XVIII

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Cuando llegamos a la casa fuimos directamente al sótano, vaya que era grande, había muchas cajas apiladas en todas partes, varios muebles, y sobre todo mucho polvo y telarañas.

-Por dónde comenzamos? Hay mucho desorden.- Le pregunte a TN la cual ya estaba revisando algunas cajas.

-Pues, primero por las cajas, en su mayoría hay ropa y juguetes de cuando yo era niña, podemos donarlos- Se giro para mirarme- Y los muebles pues ya veremos que utilidad le damos.

Me acerque a donde ella estaba observe la caja que tenía en las manos, había ropa muy pequeñita de diversos colores pasteles, con estampados de ositos, flores y puntitos. Tomo dos cajas y se sentó en el suelo, la seguí imitando su acción.

-Vamos a clasificar esto por tallas, te parece?

-Claro nena.

Cada uno tomo una caja y comenzamos con dicha tarea, mirando las etiquetas y agrupando cada prenda con su talla correspondiente, en total eran ocho cajas de ropa.

Mientras organizábamos comenzamos a contarnos anécdotas de cuando éramos niños, me contó de cuando se cayó de un monopatín ocasionándole una cicatriz pequeña en su tobillo y como su padre la curo y mimo por toda esa tarde, yo le conté la vez que me pelee con mi hermano por ver quien llegaba primero a la computadora ocasionándome una cicatriz en mi mejilla, y así estuvimos entre risas y historias. El tiempo pasó volando, me sentía feliz y relajado estando junto a esa lobita, cuando terminamos con la caja de ropa seguimos con las de juguetes.

-No sabía que estabas aquí. – Oi como hablo en voz bajita, estaba sosteniendo una muñeca de trapo, vi que sus lindos ojitos se cristalizaron y su naricita se tornaba roja a causa del llanto contenido.

-Hey, linda, que tienes?- Me acerque y la abrace por los hombros, ella me miro y esbozo una sonrisa.

-Nada, nada, pensé que esta muñeca la había perdido y me sorprendió encontrarla, continuemos.

-Vale preciosa.- Me desconcertó la actitud que TN tomó por un momento solo al ver una simple muñeca y quería saber la razón, pero me pareció muy precipitado, seguro era muy personal.

Eran muchas cajas de juguetes, aún más que las de ropa. Tenía en mis manos una caja enorme, la más grande de todas, donde había muchos osos de peluches.

-Esa no!!!-La miré, estaba sonrojada, me miro apenada y continuo.- Esa no es para donar, esa se queda.-Dijo por lo bajo.

-Por qué?-

-Me encantan los osos de peluche, es bobo lo sé, ya estoy grande, pero me fascinan.

No me parecía bobo, al contrario, era de lo más adorable.

-No es bobo linda, es tierno.

Continuamos así por casi una hora, hasta que dieron la una de la tarde. Subimos a la cocina pues ambos teníamos mucha hambre, me ofrecí para cocinar a lo cual TN solo aceptó con la condición que ella me ayudaba, nos encontrábamos en silencio cada uno con su respectiva labor.

Ya era hora de jugar un poco con ella, me acerque a ella por atrás para tomar el bote de aceite que estaba delante de ella, noté como se tensó. Cuando me estire para alcanzar la botella coloque mi mano en su cadera, soltó un pequeño suspiro tome la botella y me retire.

-Listo, terminamos, solo falta servir la comida.

-Yo busco los platos- TN se encamino a los gabinetes para alcanzar los platos pero no llegaba, me acerque a ella y cogí los platos, soltó un suspiro pesado y se giró para mirarme.

-Qué costumbre tienes de acercarte cuando estoy de espaldas, no Jeon?

-No es mi culpa que no alcances las cosas, enana.

-Cállate bobo.

Me arrebató los platos y se fue a servir la comida, me senté en la mesa, el padre de TN me aviso que él y la mamá de mi lobita llegarían en la noche, lo que significaba que estaríamos todo el día solos. Mi plan de acerarme a ella aparentemente estaba funcionando, pues ya se mostraba menos arisca o reacia a mi presencia, y eso me alegraba, ni decir la emoción y tranquilidad que sentía mi lobo en estos momentos.

-Me sorprendes Jeon, pensé que iba a saber horrible, nada mal.

-Gracias preciosa.-Le guiñe un ojo a lo que ella solamente sonrió burlonamente, continuamos la comida en silencio, no era un silencio de esos que quieres salir lo más pronto, todo lo contrario, no hacían falta palabras.

Cuando terminamos de comer fuimos a la sala a descansar, TN se sentó en el sillón más grande, tomó el mando y encendió el televisor, por mi parte tomé asiento en la silla de al lado, moría por acercarme a ella, pero no quiero lanzarme mucho, debo tomar los consejos de Namjoon.

-Te parece si vamos a lo de los refugios, ya sabes, para la ropa?

TN POV'S

Necesitaba salir urgente de la casa, mi loba estaba toda revoltosa por sentir más de cerca de Jungkook, si fuera por ella estaríamos encima del alfa acanelado buscando sus caricias, pero no podía permitir tal cosa, de la noche a la mañana nuestra relación mejoró un montón, sí, pero eso no significaba que confiara totalmente en él.

-Tenemos un problema, TN- Estaba a punto de salir en busca de las cajas cuando las palabras del pelinegro me detuvieron.

-Qué? Por qué un problema?

-Son más de diez cajas y solo somos dos nena.

-Tienes razón, voy a llamar a Yoongi, seguro nos ayuda.

-Mejor llamo a Namjoon – No quería discutir por algo sin importancia como eso, aunque por otra parte quería ver a Yoogni, es extraño de mi parte confiar y sentirme segura con alguien que apenas conozco, pero a diferencia del alfa que está conmigo ahora mismo su acercamiento no fue grosero y desagradable en primeras instancias, y sí, Jungkook ya me explico que le costaba controlar a su lobo en mi presencia, pero para mí esos encuentros no fueron del todo agradables, a excepción de mi loba.

Me volví a sentar a esperar la llegada del amigo de Jungkook, no lo conocía pero si sabía de él pues era el entrenador de los alfas y su reputación eran solo maravillas, y no lo discuto, cuando voy como acosadora a ver los entrenamientos a escondidas, se nota el esfuerzo que pone en los lobos.

No Regrets ~Jkk-TNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora