My Thai boyfriend, a superstar.

Capítulo XX.

Saúl POV.

Estos últimos meses han transcurrido tan rápido, que ya estamos a la mitad del semestre. 

Estoy por cumplir mi primer año en este país, y aunque la idea me emociona, también me entristece un poco, porque eso significa que me quedan unos cuantos meses al lado de Bright.

Bright ha estado trabajando tan duro estos meses, que a penas y lo veo en la universidad. Sólo lo veo en las mañanas, cuando desayunamos juntos antes de salir, y en ocasiones lo veo por las noches.

Algunas noches lo espero despierto, pero no tiene una hora llegar, por lo que a veces me gana el sueño y termino dormido en su cama. A la mañana siguiente, al despertar, solo siento como sus brazos me rodean. 

En estos meses, Bright se ha vuelto la persona más importante de mi vida. Ha logrado entrar a cada rincón de mi corazón y siempre deja huellas con sus detalles. Puede que solo hayan pasado unos meses, pero puedo decir con firmeza, que amo a Bright como nunca pensé que podría llegar a amar a alguien. Amo la forma en la que sonríe, me encanta la forma en la que me guiña el ojo cada que habla de mí en entrevistas. Amo la manera en la que sus besos pasan de ser tiernos y dulces, a ser besos totalmente apasionados llenos de lujuria y pasión. Incluso me encanta cómo se preocupa por mí cada que lo hacemos. Hubo un tiempo en el que parecíamos conejos. Después de nuestra primera vez juntos, no podíamos parar hasta que la falta de tiempo, nos obligó a calmarnos. Sí hay manoseo, incluso el muy descarado, me toca el trasero en la calle y no le importa. Esa es otra cosa que me gusta de él, que se ha alivianado bastante. Ya no se muestra tan rudo ante los demás. Ahora se muestra mucho más accesible ante las personas y todo el mundo se ha dado cuenta de eso. La prensa dice que es gracias a mí, que entré a la vida de Bright y le di un giro de 180 grados, y aunque puede que sea así, los méritos siguen siendo del mismo Bright, porque al final de cuentas, él fue quien decidió cambiar de esa manera, yo nunca le pedí que lo hiciera, todo fue iniciativa propia. Esta nueva imagen de Bright es lo que ha hecho que tenga más y más trabajo, lo cual a mí me hace feliz verlo tan activo, haciendo su sueño realidad. 

Por otro lado, ya no voy a la cafetería tan seguido, porque cada semana, los profesores dejan más y más tareas. Simon ha sido muy comprensivo, y por ahora me permite acudir sólo los fines de semana, pero aún sigo horneando postres que siguen siendo un éxito en su negocio. El trato sigue igual, por lo cual sigo percibiendo parte de las ganancias de los postres. Si bien ya no percibo un salario completo, no me puedo quejar. He aprendido a ser más independiente desde entonces y con ello a administrar mejor mi dinero, aunque aún puedo usar la tarjeta de crédito, ya no lo hago a no ser que sea extremadamente necesario, que por suerte aún no sucede. Puedo sobrevivir con unos pocos bahts haciendo despensa, aunque Bright es el que aporta la mayor cantidad de dinero, yo trato de ayudar con los deberes del hogar. 

 Aunque no quiero pensarlo, he comenzado a prepararme para cuando llegue el momento de marcharme y puedo presentir que será muy doloroso. En verdad me esfuerzo por alejar la idea, pero es como si mi mente intentara protegerme ante un inminente hecho que sabemos que va a suceder aunque no queramos. En unos meses tendré qué regresar a México y dejar al más hermoso ser de este mundo atrás. No sé ni cómo va a ser la despedida, mucho menos sé si habrá una despedida. Soy demasiado cobarde y él no se merece eso.

Son cerca de las 11 de la noche y aún no tengo ninguna novedad de él. Supongo que ha sido un día largo para él.

Pongo una porción del espagueti a la carbonara que he preparado y la coloco en un plato para guardarlo dentro del horno de microondas.

Lavo los trastes que he ensuciado y guardo lo que quedó de la comida en el refrigerador.

Espero que le guste. Sé que es su comida favorita, pero es la primera vez que lo preparo. A mí me gustó, esperemos que a él le guste tanto como a mí.