Capitulo 6.

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—¡____!— tocaron ha la puerta de tu habitación —¡____! Vamos papá me dijo que te despertara antes del medio día— Golpeó la puerta más fuerte haciendo que te despertaras.

Miraste a tu alrededor, Henry seguía durmiendo en tu cama, él te abrazaba.

—¡____! ¡Si no contestas voy ha abrir!— Era Patrick. Le respondiste rápidamente.

—¡Ya estoy despierta! ¡De...deja de molestar— No solías hablarle así a nadie menos ha tu hermano, pero la situación lo requirió.

—¡Está bien! por una vez que que hago lo que me piden...— Se fue refunfuñando por el pasillo.

Una vez que que escuchaste sus pasos alejándose, suspiraste aliviada. Te levantaste con cuidado para no despertar ha Henry.

Solo llevabas tus bragas, te sentiste un poco sucia al recordar lo de la noche anterior. Así que te metiste ha bañar.

Mientras,Henry escuchó el sonido del agua de la ducha, no sintió tu calor ni tu cuerpo contra el suyo. Se deprimió, pensó que lo de anoche había sido un sueño y que seguía en medio de la calle. Pero todo eso desapareció al abrir los ojos, pudo apreciar tu característico dormitorio lleno de cosas. Se levantó, solo llevaba sus pantalones. Vio la puerta del baño y escucho la regadera. Supuso que te estabas bañando. Sintió humedad en su ropa interior, recordó que se había corrido en ella hace unas horas atrás. Vio el pequeño reloj que tenias en tu mesita de noche, eran las doce menos cuarto. Si que habían dormido.

Saliste del baño con una toalla rodeando tu figura. Palideciste al ver a Henry ojeando uno de tus cómics.

— oye... ¿podrías dejar eso en su sitio? ¿Por favor? — Su presencia te ponía nerviosa y te hacía sentir que eras pequeña. Él se volteó para mirarte.

— ahí estas— Cerro el cómic— no serás una friki de esas ¿verdad?— Lo dejó en su sitio y se acercó ha ti.

—un poco— Susurraste, fuiste ha tu armario y agarraste cualquier conjunto de ropa. Y te dirigiste al baño.

— ¿eh? ¿A donde crees que vas?— se puso frente ha la puerta del baño impidiéndote el paso.

— Solo quiero ponerme ropa— querías que se fuese ya de tu casa.

— Pues hazlo— Se cruzo de brazos mientras te miraba, esperando a que empezaras.

—no quiero que me veas— bajaste tu avergonzada mirada.

—Pffff, jajaja, pero si ya te lo he visto todo—miro un momento tu toalla— Casi todo...— se corrigió. Como vio que no tenias intenciones de moverte, se acercó a ti y cogió la toalla por un estremo y tiro fuertemente de ella, quitándotela por completo. — Ahora si, te lo he visto todo—

Intentaste taparte con las manos, pero, resignada. Pensaste que esto acabaría más rápido si simplemente te vestías y ya.

Apartaste las mano y procediste ha vestirte rápidamente. Henry se mordía el labio mientras te miraba. Cuando terminaste, se hacer o a ti y te apretó contra su pecho.

—oye, necesito algo de ropa, podrías buscarme algo en el cuarto de Patrick. Sin que se entere, no te olvides de la ropa interior— No sonó ha pregunta. Te lo estaba ordenando. Te dio rabia, él no poder decirle que no. Asentiste con la cabeza y él te soltó. Saliste y cerraste la puerta a tu espalda.

Miraste al rededor asegurándote de que Patrick no andará cerca. Al no verlo, fuiste a su cuarto, el cual tenía la puerta abierta de par en par, seguramente porque volvería pronto. No había ni un alma. Su cuarto era un desastre, lleno de papeles arrugados en el suelo. Olía raro, te pico la nariz, abriste su armario, estaba todo desdoblado y tirado de cualquier forma.
Agarraste una camisa negra y un pantalón del mismo color, también unos calzoncillos. Todo parecía limpio.

Escuchaste pasos en el piso de abajo. Asustada corriste de vuelta a tu dormitorio y cerraste la puerta tras de ti.

Viste ha Henry salir del baño con una toalla alrededor de su cintura, gotas de agua se deslizaban por todo su cuerpo, se había duchado.

Pusiste la ropa sobre la cama, pero a los pocos segundos la quitaste y pusiste sobre tu escritorio. La cama estaba desordenada. Hiciste la cama rápidamente. Cuando volteaste, Henry se estaba vistiendo. Inmediatamente miraste a otro lado y te tapaste la cara con las manos. Toda esta situación te avergonzaba, ¿porque te pasaba esto a ti?, ¿Que has hecho mal?
Solo llevabas ¿que? ¿Tres días? En este pueblo.

— oye, ¿Patrick esta en casa?— asentiste sin mirarle— mmmmh, tráeme algo de comer anda— Sin mirarlo aún, volviste a pensar que obedecerlo era la forma básica para que te dejase en paz. No sabías, cuán acertada y equivocada estabas en ese momento.

•••

Frente ha la nevera buscando que podrías llevarle a al idiota de Henry. Agarrate jugo y la cerraste. Hiciste los famosos huevos con jamón 3000 mil. Lo pusiste todo en una bandeja, ibas a volver a tu cuarto.

—¿a donde vas con la comida?— Patrick apareció en el marco de la entrada del salón.
— que yo sepa nunca comes en tu cuarto— Estaba molesto, se le notaba mucho.

—hoy me a-apetece— ¿Que te pasaba hoy? No habías parado de tartamudear. Te sentías tonta al pensarlo.

Te fuiste, ignorando la mirada enojosa de tu hermano, perdiéndote de su vista.

Entraste, por fin, a tu cuarto. Henry se encontraba recostado en tu cama recién echa, leyendo uno de tus cómics. Parecía gustarle o al menos parecerle entretenido. Lo viste con la ropa de tu hermano, le quedaba mínimamente grande ya que Patrick era más alto que el.

Dejaste la bandeja sobre la cama, a su lado, él la miro y sonrió.

—Buena chica, ¿acaso te gusta cumplir mis ordenes? Porque hasta ahora...—sé burlo. Era Henry Bowers esa era su especialidad. Empezó a comer, dejó el cómic abierto en una página mientras comía. Y lo hacía como si estuviera comiendo un plato valorado en miles de dólares, en sus ojos podía verse. Parecía que nunca había comido algo igual. Y es que él solía comerse las sobras que dejaba su padre en la nevera, comida chatarra en la calle (cuando tenía dinero, claro) y de vez en cuando, muy de vez en cuando, intentaba cocinar algo. El 99% de la veces o salía horriblemente asqueroso o quemado. Mientras él comía, viste que había estado cotilleando tus cosas, dejando algunas tiradas o en lugares que no les correspondían estar. Fuiste ha ordenar todo eso.

—¿tú cocinaste esto?—Había terminado todo lo que había el el plato.

—ammm si— acomodaste unos libro en la estantería.

—Está bueno— Agarró el vaso de zumo y procedió a tomárselo de un trago, pero se detuvo de repente y miro el vaso confundido.
—¿qu-que tiene esto?— Ese jugo también lo habías echo tu, ayer para la cena, sobró un poco y lo guardaste en la nevera. Suponías que no le había gustado.

—Lo hice ayer para cenar, solo tiene naranja y azúcar— tu voz estaba apagada, aunque no lo suficiente como para notarlo.

—Sabe muy bien, nunca había tomado un jugo hecho en casa— Cierto, la mayoría de bebidas que henry había llegado a probar eran industriales, el sabor no se parecía en absolutamente nada.

— ¿enserio? Gracias— eso fue un susurro, pero Henry solo pudo escuchar el "Gracias" del final.

Se termino el jugo de otro trago.

—bueno, me voy— ¡Por fin! Abrió la ventana para salir por ella—Pero no me olvidare de lo que hicimos enana— ¿enana? ¡No lo eras! crecerías más.

Suspiraste. Él se acerco rápidamente a tí y pegó su cuerpo al suyo. Rodeando tu cintura con un brazo, estando cara ha cara, él apretó tu trasero y te dio una nalgada bastante fuerte. Reprimiste un gritito de dolor. Te beso rápidamente un par de veces. Y te mordió el cuello dejándote la más notorias de las marcas.

Salió por la ventana y bajo del tejado. Cerraste la ventana y muy aliviada te tiraste en la cama.

•••

Te levantaste asustada buscaste por toda la longitud de tu cama. Pero no estaba, Henry se había llevado tu preciado cómic.

HENRY BOWERS X READER: La hermana de PatrickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora