Quería estar contigo, pero no quería agobiarte ni que te enfadaras con él por no dejarte tu espacio. Le gustaría poder hacer algo para que te sintieses mejor. Caminan por las calles vio de lejos un "gordito" sentado en una banca. Ben Hanscom, uno de los perdedores. Se acerco rápidamente a él y le quito lo que estaba leyendo de un tirón.

—¡oye!— Ben miro arriba, al ver ha Henry se llevo uno de los sustos más grandes de su vida—Henry...— Se quedó sin aliento, inmediatamente se levantó con intenciones de echar a correr. Pero Henry lo agarro del cuello de la camisa y lo tiro para atrás.

— A ver gorda, ¿que tienes para que te deje ir?—Le dio pequeñas bofetadas en la cara.

Ben se puso a rebuscar en su mochila nervioso.

—Toma— Le este dio un pequeño monedero, Henry lo agarro y miro dentro, solo habían unos pocos peniques.

—¿Solo esto? Tetas— le tiro del pelo con fuerza y le dio una patada en el tobillo.

El pobre grito de dolor, le había dolido.

—N-No— Aguantando el dolor—Por favor Henry—metió nuevamente la mano en su mochila y saco dos cómics. Los acababa de comprar, uno era una edición limitada. Pera él eran muy valiosos.

Henry fijó su atención en ellos, al verlos se acordó de ti. Sería un buen regalo.

Se los arranco de las manos y lo soltó.

—Está vez te libras tetas— Se fue alejando ojeando los contenidos de los cómics. Ha Ben le había dolido mucho tener que dárselos a Henry.

Después de eso Henry compro una tableta de chocolate y una gaseosa.

Se fue al bosque, a la orilla del lago y se sentó en una roca. Se relajó mientras tomaba la gaseosa. Pensaba en qué cosas hacer para cortejarte, ¿cortejarte? Había decidido hacer eso. Hoy empezaría con chocolate y cómics.
En verdad solo estaba haciendo tiempo para que llegara la noche y así poder estar contigo sin problemas.

•••

Habían pasado varias horas desde que Henry se había ido, ya eran alrededor de las ocho y estaba oscureciendo. Estabas en metida en la bañera, sin intenciones de salir. El agua caliente te relajaba los músculos.

Ya habías hecho tus deberes, hablado con tu madre sobre lo de esta mañana. te dijo que podías tomar unas pastillas que ella tenía, en un cajón de su mesita de noche. Te tomaste dos y los cólicos se calmaron considerablemente.

Todo eso era horrible, y no tenias otra opción que soportarlo el resto de tu vida. Suspirabas al pensar en ello. Era molesto.

Al pasar un rato largo saliste de la bañera y te secaste. Te vestiste sin olvidar ponerte una de esas incómodas compresas en tu braguita.

Era incómodo, sentías que en cualquier momento te mancharías. Tenias miedo de moverte demasiado y que hubiese una fuga.

—¡Esto es una mierda!— Tiraste furiosa la toalla a la ropa sucia, la cual desgraciadamente tenía manchas rojas. Te pusiste tu pijama más apretado, irónicamente en ese momento era con lo que más cómoda te sentías. Era corto de tirantes y short.

Te tiraste a la cama y te cubriste con las sábanas en posición fetal. El efecto de las pastillas ya se había pasado. Sentías como si de un puñetazo atravesaran tu estómago y arrancaran todas tus entrañas. Tu cuerpo se sentía pesado, no tenias energía ni para llorar de dolor. Empezarte jadear, como si el zumbido de tu garganta pudiera distraerte lo suficiente como para relajarte. No fue así.

Pasadas las nueve, te rendiste, no ibas ha conseguir dormir. Pero te negaste a levantarte o sacar la cabeza fuera de las mantas. Era como si tu cuerpo pesase mil kilos y hasta el mínimo movimiento te costaba. Tu cerebro estaba aturdido por estar tanto tiempo sin movimiento.

Sentiste un peso en tu cama, como si alguien se sentase en esta. No escuchaste la puerta abriste. Pensaste que desgraciadamente te tendrías que levantar para saber queden era. Pero no.

—_____, ¿estás dormida?— Alguien susurro, ¡Era Henry! Te relajaste.

—No—

—¿estás mejor?— Hablo con un tono de voz normal.

—No— Lo escuchas suspirar.

Sentiste como tiro de las sábanas un poco y se metió dentro de la cama.

—¿puedo dormir hoy también aquí?— obligo a tu cuerpo a juntarse con el suyo, jadeaste por el repentino movimiento y tus brazos casi por instinto, lo abrazaron fuertemente.

—Si— Te pusiste sobre su pecho. Sentiste como te masageaba los muslos y la espalda.—Henry, ¿por qué pasas tanto tiempo conmigo?— Esa duda te carcomía.

Henry proceso tu pregunta y se puso rojo. ¿Que se supone que tenía que decir? No se esperaba que te cuestionaras eso.

— Por qué...— Agarro tu trasero— Por qué si, por que tu eres para mi..., mía— Ambos se enrojecieron, Henry se puso posesivo y te dio la vuelta. Se puso sobre ti y te beso, te dio varios picos y bajo a tu cuello. Beso y mordió haciéndote cosquillas.

Ya con sueño puso su cara entre tus pechos y te abrazo fuertemente. Así se quedo dormido, sentir su calor sobre tu cuerpo te relajó y también te dormiste.

Vuestra relación era un poco extraña.

•••

A unas casas de distancia, Oscar abría la puerta de su casa y tiraba su chaqueta en el sofá.
Encendió la televisión y se sentó en el sillón.

—¡Henry!—Grito— ¡Henry tráeme una cerveza!— Volvió a gritar al no obtener respuesta.

Se empezaba a irritar.

—¡HENRY!—Solo se escuchó silencio.

Furioso se levantó y subió las escaleras mientras se quitaba el cinturón. Abrió la puerta del cuarto de Henry violentamente.

—¿QUÉ COJONES HAC-... —Se detuvo al encontrar el cuarto vacío.

Oscar se asustó, ya eran casi la una de la mañana. Henry sabía a qué hora debía estar en casa y eso no había pasado antes.

Tampoco lo había visto esta mañana, ni en ningún otro momento del día. Esperaba a que aparecieras mañana, la paliza sería increíble.
Lo que no sabía es que Henry no tenía intención de aparecer mañana, ni pasado mañana...

Henry estaba harto de su padre, y que tú aparecieras lo hizo reflexionar. No seguiría siendo un saco de boxeo.

HENRY BOWERS X READER: La hermana de PatrickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora