Limpio las lágrimas que continúan saliendo de mis ojos. Sigo mirando la fotografía y puedo saber al instante que este chico me va a destruir. Lo hará de una forma tan fuerte, que me costará demasiado reponerme de todo lo que ocurra. Lo peor es que también sé que lo hará de manera inconsciente, porque sé que su intención nunca ha sido enamorarme, yo estoy decidiendo enamorarme de él y simplemente pasó.
Termino de beber mi café y me dirijo al departamento.
Entro y subo a mi habitación.
Tomo una toalla limpia y me meto a la ducha.
Reviso el reloj del móvil y por un momento desvío la mirada hacia la pulsera de cuentas de jade. La acaricio con los dedos y no puedo evitar sonreír.
Son poco más de las 4 de la mañana, Saúl debe estar en casa de otro de sus amigos. Espero que se esté cuidando.
Cierro los ojos y duermo hasta que el sonido del móvil me despierta.
Sentí como si hubiera dormido por unos minutos, pero ya han pasado dos horas y media. Ya es posible ver el amanecer por la ventana.
— Dime que no te estoy despertando — es Saúl.
— No te lo diré, pero sí — río mientras me despabilo.
— Sigue durmiendo, entonces, perdona. No quería molestar — dice rápidamente.
— Saúl, ¿estás ebrio? — le pregunto con curiosidad.
— No — se calla por un rato — bueno, un poco — se calla nuevamente — bueno sí, mucho — y ríe.
— ¿Dónde estás? — pregunto levantándome de la cama.
—Por allí y por acullá — ríe nuevamente y me hace reír también.
— ¿Estás sólo?
— Noupe — arrastra la letra o — estoy con una amiga — se calla — Bright, la he perdido — dice preocupado.
— ¿Qué! — pregunto alzando la voz.
— No, no, no, espera — ríe a carcajadas alejando el micrófono del móvil de su boca — acabo de recordar que se fue hace unos minutos en el taxi — continúa riéndose.
— Saúl — digo su nombre seriamente para llamar su atención y funciona — ¿dónde estás?
— Emmm... — calla — exactamente, no lo sé. Quise caminar hasta el edificio, pero creo que me he perdido, Bright. Estoy perdido. — comienza a sollozar.
— ¿En verdad estás llorando?
— Según sí, pero no me salen lágrimas. Creo que he orinado toda el agua de mi cuerpo y mi cuerpo está completamente seco — continua sollozando — Bright, me he quedado sin lágrimas, ¿qué voy a hacer? —pregunta con verdadera preocupación y sus comentarios me hacen reír.
— No te has quedado sin lágrimas — le respondo — es solo que...
— Claro que sí, se supone que estoy llorando y no salen lágrimas — sigue con su sollozo.
— Vamos a hacer que recuperes tus lágrimas, pero necesito que me digas donde estás o mejor aún mándame tu ubicación por WhatsApp. — ya estoy preparado para salir apenas me mande la ubicación.
— Listo — balbucea — creo que ya te la envié, ¿te llegó?
— No me ha llegado nada.
— ¡Que idiota! — se calla — No tú, yo soy el idiota. Le mandé la ubicación a otra persona. — ríe — Bright... — se calla — quiero mandarte la ubicación pero tu nombre no deja de moverse en la pantalla del móvil — se queja con frustración.
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My Thai boyfriend, a superstar.
RomanceSaúl, un chico mexicano de 20 años, al cual se le presenta la oportunidad de irse de intercambio a cualquier universidad de Asia del este, pero el destino y su determinación lo llevan hasta Tailandia. Comparte habitación con Bright, el chico guapo d...