XIV

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-Que dices tonto- Agache mi cabeza avergonzada, lo que decía no tenía sentido, apenas nos conocemos y aún más importante apenas lo estoy tolerando. Tomo mi mentón y lo alzo en su dirección.

-Es la verdad, sé que apenas nos conocemos, pero mi lobo y yo sentimos una conexión contigo, es apresurado lo sé, dame una oportunidad, sé que fui un patán y no justifico mi comportamiento- Hizo una pausa para tomar aire- Mi lobo tomaba el control cuando estaba cerca de ti, tuve que tomar un entrenamiento con Nam para controlarlo, siempre nos hemos llevado bien, pero cuando estamos cerca de ti, entramos en conflicto- Agacho su cabeza avergonzado.

Todas sus palabras me sorprendieron y me hicieron sentir culpable, no tener el control de tu lobo es horrible, no controlas tus palabras y acciones, es como estar encerrado en una caja de cristal sin poder hacer nada, solo observas el progreso de las cosas, ya sea de buena o mala forma. Fui algo borde y odiosa con el lobo junto a mi lado, saber que era su lobo el que me decía y hacia esas cosas me tranquila en cierta forma pues sé que no era Jungkook.

-Mira, no te voy a mentir Jungkook, a mi loba le encantas, ya lo sabes, se vuelve loca cuando estas cerca de nosotras, vamos a hacer algo si? Vamos a convivir como amigos, sin presiones, vale? - Lo observe, la felicidad ilumino su rostro, sus ojos cambiaron de color nuevamente, y la sonrisa que llego a su rostro era amplia y hermosa.

-Vale, lobita- Me atrajo hacia él, dejándome en su hombro, su olor era simplemente exquisito, cerré los ojos un momento ysenti como mi cuerpo era acostado en el césped con suma delicadeza, cuando los volví a abrir yo estaba sobre su pecho y el con una mano alrededor de mi cintura, observe su rostro, vaya que era lindo, su quijada parecía cincelada y su linda nariz le daban un semblante de lo más dulce, bajo su mirada hacia mí y esbozo una tímida sonrisa.

Nos quedamos así, tumbados, juntos, era algo sorprendente en mí, permitir tanta cercanía con un lobo con el cuan no me llevaba tan bien, y tan solo unas horas después estábamos juntos, tal cual una pareja de meses.

Contemplamos como el sol se iba alzando, dejando así que la noche se disolverá y se fundiera poco a poco con sus luminosos rayos, el cielo estaba pintado con naranjas y amarillos, con tenues toques de azul, era sin duda un amanecer precioso a la vista de cualquiera.

-Linda, tenemos que irnos antes de que tus padres despierten-

Tenia razón, en mi memoria se borró momentáneamente la existencia de mis progenitores, no quería ocasionar problemas, así que me levante rápidamente para ir a casa, Jungkook imito mis acciones y nos encaminamos rápidamente en dirección a mi casa.

Cuando llegamos, por suerte ninguno de los dos se habían levantado aun, cosa que agradecí a la Luna, iba a subir a mi habitación pero recordé a Jungkook, voltie y lo vi de pie mirándome.

-Kook, gracias de verdad, por lo de hoy.

Sentí como los colores se hicieron presentes en rostro, con solo verlo con esa sonrisa de lo más coqueta.

-Cuando quieras lobita.

Subí los escalones rápidamente, para ducharme y vestirme, hoy hablaría con mi madre de mis dudas, definitivamente.

Me duche, y me vestí con un vestido a cuadros negros y amarillos con unos botines con plataforma, me maquille y arregle mi cabello en una semi-cola. Baje a la cocina encontrándome solamente con mi madre y Jungkook en el mesón

-Qué guapa cariño.- Elogio mi madre, mirándome con esos ojos que denotan amor puro y una sonrisa esplendida.- A que mi hija es hermosa, Kookie? – Entendía la necesidad de mi madre de hacerme buscar una pareja pero a veces era tan imprudente y obvia, que me avergonzaba.

-Preciosa, sin duda- Me miro de arriba abajo, relamiéndose los labios en el proceso, la presencia de Jungkook transmitía un aura tan varonil e imponente que era imposible pasarlo de largo.

Tome un plato y me serví e desayuno sentándome enfrente de Jungkook y aun lado de mi madre, que estaba de lo más entretenida con su celular.

-Hija- Me llamó, aun con su vista fija en su celular- Qué vas a hacer hoy?

-Mmm nada má, quería hablar contigo una cosa.

-Como que cosa, cariño?

-Sabes, estaba con Yoogni, y pues él me dijo que mis ojos eran de dos colores distintos, cuando dejo a mi loba salir.

Mi madre dejo caer su teléfono en el mesón, me miro con su rostro convertido en una expresión de asombro y un rastro de duda, miré a Jungkook el cual me miraba con la misma expresión, no entendía porque esas reacciones.

-Qué pasa? Por qué me miran así?-

Cuando las palabras salieron de mis labios mi madre volvió rápidamente a su compostura al igual que Jungkook, pero ambos se notaban extremadamente tensos, pude percibir como el olor a canela del alfa enfrente de mí se intensifico al igual que el de mi madre.

-Exactamente de qué color, TN?

Muy pocas veces me llamaba por mi nombre, solo cuando habían acontecimientos importantes o me estaba regañando.

-Pues me dijo que mi ojo derecho es gris y el otro azul.

La cara de las personas que me estaban acompañando se convirtieron en un poema, que diablos? No entendía nada de nada, y algo me dice que Jungkook sabe lo que sucede.

-Tengo que hablar con tu padre.

Se levantó de una forma abrupta del taburete, pasando por un lado de Jungkook y tomándolo de brazo, aparentemente el gran alfa entendió y se levantó rápidamente para acompañarla.

-Hey, hey a dónde van? – Di unos pasos para seguirlos, pero mi mamá se volteo rápidamente.

-Cariño, quédate aquí, ahora venimos.

Salieron de la casa como dos rayos, dejándome de pie, en la sala completamente sola, con un montón de dudas revoloteando en mi cabeza cuales pájaros.

No Regrets ~Jkk-TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora