CAPÍTULO 6

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TIMOTHÉE

Lo que menos necesitaba en su vida ahora era una despedida sin ser despedida, claramente. Por eso, no se molestó en contestar. Guardó el celular adentro del bolsillo de su buzo y se sentó en la silla del camerino. La hora completa que le quedaba hasta la próxima grabación, le iba a permitir a su cabeza llenarse de teorías o ideas sobre lo que acaba de leer. Estaba deseoso de algo pronto antes de que su mente se inundara de pensamientos que arruinaran su jornada laboral.

-¡Amigo! – la alegría de Ansel lo alejó de fundirse en sus ideas. Se despabiló y se acomodó sobre el asiento – Vaya, diría que vistes un fantasma – su mejor amigo se dejó caer sobre el sillón del camerino.

-No lo vi, pero se me apareció uno por la mente – dijo con frustración y apoyó su espalda contra el respaldo de la silla.

-¿Qué pasó?

-Dime. ¿Hice algo mal ayer? – Ansel negó y Timothée suspiró con decepción – Florencia me envió un mensaje. Quiere que nos alejemos por un buen tiempo.

-¿Alejarse? – Ansel se sorprendió – Pero, ayer estaba todo bien y ahora quiere ¿alejarse? ¿Qué cambió para que tomara esa decisión?

-Cree que lo del exnovio está afectando en mí vida – Timothée entrelazó sus manos detrás de la cabeza y las usó como almohada – Lo que menos quiero ahora es un problema más y que no tenga que ver con lo laboral. Y, precisamente, su desorden con su exnovio no me era una carga. Al contrario, es algo con lo que ella tiene que lidiar. La noté decidida, sin dar vueltas al asunto.

-¿Contestaste? – negó con la cabeza.

-Ya te dije – se volvió hacia adelante y apoyó los codos en sus rodillas – No necesito algo que me cause estrés. Tener que contestarle iba a significar que pensará mucho en la respuesta correcta y creo que ninguna es la correcta ahora. No tengo ganas de drama.

-Vaya

-¿Qué?

-Realmente te afectó – Ansel sonó convencido y Timothée frunció el ceño – Casi que me convences con tu indiferencia. Pero esta situación no te es indiferente, Timmy. Te gusta y estas dejando que se vaya.

-Le estoy dando su espacio.

-No, estas dejándola ir. Amigo – soltó un suspiro y rió - ¿por qué te tengo que dar consejos sobre una chica? Tu eres el que tienen a todas detrás, deberías saber lidiar con una situación así – Timothée arqueó una ceja – Eres famoso, no debes haber estado con una sola.

-No, pero ninguna me trató así – levantó el brazo y señaló para afuera como si Florencia estuviera allí – Con nadie pasó esto.

-Ese es el tema- Timothée volvió a arquear una ceja – Ella te trata diferente a todas las demás y eso es lo que te gusta de ella. Pero sos estúpido, en vez de seguir sus pasos, la dejas ir. Hasta yo, que dentro de todo no tengo éxito en este asunto, sabría que no tendría que dejar que se despidiera de esa manera.

-Esperemos unos días y veremos que pasa. Intentaré que Dylan este cerca y vos también.

-¿Yo? – Timothée asintió - ¿Por qué yo?

-Porque vos sos él que vive enfrente de la casa de la prima.

XXX

Timothée no lo sabía. Sin embargo, a través de Dylan y Ansel descubrió que Floren sabía manejar y tenía auto. Ansel le informó que ella suele pasar las tardes en la casa de su prima y que la visita siempre en un Peugeot 108 color naranja.

Él aprovechó su único día libre, después de seis jornadas laborales completas, y se instaló en la casa de su mejor amigo a la espera de ver llegar el vehículo. Cuando por fin arribó, esperó un instante a que Floren ingresara a la casa. Agarró una lapicera y un papel y escribió: "Nos separa la distancia, pero no el corazón". Por un instante, pensó que era muy romántico para el momento. Después se fue ese pensamiento y no dudó en salir para dejar el papel enganchado en el parabrisa del Peugeot.

FLORENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora