Born to Die [ RadioDust ]

Capítulo 20: Ángel

No recordaba la última vez que había recorrido la pista de concreto liso en la que las ligeras avionetas descargaban los montones de droga constantemente. Anthony observó su alrededor, analizando los movimientos de sus hombres al descargar las provisiones y sintió la fuerte brisa recorrer su cuerpo, mientras algunos pequeños aviones pasaban por arriba atravesando parte de ese cielo nublado.

Se encontraba solo en esa ocasión, las actividades se habían vuelto a emprender en la organización y todos trataban al resto de traficantes con discreción. Nadie era de confiar, los miembros de su red seguían muriendo en guerrillas clandestinas desde los distintos puntos de la ciudad y la situación era crítica. Pero el ingreso de dinero debía mantenerse, esas eran las órdenes directas de Heroin. Alastor procedía a ayudar en los trabajos de siempre y últimamente acompañaba a Niss a los límites de su territorio. Aquellos trabajos eran fielmente entregados al rubio antes, pero su padre había perdido la confianza en él y sabía que tardaría bastante en recuperarla.

De pronto, escuchó algunos gritos llamándolo desde atrás, giró y visualizó a su hermana llegar hacia él a paso rápido. Y cuando Molly por fin llegó, le sonrió con entusiasmo y alegría ya que había pasado un tiempo desde la última vez que se vieron.

—¡Anthony!

Se le arrojó en un cariñoso y efusivo abrazo, habían planeado esa reunión y el rubio era el que necesitaba verla luego de los acontecimientos y su futura boda arreglada. Y cuando su hermano la protegió entre sus brazos, la sostuvo muy fuerte y se sintió completamente culpable y mal por lo que ella tendría que pasar debido a sus descuidos.

—Lo siento... Lo siento mucho.

Se separó un poco y la observó con arrepentimiento y dolor. Molly era una mujer brillante, fuerte y siempre irradiaba mucha luz. Amaba su sonrisa y la forma en como se esforzaba en unir a su familia a pesar del trato horrible que se tenían entre todos. Y admiraba su fortaleza, porque su padre siempre la rebajaba y la discriminaba por vivir de una forma libre a comparación de las mujeres tradicionales.

En el caso de Molly, nadie dudaba en burlarse de ella por poseer esa clase de libertad sexual, nadie le tenía el respeto que merecía por sus habilidades o inteligencia en la organización. Y era injusto... Anthony probablemente había sido mucho más promiscuo que Molly en toda su vida, pero nadie mencionaba eso dentro de la red porque la homosexualidad era un tabú tan grande que su gente no hablaba de eso abiertamente. Los únicos que en la actualidad lo destruían con palabras crueles y no se cuidaban, eran su padre y su hermano.

—¿De qué estás hablando?

La joven rubia le mostró un gesto cálido y maternal, levantó una mano y acarició una de las mejillas de Anthony, hasta llegar a rozar su ojo herido aún cubierto por vendas claras. Y él solo sufrió más al escucharla y al sentir su cariño. Más que una hermana, a veces sentía que era como una madre. Y no podían estar en contacto todo el tiempo, pero se preocupaba por ella. La recordaba fuerte y gentil, aún conservaba en sus memorias la forma en como Molly lo protegía cuando eran niños y esa clase de actitudes nunca podrían ser borradas de su pasado.

—Tienes que casarte. Por mi culpa.

Mencionó sin dejar la culpabilidad de lado. Pero ella le negó de inmediato y volvió a ofrecerle una sonrisa, gesto que desconcertó a su hermano.

—No... Eso no es algo malo para mi. Solo para papá, porque es un viejo que nunca entendería.

La rubia se llevó ambas manos a su pecho y su mirada se volvió dulce, llena de anhelos y sueños, de esos que las mujeres sentían cuando amaban ciegamente a un hombre. Nunca había hablado de eso con nadie, ni siquiera con Anthony, porque revelar esa relación hubiera sido motivo de conflicto desde el primer día.