No Regrets ~Jkk-TN

XX

Abrí mis ojos, tenía el corazón acelerado, mire a mi alrededor y no vi a nadie, no sentí el aroma del pelinegro, fue un jodido sueño, mi loba me miraba divertida, su influencia ya está llegando demasiado lejos, lo admito Jungkook es atractivo, es algo innegable pero de ahí a soñar que LO BESABA hay una línea que mi subconsciente ya cruzo.

Me levante y bajé a la cocina, mi padre estaba con Taehyung y Jungkook en la mesa, mientras que mi madre estaba con Yoongi en la encimera, me acerque al alfa mentolado, sintiendo la mirada de los otros dos sobre mí.

-De que hablan?

-De las travesuras que hacías cuando eras pequeña, cariño.

-Niña traviesa, no?-

Yoongi me miro divertido sentí el rubor llegar a mis mejillas, pues las cosas que hacía de pequeña eran totalmente vergonzosas, desde fingir que me desmayaba para no bañarme hasta revolcarme en el lodo del jardín y ladrarle a los vecinos.

-Era pequeña!!!

La única respuesta de mi madre y Yoogni fueron risas.

-Yaaa!!!

Se seguían riendo, Yoongi paso uno de su brazos por mis hombros y me atrajo hacia él, yo escondí mi rostro en su pecho, pero me separe rápidamente pues dado quienes estaban presentes no era prudente hacer esas muestras de afectos, mi madre nos miraba con ternura mientras los tres alfas en la mesa incluyendo a mi padre nos observaban con cierta sombra en sus ojos, perros pulgosos.

-A comer mis amores.

Mama se dirigió a la estufa donde estaba nuestra cena, la ayude a servir, noté que Yoongi estaba en una esquina mirando la mesa, podía ver que tenía la duda de donde sentarse, pues mi padre y Jungkook estaban sentados juntos, y Taehyung al frente de ellos, después de servir los platos lo tome del brazo y lo senté al lado de mí, quedando yo en medio de él y Taehyung, era incómodo para mí pero sabía que para esos dos lo iba a hacer aún más.

La cena transcurrió amena y tranquila, a excepción de las pequeñas caricias que el Taehyung daba a mi pierna "accidentalmente" pero dada al ambiente tan tranquilo no quería formar una escena así que solo opte por recostarme al hombro de Yoogni y cruzar mis piernas, parando las acciones del nombrado de inmediato.

No entendía que le sucedía, prefería la actitud fría y distante que tenía antes conmigo que lo baboso que ahora es.

Terminada la cena mi padre se dirigió al estudio con Taehyung siguiéndolo, dejando a Jungkook y Yoogni con mi madre y yo en la cocina.

-Y tu estadía en la manada en la manada va a ser permanente o temporal? – La pregunta de Jungkook nos tomó a todos desprevenidos, era obvio que era dirigida al rubio el cual esbozo una sonrisa y me miro.

-Pues al principio solo iban a ser un par de días, pero cambie de opinión, por qué preguntas?

-Solo curiosidad.

El silencio reino, dejando un ambiente algo pasado y tenso, se podía oler como los dos alfas desprendían las feromonas para "marcar territorio" la combinación de los olores hacían que mi loba estuviera teniendo una fiesta, estaba desatada, pues la presencia de ambos le encantaba.

-Que les parece si jugamos cartas niños?

Mi madre odiaba los silencios largos, normalmente hacia cualquier cosa para animar el ambiente o lograr distraerse. Sin esperar respuesta alguna se levantó y se dirigió en busca de los naipes. Nadie dijo nada cuando mi madre se retiró, recosté mi cabeza contra la mesa y sentí pequeñas caricias de Yoogni en mi espalda, sonreí al igual que mi loba.

-Les parece si jugamos póker?- En sus manos traía la dos cajas, una de cartón prensado color negro y otra de la aluminio verde, las cartas y las fichas.

Era usual entre nosotros jugar Póker, desde que era niña recuerdo que jugábamos varias veces a la semana cuando papa llegaba del trabajo. Después de recibir una afirmación de parte de todos me entrego el mazo de cartas para que yo las barajeara mientras ella repartía las fichas.

Sentía las mirada de ambos alfas, levante la cabeza y Jungkook me estaba observando con los ojos bien abiertos y su boca en "o" mientras Yoogni miraba fijamente mis manos.

-No se vale!!! Yo tengo dos pares y un trio, tengo más cartas que tú!!!

Jungkook parecía un niño de 6 años cuando perdía, era el quinto berrinche que hacia durante el juego, pero debía admitir que veía lindo, su entrecejo algo fruncido y estaba formando un adorable puchero con su boca.

-Amigo, gano yo, tengo cuatro cartas iguales, el póker le gana al full.

Jungkook nos miró a mi madre y a mí, esperando que dijéramos lo contrario, pero Yoongi estaba en lo correcto.

-Cariño, Yoongi gana, pero estoy segura que la próxima ganas Kookie!!!

La situación era de lo más divertida Kook haciendo una rabieta y mi madre animándolo a seguir, Yoongi y yo nos miramos y la risa se coló por nuestras gargantas llamando la atención del otro alfa el cual nos miraba algo molesto.

Ya eran pasadas las 11 de la noche Yoongi dio las gracias, me dio un beso en la coronilla y se retiró, Jungkook se ofreció a lavar los platos y mi madre me obligo a ayudarlo mientras ella iba a dormir.

-Se llevan bien, eh?- me quede observando por unos segundos a Jungkook, se refería a Yoongi a mí, sin dudas.

-Si, Yoongi es genial.

-Que bien.

Era obvio que estaba molesto y celoso, cosa que alegraba a mi loba, pues tenía unas ideas nada decentes para quitarle esos sentimientos, a mi mente vino el sueño que tuve con él, sentí el calor en mis mejillas, jamás me había fijado en el perfil de Jungkook, vaya que perfil tenia, su quijada parecía hecha por los mismos dioses de lo perfecta que es.

-Si tomas una foto dura más, nena.

Se dio cuenta que lo observaba, que vergonzoso.

-No te creas, solo pensaba, que estés de atravesado no es mi culpa.

-Ah sí?- Soltó el plato que tenía en la mano y se dirigió a pasos rápidos hacia mí, mientras yo iba retrocediendo, el espacio se me termino cuando quede entre la encimera y Jungkook, puso sus manos a mi alrededor para evitar mi escape, la respiración se me torno errática de un momento a otro y mi corazón latía con fuerza, mientas que mi loba estaba teniendo una fiesta.

-Quítate.

-Nerviosa eh? Tienes la reparación agitada, tus ojos se dilataron y escucho tu corazón, tal como el de un colibrí, tu no quieres que me quite.- Tomo mi rostro con delicadeza y lo giro para que lo mirara, la luz de los bombillos reflejaban en sus ojos, sus pupilas estaban igual que las mías, su pecho subía y bajaba con más notoriedad, acerco su rostro al mía lentamente quedando a pocos centímetros uno del otro.

-Permiteme lobita, por favor muero de ganas por besarte, mi lobo me lo suplica.

Sin darle respuesta de mi parte me abalance hacia él, juntando nuestros labios en un lento y lindo beso, mi loba rebosaba de la felicidad, Jungkook me tomo de las caderas elevándome, quedando el entre mis piernas y yo abrazándolo por los hombros.

-Tae, hijo por que no te quedas ya es tarde.

Volví a la realidad cuando escuche la voz de mi padre, empuje a Jungkook alejándolo de mí, solo me miro con una sonrisa traviesa y se dirigió al fregadero.

-Oh Kook, hija, siguen aquí.

-Me ofrecí a lavar los platos y TN a ayudarme, pero ya terminamos.

Aun sentía el calor que irradiaba Jungkook, oia las voces de los presentes a lo lejos, pero no entendía nada, solo sabía que quería seguir teniéndolo cerca, pero no podía, me baje de la encimera y me despedí rápidamente de todos, cuando pase al lado del anterior nombrado, rozo nuestras manos, transmitiéndome una corriente eléctrica. Subí a mi cuarto para ponerme la pijama y tirarme en mi cama, pensando en el momento que tuvimos ese revoltoso alfa y yo.