Capítulo 22

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Narra Eva

Me alegra mucho que Matu quiera ir conmigo a la joda, hace banda que no voy a una.

Su papá y su hermano llegaron a casa. Salimos de su cuarto y Emi se puso muy contento al verme.

- Hoooola - me dijo acercándose a mí y abrazándome.

- Hola, ¿Qué onda? - le dije sonriente.

- Todo bien. Me alegro de que hayas venido, Mateo no para de hablarnos sobre vos. - me dijo él riendo.

Miré a Matu y éste se había puesto rojo.

- Cállate boludo. - le dijo mientras se rascaba la nuca.

- Tu hermano tiene razón gato - le dijo Pedro y yo me reí.

Vi que estaba incómodo y le di un besito en la frente. Él me agarró por la cintura y me dio un beso en los labios.

- En frente de tu padre no. - le dije mirándolo seria y su padre soltó un risa.

- ¿Qué querés que haga si estoy loco por vos?

- ¡Qué bonito es el amor boludo! - exclamó su padre.

Me puse a jugar un poco a la play con su hermano mientras Matu me miraba serio. ¿Qué le pasa a éste?

Terminamos la partida y me acerqué a él. Estaba en el sillón mirándome como un niño pequeño.

- ¿Qué le pasa a mi bebé?

- Nada. - me dijo seco.

Lo miré desaprobando y esperando a que me diga lo que le pasaba.

- Estoy celoso, ¿contenta?

- ¿Por qué? - le pregunté riendo.

- Porque a Emi lo querés más que a mí. - me dijo haciendo pucherito.

- Pues tenés razón. - le dije divertida y él bufó.

Emi se fue a la cocina con Pedro y yo aproveché para ponerme encima de Matu. Él me miró sorprendido y lo besé. Le mordí el labio inferior y él bajó sus manos a mi culo apretándolo fuerte.

Nos separamos por falta de aire y noté que la salamandra se había despertado. Si viviéramos juntos estaríamos garchando todo el día.

Me levanté y me senté en el sofá. Él me miró y noté el deseo en sus ojos. Yo también tenía ganas, pero no era el momento más adecuado.

- ¿Me acompañas a mi casa gordo?

- ¿Por qué no te quedas un poco más? - me preguntó haciendo puchero.

- Porque tengo que ponerme linda para esta noche wacho.

- Pero si vos ya sos fachera.

- Pero vos sos más fachero y quiero estar a la altura. - le dije sonriendo - además irán muchas minas y quiero estar bien perra cuando les rompa la cara como se acerquen a vos.

Él me miró sorprendido y me sonrió.

- Entonces vos también sos celosa.

- No. - le dije y sentí que me había sonrojado. En realidad si lo era porque estoy loca por este pibe.

- No seas mentirosa - me dijo y me dio un besito en la nariz.

Al final me acompañó a mi casa. Llegamos y me di cuenta de que mis vecinos me miraban por la ventana, esto me divertía en realidad.

- A las 12:00 vengo a recogerte. - me dijo él.

- Vale papi. - le dije y le di un pico. No quería hacer más porque mis vecinos iban a contarles a mis tíos.

𝐄𝐯𝐚; 𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora