Born to Die [ RadioDust ]

Capítulo 17: Grandes sueños

El calor de sus cuerpos volvió a mezclarse, sus respiraciones se hicieron más rápidas y el mayor comenzó a acelerar la intensidad del beso, frotando lenguas y mordiendo aquellos labios que se volvían rojos de tanto besarse y ser atacados. Anthony gemía dentro del beso y Alastor arañaba su espalda por debajo de su ropa, necesitando mucho más de él. Los besos ya no eran suficientes... enterró sus dedos en cada una de sus nalgas por arriba de sus pantalones y el rubio gimió de forma descuidada y voraz, se sentía bien cuando lo estrujaba por todos lados y lo dominaba con sus grandes manos de hombre.

Su aroma y su sabor... Su delicioso aroma a colonia masculina y el adictivo sabor a alcohol en su interior. Anthony iba a enloquecer con tan poco, pero ya no podía soportarlo, estaba tan duro y palpitante luego de que sujetara su cuerpo de esa forma y lo mordiera con tanto deseo. Se separó un poco de los labios de Alastor para tratar de respirar, sus rubios mechones se pegaron a su rostro y lo hicieron verse demasiado excitado y ansioso por volver a ser poseído por su sexo.

Jadeó muy acalorado y vulnerable, temblando ante los roces del mayor y sintiendo su dureza por debajo de sus muslos. También estaba excitado... También quería tomarlo. La sola idea de que Alastor estuviera duro por su culpa le destrozaba la mente y lo hacía perderse en lujuria y pensamientos perversos.

—Tu sabor es delicioso... Siempre sabes muy bien.

Murmuró el rubio con los ojos grises y un muy delgado hilo de saliva escurriendose entre la comisura de sus labios. Esa visión tan erótica y perdida provocó que Alastor lo mirara alterado, pero indudablemente caliente. ¿Cómo era posible que fuera tan precioso y se entregara de esa forma a él? Su belleza era indescriptible, todo lo que conformaba a Anthony lo hacía necesitar su cuerpo más que a cualquier otro en el mundo.

Sujetó la botella de whisky y deslizó su arrugada camisa blanca hacia abajo, dejando su hombro desnudo y sus pezones al descubierto. Y cuando levantó el alcohol, no pudo medir sus impulsos. Derramó el líquido dulce sobre su piel y los chorros se deslizaron por su hombro, se ramificaron por toda su piel blanca y terminaron por empapar su pecho. Anthony gimió y se arqueó hacia atrás al sentir el líquido mojarlo, su cuerpo ardiente se sacudió al sentir el contacto frío y dejó caer su cabeza hacia atrás, exponiendo la fragilidad de su cuello y sus clavículas.

—E-Está frío... Se siente tan bien...

El contrario dejó caer la botella y lo capturó entre sus brazos, entonces comenzó a lamer toda su piel mojada. Deslizó su lengua por su pecho y mordió sus pezones erectos, haciendo que Anthony gimiera a los gritos y alterara con creces el resto de su anatomía. Lo estaba lamiendo por todas partes, no sabía cuánto podría resistir. Luego, lo sujetó de tal forma que logró acercar sus labios a su hombro y morderlo tan fuerte que sus dientes rompieron su suave piel, la sangre empapó sus labios y el sabor del whisky se mezclo con el de la sangre.

Anthony gimió tan fuerte, cerró sus ojos y sollozó del placer cuando el mayor le encajó una dolorosa mordida al costado de su cuello. El rubio entreabrió sus ojos repletos de lágrimas, su mirada desorbitada se perdió ante el éxtasis y morbo de esa situación. El dolor, el frío, la sangre...

En cuestión de minutos, el rubio estaba cabalgando su cuerpo y rebotando sobre el falo duro de Alastor, quien lo ayudaba a subir y bajar aferrándose a sus caderas. El vaivén fue fuerte y rápido, mientras Anthony quebraba su voz al gemir tan fuerte y al sentirse tan afectado en esa posición. Era su favorita porque el miembro del moreno iba hasta al fondo y el dolor que sentía por estar por ser desgarrado le hacía mojarse y lubricar como si fuera una mujer.

El pensamiento lo excitó tanto que comenzó a gritar fuerte y a sujetarse con mucha fuerza de la espalda de Alastor, clavando sus uñas y lastimando su piel al borde de perder el sentido. Entonces, el mayor detuvo el rebote para encajar una mano en la garganta de Anthony violentamente, lo acerco y besó sus labios, lo hizo gemir mucho y le mordió la boca de forma descontrolada, obscena, vulgar.