Narra Eva
Me alegra mucho que Matu quiera ir conmigo a la joda, hace banda que no voy a una.
Su papá y su hermano llegaron a casa. Salimos de su cuarto y Emi se puso muy contento al verme.
- Hoooola - me dijo acercándose a mí y abrazándome.
- Hola, ¿Qué onda? - le dije sonriente.
- Todo bien. Me alegro de que hayas venido, Mateo no para de hablarnos sobre vos. - me dijo él riendo.
Miré a Matu y éste se había puesto rojo.
- Cállate boludo. - le dijo mientras se rascaba la nuca.
- Tu hermano tiene razón gato - le dijo Pedro y yo me reí.
Vi que estaba incómodo y le di un besito en la frente. Él me agarró por la cintura y me dio un beso en los labios.
- En frente de tu padre no. - le dije mirándolo seria y su padre soltó un risa.
- ¿Qué querés que haga si estoy loco por vos?
- ¡Qué bonito es el amor boludo! - exclamó su padre.
Me puse a jugar un poco a la play con su hermano mientras Matu me miraba serio. ¿Qué le pasa a éste?
Terminamos la partida y me acerqué a él. Estaba en el sillón mirándome como un niño pequeño.
- ¿Qué le pasa a mi bebé?
- Nada. - me dijo seco.
Lo miré desaprobando y esperando a que me diga lo que le pasaba.
- Estoy celoso, ¿contenta?
- ¿Por qué? - le pregunté riendo.
- Porque a Emi lo querés más que a mí. - me dijo haciendo pucherito.
- Pues tenés razón. - le dije divertida y él bufó.
Emi se fue a la cocina con Pedro y yo aproveché para ponerme encima de Matu. Él me miró sorprendido y lo besé. Le mordí el labio inferior y él bajó sus manos a mi culo apretándolo fuerte.
Nos separamos por falta de aire y noté que la salamandra se había despertado. Si viviéramos juntos estaríamos garchando todo el día.
Me levanté y me senté en el sofá. Él me miró y noté el deseo en sus ojos. Yo también tenía ganas, pero no era el momento más adecuado.
- ¿Me acompañas a mi casa gordo?
- ¿Por qué no te quedas un poco más? - me preguntó haciendo puchero.
- Porque tengo que ponerme linda para esta noche wacho.
- Pero si vos ya sos fachera.
- Pero vos sos más fachero y quiero estar a la altura. - le dije sonriendo - además irán muchas minas y quiero estar bien perra cuando les rompa la cara como se acerquen a vos.
Él me miró sorprendido y me sonrió.
- Entonces vos también sos celosa.
- No. - le dije y sentí que me había sonrojado. En realidad si lo era porque estoy loca por este pibe.
- No seas mentirosa - me dijo y me dio un besito en la nariz.
Al final me acompañó a mi casa. Llegamos y me di cuenta de que mis vecinos me miraban por la ventana, esto me divertía en realidad.
- A las 12:00 vengo a recogerte. - me dijo él.
- Vale papi. - le dije y le di un pico. No quería hacer más porque mis vecinos iban a contarles a mis tíos.
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𝐄𝐯𝐚; 𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨
RomanceUna relación entre dos adolescentes que puede acabar peligrosamente mal.