Capítulo 54

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Narra Mateo

Me desperté y al instante me di cuenta de que Eva no estaba a mi lado.

- Eva, amor, ¿estás en el baño?

Ninguna respuesta. No entendía donde podía haber ido a ésta hora y porqué no me había dicho nada.

Tranquilo Mateo. Igual salió a comprar algo.

Agarré mi teléfono frustrado y la llamé. Tenía el teléfono apagado. No entendía lo que estaba pasando y me estaba desesperando.

Salí del cuarto rápidamente y me dirigí hacia la recepción. Seguramente alguien la había visto, o eso esperaba.

- ¡Buenos días! ¿Necesita ayuda? - me preguntó una señora que estaba sentada enfrente de una computadora.

- ¡Buenas! Eeee sí. ¿Han visto a mi novia salir por casualidad? - le pregunté enseñándole una foto de ella.

Ella negó, pero al verme tan preocupado llamó a otros dos empleados. Les mostré la foto por unos segundos y uno de ellos habló.

- Sí, creo que la vi anoche, salió a las 11:00 p.m. más o menos.

- G-Gracias. - fue lo único que pude decir.

No entendía lo que estaba pasando, pero no me gustaba nada. Volví a llamarla, pero seguía teniendo el teléfono apagado.

¿A dónde podía ir? ¿Qué podía hacer en este momento?

Me levanté de la cama y fui a la comisaría que estaba más cerca.

Les expliqué que había pasado y básicamente me dijeron que no podían hacer nada antes de que pasaran 48 horas.

¿En serio? Hijos de puta.

Fui de vuelta al hotel y me acosté en mi cama. Llamé a mi padre y le conté lo que estaba pasando.

Me dijo que me calmara, que seguramente ella había salido a comprar algo o a dar un paseo, pero me era imposible tranquilizarme.

Sentía que algo malo había pasado y solamente estaba rezando para que no tuviera nada que ver con ese hijo de puta.

Al terminar la conversación vi que Eva me había mandado un mensaje. Lo abrí y me quedé de piedra.

"Sé que te resultará raro lo que acabo de hacer, pero no podía vivir en una mentira. Nunca te quise Mateo, solamente necesitaba tener a alguien en mi vida para pasar el rato. No me busques, estoy muy lejos. Cuídate."

Unas lágrimas empezaron a caer por mis mejillas, no podía creer lo que acababa de leer.

No, es imposible que ella haya escrito eso. Ella me amaba, tanto como yo la amaba, ¿o no? ¿O realmente había sido una mentira?

Ella quería casarse conmigo, estábamos viviendo juntos. Yo quería que ella fuera la madre de mis hijos.

- ¡Noooo Dios nooooo, no me puede estar pasando ésta puta mierda! - grité a punto de tener un ataque de ansiedad.

Narra Eva

Me desperté en un cuarto oscuro, no sabía exactamente cuanto tiempo había pasado.

No podía ver nada, solamente escuchaba el ruido que hacían las gotas de lluvia al golpearse contra la ventana y al instante me acordé de Rain.

"Perdón si me puse sentimental, perdón si descargué mi furia,
Perdón si este tema no te gustó, esto es culpa de un día de lluvia"

Mateo seguramente se había despertado y me daba mucha tristeza no poder despertarme a su lado y todo por mi culpa, porque soy una estúpida.

Seguramente estará buscándome como un loco, él y yo somos inseparables.

Unas lágrimas cayeron por mis mejillas, me sentía tan indefensa. De un momento a otro mis sollozos resonaban por toda la habitación.

- No llores mi reina. - me dijo alguien y reconocí la voz al instante.

- ¿Por qué me hacés esto? - fue lo único que fui capaz de decirle.

- Porque te amo. Vos y yo tenemos que estar juntos para siempre.

- Decime que Mateo está bien, p-por favor. - le dije aunque luego me di cuenta de que igual no fue una buena idea.

- Te lo voy a decir solo una vez y luego no quiero que vuelvas a preguntarme sobre ese bastardo. - me dijo e hizo una pausa. - Está vivo aún, no te preocupes por él. No te volverá a buscar, ya me encargué de decirle que estás bien.

- ¿Cómo? - le dije casi gritando.

Y luego empezó a leerme un mensaje que supuestamente yo le había mandado a Mateo.

Al acabar de leerlo sentí que me estaba ahogando con mis propias lágrimas. No quiero imaginarme la reacción que habrá tenido Mateo al leerlo.

Lo siento tanto bebé.

- Mauro, mi novio no se va a creer esa mierda. Él me buscará, yo estoy segura.

- Dudo que lo haga, Eva. Nosotros, los hombres, somos muy orgullosos. - me dijo como si se estuviera burlando de mí.

- Él no es así, no es como vos.

- Eso no lo voy a negar, yo soy mejor.

- ¿Qué querés de mí? Yo no te quiero, yo amo a Mateo.

Y luego sentí como su mano chocaba contra mi mejilla.

- Lo siento. No vuelvas a decir eso, vos sos mía.

Me quedé callada, mi mejilla ardía y mis lágrimas seguían cayendo sin parar.

- Volviendo a lo de antes, te quiero a vos mi amor, nosotros vamos a ser muy felices y vamos a formar una familia en un futuro cercano. - me dijo como si hace unos minutos no me hubiera golpeado.

Está loco.

Entonces encendió la luz y cerré mis ojos al instante, era muy potente. Los abrí y lo vi de nuevo.

- Prefiero morirme antes de estar con vos. - le dije con toda la seguridad del mundo.

Se acercó a mí y cuando pensé que volvería a golpearme solamente se quedó mirándome fijamente a los ojos.

- Espero que la hayas pasado piola con tu noviecito éstos días, porque mañana nos vamos muy lejos de aquí y no se volverán a ver jamás.










Esto es todo por hoy. Espero que les guste y si es así, voten por favor ❤

𝐄𝐯𝐚; 𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora