Después de seis horas de vuelo habíamos llegado a Venezuela. Nos hospedamos en un hotel de Isla de Coche, una isla conocida por sus hermosas playas.
Llegamos al hotel muy cansados, definitivamente teníamos que dormir algunas horas para recuperarnos.
El cuarto es muy grande y luminoso. Nunca antes había estado en un hotel tan lujoso.
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- ¿Te gusta? - me dijo Mateo al ver mi cara de sorpresa.
- Es... Increíble. - le dije y lo abracé fuerte.
Pedimos comida porque teníamos alta lija y comimos rápidamente. Luego nos cambiamos de ropa. Nos acostamos en la cama y Mateo empezó a hacerme mimos en el cabello.
- N-No pares. - le dije sin ninguna connotación sexual, pero él como es un malpensado me miró divertido. - ¿Qué? - le dije soltando una risa.
- No, nada. ¿Te apetece coger? - me dijo sonriente.
- No, tengo sueño. - le dije cortante.
¿Éste pibe solo piensa en coger? Vos también Eva, no te hagas la santa.
Me miró haciendo pucherito, pero realmente estaba cansada.
- Ésta noche gordo, ¿te parece? .
- De una. - me dijo sonriente y me dio un pico.
Puse mi cabeza en su pecho, lo abracé por el torso y cerré los ojos.
Narra Mauro
Estaba tranquilo analizando algunos negocios que me podrían beneficiar, cuando me llamó Dam.
- Jefe le tengo una noticia que lo va a poner muy contento.
- Decime. - le dije frío.
- Eva está en Venezuela.
- C-Cómo? - le dije casi sin creer lo que había escuchado.
- Sí, hablé con el padre de Mateo y me dijo que se fueron de viaje a .... Isla del Coche, sí, así se llama el lugar.
- Muy bien Dam. Por fin me das una buena noticia, te merecés una recompensa por esto. - le dije y él se rió. Muerto de hambre.
Seguimos hablando un rato y luego me aburrió y le colgué.
Necesitaba viajar urgentemente a esa isla, lo peor es que tengo que hacerlo sin que nadie se dé cuenta, porque las autoridades me están buscando.
Por fin Eva, por fin estaremos juntos.
Narra Mateo
Nos despertamos y nos cambiamos de ropa para ir a comer. Después de comer seguramente iremos a la playa.
