Algunos de sus hombres se encargaron de amarrar con fuerza al sujeto infiltrado. Los tomó desprevenidos, pero tarde o temprano algo así sucedería ya que se encontraban en pleno conflicto de territorios. Lo inmovilizaron contra una silla y colocaron cadenas rodeando su torso y brazos, enredaron sus muñecas hasta dejarlas moradas y no tuvieron la más mínima consideración con aquel vil traidor. Luego de unos minutos de conversar entre ellos, soltaron las mordazas de su boca y el sujeto jadeó con fuerza, ya que el agobio de estar atado por tanto tiempo le estaba afectando. Y los hombres de la familia Cacciatore se miraron entre sí, ya que ese espía había sido parte de su organización por bastante tiempo y al parecer había trabajado con los De Simone desde un principio.
He visto el mundo y he hecho de todo. Diamantes brillantes.
Alastor levantó su mirada seria, se encontraba atrás de sus camaradas y apenas a un costado de Anthony, quien se dedicaba a permanecer en silencio y a fumar un cigarro. El rubio no parecía interesado en el debate que estaban teniendo sus hombres con respecto al destino del traidor, lucía desinteresado. Apenas y movió un poco el cigarrillo de sus labios, ni siquiera parecía estar presente. Su ojo vacío trataba de enfocarse en la rata miserable que estaba amarrada. Pero ciertamente no estaba escuchando a nadie.
Había perdido la totalidad de la visión de su ojo derecho y la cicatriz en su rostro aún no se regeneraba por completo, porque no estaba recurriendo a los cuidados necesarios ni a ningún tipo de especialista.
El moreno decidió actuar, quiso abrirse paso entre los hombres de pie frente a ese traidor. Desenfundó una navaja y supo que tenía que proceder con tranquilidad, ya que antes de terminar con su vida, debían obtener información valiosa. Vagatha estaba comenzando a operar con sigilo y toda la familia criminal de Anthony estaba alterada, paranoica y susceptible a cualquier acontecimiento que pudiera suceder a su alrededor. Un espía de baja categoría como ese no iba a ser un problema, pero ese era solo el principio de todo lo que se avecinaba.
Algunos muertos se seguían reportando en los distintos rincones de Nueva York. Los Cacciatore seguían perdiendo gente luego del repentino anuncio del matrimonio y eso era preocupante. Todavía la unión entre ellos y los Pentious no era pública y Vagatha estaba actuando con la violencia y rabia que la caracterizaba hacia la red criminal enemiga.
Por unos momentos, Alastor se dirigió hacia el traidor y presionó con fuerza la manga de su afilado cuchillo. Entonces, ladeó su rostro hacia Anthony por primera vez. No tenía nada que decir, pero... Él seguía teniendo el mando, él era el que lo dirigía y autorizaba sus accionares desde el principio. Buscó alguna clase de reacción o un gesto, pero no consiguió nada.
Silencioso y distante, más frío que un témpano de hielo.
Anthony había dejado de ser él mismo desde ese día.
—Déjamelo a mí.
Anunció Alastor tratando de agudizar su mirada hacia el rubio que estaba a su costado, apenas y los separaban un par de metros y ambos tenían como objetivo principal a ese hombre que sudaba colérico desde aquel asiento y los observaba con fervor. Pero no pudo reaccionar ante los actos de Anthony, fue demasiado rápido e impredecible. Y estaba seguro de que también dejó atónitos al resto de sus hombres.
El rubio alzó su arma con naturalidad hacia la frente del traidor de su organización, fue un movimiento tan espontaneo, simple, su semblante de piedra no cambió en lo absoluto. Disparó a directamente al medio de su cara y el estruendo del revólver sacudió el silencioso ambiente y provocó que mucho más silencio aconteciera después. Fue tan incómodo, tan extraño, todos los hombres se comenzaron a mirar entre sí con sospechas y nerviosismo, pero no se atrevieron a llevarle la contraria a Anthony ni quejarse, porque él era el maniático que portaba la pistola humeante en su mano.
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Born to Die [ RadioDust ]
FanfictionCaminando por las calles de la ciudad, ¿Esto es por error o decisión? Me siento tan solo, ¿Puedes hacerme sentir como en casa si te digo que eres mío? No me hagas sentir triste, no me hagas llorar. A veces el amor no es suficiente y el camino se tor...