Niss terminó de acomodar algunos maletines en la cajuela de una enorme camioneta. A su lado, Anthony estaba ayudando y amontonaba parte del equipaje sin mucha dificultad. Ambos cerraron el compartimiento, cada uno encendió un cigarro y ambos permanecieron en silencio.Faltaban algunos minutos para que parte de sus hombres vinieran a llevarse su mercancía en esa camioneta, un vehículo los iba a arribar y harían un cambio de autos. Procedimientos convencionales, no era seguro que ambos fueran a transportar directamente esa cantidad de coca.
Mientras los minutos pasaban, su hermano mayor quiso hablar de algo que lo estaba molestando desde hace un tiempo.
—¿Aún actúas en ese club de prostitutas?
El rubio acomodó un poco sus cabellos, se ajustó su saco de color negro y le dedicó una sonrisa arrogante. Sabía por dónde iba a dirigirse esa clase de pregunta y conversación.
Anthony no era exactamente un modelo ideal de hijo, tampoco uno convencional. Y bajo esa sociedad estricta y conservadora, sobre todo por la actitud que debía llevar al encargarse de negocios tan importantes, se suponía que debía mantener un perfil que hiciera enorgullecer a su padre y honrar a su familia. Pero no era el caso, su forma de ser y sus acciones eran todo lo contrario a lo que su familia criminal esperaba de él.
—Si nuestro padre se entera...
Niss lo estaba encubriendo, su padre era un hombre difícil en todo sentido de la palabra y se armaría un escándalo enorme si se llegase a enterar de su extraña doble vida. A pesar de eso, el mayor de los hermanos no sabía cuál era la razón genuina por la cual cubría muchas de las mierdas que hacía Anthony en general. Tal vez por su lazo de hermanos, porque había un mínimo de benevolencia dentro de él y porque sabía que su padre no iba a mostrar compasión si sabía de los secretos que el rubio le ocultaba.
Fuera cual fuera el motivo, realmente deseaba que su hermano dejara de ocasionarle ese tipo de molestias. Ningún jefe mafioso actuaría con la irresponsabilidad del rubio y su torcida forma de vivir solo lo exponía a peligros innecesarios. Más que nada, odiaba mentirle a su padre y arriesgar su propio pellejo por alguien como su hermano menor.
—El viejo no puede negar que soy bueno en el negocio. Aunque le provoque repulsión, nadie puede negarlo, ni siquiera tú.
Anthony le lanzó una indirecta bastante ácida, se resguardaba en la excusa de que podía hacer lo que quisiera en todo momento ya que mientras cumpliera con su trabajo a la perfección, no habría porque llamarle la atención o prohibirle la posibilidad de gozar de una vida llena de placeres y excesos mundanos. Él obedecía a su padre, trabajaba bien y cumplía con los encargos y las juntas. Podía mantener su estilo de vida nocturno sin ningún problema y nadie debería joderlo. Niss no iba a discutir sobre eso porque ambos tenían puntos de vista diferente, simplemente le dirigió una mirada aburrida, con intenciones de desviar el tema.
—Para ser honesto, necesitábamos un complemento como Alastor para sumarlo a nuestros hombres. Nuestro padre está satisfecho con tu decisión de traerlo.
—Que bien, supongo. Su bendición en mis decisiones me importa poco.
Tenía una relación tan espantosa con su padre que no quería hablar sobre él. Lo peor era que, aunque había un terrible rechazo de ambas partes, el contacto era constante y necesario. Se trataban como desconocidos y como seres sin ningún tipo de vínculo sanguíneo. Era mejor así, porque de esa forma, su padre lo manejaba de forma objetiva y lo juzgaba únicamente por sus capacidades y habilidades natas de organización, actitud y carisma.
Nadie podía negar que Anthony era excelente en lo que hacía, era como si hubiera nacido para portar un arma y ser un líder. Su actitud era envidiable por todos, nadie podía borrar su arrogancia y orgullo. Y esa pieza era clave para que su padre confiara en él.
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Born to Die [ RadioDust ]
FanficCaminando por las calles de la ciudad, ¿Esto es por error o decisión? Me siento tan solo, ¿Puedes hacerme sentir como en casa si te digo que eres mío? No me hagas sentir triste, no me hagas llorar. A veces el amor no es suficiente y el camino se tor...