Capítulo 56

903 42 26
                                    

Narra Eva

¿Un beso? No. Yo no puedo hacer esto, esto sería serle infiel a Matu.

Pero necesito salir de aquí, no sé que hacer en éste momento. Mauro me está observando detenidamente, espera mi respuesta con ansías.

- ¿Y cómo puedo estar segura de que cuando te bese me vas a dejar salir? - le dije para ganar tiempo.

- Te lo prometo, Eva.

- Pero eso no garantiza nada. - le dije seria.

- No te queda de otra, o confías en mí o te quedas aquí encerrada hasta que a mí me apetezca sacarte de éste cuarto.

Hijo de puta.

Lo miré por unos segundos desesperada, realmente esto era lo que menos quería hacer. Pero tengo que hacerlo si no quiero pudrirme en éste cuarto.

Dale Eva, vos podés.

Con todo el asco del mundo me acerqué a él hasta cuando nuestras respiraciones chocaban. Él me sonrió y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

Puso sus manos en mi cintura y la apretó fuerte. Estaba temblando como una niña pequeña. Me acerqué aún más y nuestros labios se unieron.

Fue un pico que duró menos de cinco segundos, pero para mí duró una eternidad.

Cuando nos separamos él me miró con ternura, aunque seguía dando miedo.

- ¿Contento? - le dije sarcásticamente.

- Ni te imaginas cuanto esperé éste momento hermosa. - me dijo sonriendo.

No puedo decir lo mismo, pelotudo.

- ¿Puedo salir? - le dije casi suplicando.

- Sí, mi reina.

Me levanté con las pocas fuerzas que me quedaban y me dirigí a la puerta. La abrí y salí en una especie de salón grande.

La primera cosa en la que me fijé fue en la puerta. Estaba cerrada con cinco tipos de cerrojos diferentes.

En ese momento me quedó más que claro que no podía salir, al menos no por ahora.

Estaba alegre porque por lo menos ya no estaba encerrada en ese cuarto de mierda.

- En media hora va a venir uno de mis socios, lo digo por si querés cambiarte.

Aún seguía en pijama, ya no me arreglaba tanto como antes porque no tenía sentido si no podía salir de ese cuarto.

Lo miré por unos segundos y asentí. Me fui de nuevo a mi cuarto y me puse esto :

Sí, Mauro me obligó a teñirme el cabello la semana pasada, para que las personas no me reconocieran en el caso de que lograra escapar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sí, Mauro me obligó a teñirme el cabello la semana pasada, para que las personas no me reconocieran en el caso de que lograra escapar.

Extraño mi color natural de cabello, éste no me favorece tanto.

𝐄𝐯𝐚; 𝐓𝐫𝐮𝐞𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora