Capitulo 14.

3.2K 173 20
                                    


—Quédate callada— Se acercó más a ti. Colocando su cuerpo entre tus piernas, pegándose lo más posible a ti. Antes de que gritaras te tapo la boca con fuerza.

—Si te quedas quieta no te haré daño, pequeña— Abrió tu bata y te la arranco del cuerpo rompiéndola, dejándote completamente desnuda.

Sentiste su mano haciendo círculos sobre tu clítoris. Inmediatamente empezaste a dar patadas y mordiste su mano. Se apartó adolorido y gritaste por ayuda.

—¡Maldita niñata de mierda!— A punto estuvo de darte una bofetada, pero algo lo golpeo fuertemente en la nuca, noqueándolo.

Henry miraba el cuerpo inconsciente del hombre en el suelo mientras apretaba los dientes. Antes de que levantase la vista hacia ti, te cubriste los pechos con los brazos y cerraste tus piernas. Lágrimas bajaban por tus mejillas y tu corazón latía fuertemente.

—Te lo dije— Susurro acercándose a ti.

—Henry...— Te interrumpió.

—¡TE LO DIJE!— te agarro fuerte de los hombros— Tienes que hacerme caso cuando te digo algo— no sabías como mirarle a los ojos.

Observó tu cuerpo desnudo, te agarro ambas muñecas negando con la cabeza.

•••

— Entonces... ¿Mi hijo vino a clase esta semana?–

—Así es señor, no creo poder ayudarle más que eso— Dijo una anciana y profesora de lengua.

—No importa. De todas formas... gracias— Oscar suspiro frustrado.

Al salir del recinto escolar miro a los alrededores. Con esperanza de ver a Henry junto a sus amigos. Poro no lo vio, no lo vio en toda la semana. Ni en casa, ni en las calles y tampoco lo vio en ningún otro lugar. Henry no lo había llamando, ni dejado una miseria nota. Nada. Era como si de un día a otro hubiera dejado de existir, pero solo para Oscar, su padre. Porque las demás personas decían seguir viéndolo, en la escuela, cafeterías y por la ciudad en general. Pero Oscar trabajaba casi todo el día. Y no sabía el horario que solía tener su hijo. Y ahora se arrepentía.

Empezó a buscar ha Henry a los tres días de no verlo en casa. No lo admitiría pero echaba de menos ir a despertarlo por las mañanas y verlo sobresaltado por sus gritos. Y su forma torpe de actuar cuando ambos estaban en la misma habitación.

Se empezó a poner nervioso cuando llegó a casa a las una de la mañana y Henry no estaba. No estaba durmiendo o haciendo cualquier otra cosa. Se desesperó y empezó a tirar todas las cosas al suelo y ha gritar como un loco. "MALDITO MALAGRADECIDO" "COMO SE ATREVE HA ACERME ESTO" "CUANDO TE VEA VOY HA MATARTE" "ASÍ ME AGRADECES TODO LO QUE TE HE DADO"
Esas fueron solo algunas de las cosas que se escucharon gritar a Oscar Bowers esa noche.

Empezó a beber, aún más que antes... Y de la nada empezó a llorar, llorar de desesperación ¿donde estaba su bebé? ¿Porque no volvía a casa? Estaba seguro que era por la paliza que le dio el último día que lo vio. Pero no podía irse por eso, se lo merecía ¿verdad? Su padre también lo había golpeado de pequeño. Estaba seguro de recordarlo y Oscar nunca se había atrevido a irse o algo parecido.

Y si estaba bien, ¿Donde demonios se está quedando? Fue ha casa de Victor Criss y no.
Reginald Huggins (Belch) Tampoco. No pudo preguntar a la familia Hockstetter, siempre que iba no había nadie en casa.

Echaba de menos a su Henry y tenía muchos sentimientos encontrados. Una especie de instinto paternal, cual madre dramática que vela por su hijo para que vuelva sano y salvo a casa.

HENRY BOWERS X READER: La hermana de PatrickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora