Capítulo 14

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Azami se encontraba de camino con Kureno hacia la casa de él, mientras Sasuke los seguía desde la distancia evaluando si había alguien vigilando su camino. Ingresaron en una pequeña casa que se encontraba cerca del centro, pero resultaba acogedora al ingresar, se podía sentir el aroma de comida casera. Sasuke por un instante recordó la sensación que tenía al regresar a su casa cuando era un niño y su madre lo esperaba preparando la cena o el almuerzo.

— He vuelto. —saluda Kureno mientras se quita sus zapatos.

— Bienvenido hijo. —se asoma desde la cocina una animada mujer mayor—. Oh, ¿Son tus amigos?

— Sí. —se rasca nervioso la cabeza.

— Buenas tardes. —dice la mujer con una pequeña reverencia.

— Buenas tardes. —responde Azami inclinándose, Sasuke hace un pequeño asentimiento con su cabeza—. Perdón por venir sin avisar a su casa.

— No te preocupes querida. —mueve sus manos indicándoles que avancen al interior—. Si son amigos de mi Kureno, son bienvenidos aquí.

— Muchas gracias señora. —comenta la kunoichi ingresando al lugar—. Mi nombre es Nohara Azami y mi compañero es Uchiha Sasuke.

Kureno abre sus ojos ante la sorpresa, había escuchado historias sobre él, principalmente relatos no muy halagadores. Siempre se describía por las personas como un ninja de elite, capaz de acabar con un grupo de shinobis en segundos, y haber cometido muchos crímenes. Además se reconocía por haber ayudado al gran héroe de Uzumaki Naruto en la cuarta guerra ninja. Comprendió que ambos provienen de la aldea de la hoja, pero no entendía cómo podía estar un sujeto tan escalofriante como él con una chica tan dulce como Azami. Nunca había escuchado su nombre, es una ninja bastante desconocida, por lo que le causó curiosidad el hecho que el azabache estuviese acompañado de una ninja así. La castaña pudo notar su impresión y confusión, lo miró suplicante que no dijera nada, Kureno dudó, pero luego accedió a su petición implícita. Confiaría en esta chica que le brinda seguridad absoluta aunque fuera una completa extraña.

— ¿Uchiha Sasuke? —la mujer se queda pensativa—. ¡Oh! —se sobresalta y hace una gran reverencia—. Muchas gracias por salvarnos, es un ninja muy poderoso. —se incorpora y lo observa maravillada—. Tomen asiento. —les indica una mesa en el centro de la habitación—. Volveré enseguida. —regresa hacia la cocina.

— Imagino que tienes muchas dudas. —comenta la ojimiel al joven.

— Eso no importa ahora. —mira a ambos—. Dijeron que vendrían a ayudar, así que confiaré en ello.

— Muchas gracias Kureno-san.

— Lamento que sea poco. —dice la mujer apenada, que había regresado pasados algunos minutos con té para los invitados y un poco de fruta picada.

— No se preocupe. —responde Azami con una amplia sonrisa—. Realmente agradecemos su hospitalidad.

— Muchas gracias querida. —se sienta junto a su hijo.

— Señora nosotros venimos a ayudar con lo que ha pasado en esta aldea. —bebe un poco del té caliente—. Kureno-san nos ha explicado lo que ocurrió y hoy nos involucraremos con esos ninjas.

Les explica su plan, madre e hijo escuchan con atención, mientras Sasuke se dedicaba a beber su té, aún se encontraba incómodo frente al agradecimiento anterior, y agradecía que Sakura tenga facilidad para tratar con las personas, por lo que se limitaría a hablar solo cuando fuese estrictamente necesario.

— Sasuke hará parecer en las fotos de familiares que soy un miembro más. —apunta a algunas fotografías que se veían alrededor—. Nosotros no dejaremos que les suceda algo, y traeremos de vuelta a las otras chicas con sus familias.

La luz de la primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora