CAPÍTULO 26

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FLORENCIA

Una vez que se adentraron al local musical a través de un angosto pasillo iluminado por una simple lámpara tenue cada cinco metros, ella tomó a su hermano por el codo e hizo que redujera la velocidad de su andar, sin dejar de caminar.

-¿Por qué no nos dijiste que los conocías? – susurró sobre el oído de Julián quien logró zafarse del agarre.

-Porque no los conocí hasta ayer en la fiesta que tuvimos con los chicos – respondió con un hilo de voz para que los demás integrantes de la banda no lo escucharan – Además, tenías tus propios problemas, no podía decirte que los conocía mientras pensabas como evadir a los fotógrafos y el tema de Timothée. Hablando de él – Julián se aclaró la garganta y la miró por encima de su hombro – Al parecer más tarde viene con Ansel. El novio de Sophie lo acompañó a solucionar todos sus líos y dijo que vendrían más tarde. Te lo digo para que te vayas preparando.

-Pero...

-Eu, ¡secretos en reunión es mala educación! – gritó Sophie desde el ante último lugar de la fila que habían formado para poder dirigirse al fondo del local musical.

El pasillo se abrió para dejar a la vista la sala trasera detrás del escenario, lleno de instrumentos musicales, cables que cruzaban de un lado a otro y gente que corría de una esquina a otra para cubrir cada detalle.

Los integrantes de la banda que se presentaba antes que Blossoms, se estaban acomodando para su show. Tom Ogden se adelantó para saludarlos y cruzar algunas palabras con ellos, Myles Kellock lo imitó. Julián tomó a su hermana menor por el codo y la arrastró hasta el camerino de los integrantes de Blossoms.

Golpeó la puerta con su cintura para que se abriera y se adentraron a la sala. Era enorme, lo suficiente para que entraran más de 20 personas. En un costado, una mesa llena de comida, desde frutas hasta chocolates. Del otro, una heladera llena de bebidas, más que nada de botellas de agua.

-Me alegró tanto que me hayas traído acá atrás – Sophie agarró un chocolate y se lo llevó a la boca - ¿Cómo es que los conoces? – preguntó mientras masticaba.

Florencia y Débora se dejaron caer en uno de los tantos sillones cómodos que había para invitados, en tanto Julián se apoyó contra la pared.

-Para navidad tuvimos una fiesta con los chicos en una casa. Resulta que la casa era de un familiar de Joe y bueno, charla va, charla viene, nos hicimos "amigos" – hizo las comillas con las manos. Florencia arqueó una ceja – Mientras vos peleabas con un tonto por una estúpida confesión, yo le estaba hablando muy bien de vos a Tom.

-No sé notó – respondió con ironía – Para nada – sacudió la cabeza de un lado a otro.

-Capaz así te podés olvidar un poco de Timothée y encarar para otro lado – Floren soltó un suspiro, acompañado por una risa nerviosa – Es momento de que te decidas. Ya no me interesa que él juegue o no con vos, me importa más el hecho de que tengas decidido algo. Nadie va a decidir por vos, Florencia. Vos tenés que ponerle un fin.

Ella agachó la cabeza y comenzó a jugar con los dedos de la mano. Julián nunca se había referido tanto sobre el tema, si podía evitarlo, mejor. Ahora que por fin dio su opinión, estaba dando en el clavo. Era hora de ponerle un título a la situación. Volvió a mirar a su hermano y elevó la comisura de sus labios.

-Ya lo pensé.

XXX

El celular de Florencia no había parado de sonar en todo el día. Entre las notificaciones de Instagram, los mensajes y las menciones en twitter ya había recibido una dosis de fama que no soportaba, por lo que dejó el móvil arriba de una de las mesas del camerino.

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