Capítulo XXVII.

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Bright POV.


Ratree ha ido a solicitar que pongan algo de Kpop para el concurso de baile, pero he tenido qué mentirle a Saúl, porque de otro modo, se hubiera negado a quedarse en el escenario.

No me sorprende que Saúl haya ganado la parte del twerking, ya que conozco perfectamente esa habilidad suya de mover sus caderas. No puedo evitar morderme el labio al recordar nuestros momentos íntimos en la cama, la sala o la cocina.

La he regado con él, eso lo tengo más que claro. Fue demasiado idiota de mi parte el darle más importancia al dinero que a nuestra relación. Mi codicia me cegó totalmente. Ahora puede que mi economía sea muchísimo mejor de lo que era antes, pero por esa razón, lo he perdido a él.

Bien dicen que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, nunca había entendido el verdadero significado de esa frase hasta ahora. Podría decir que él es lo que más quería, corrijo: quiero, en el mundo. El departamento ha regresado a ser sombrío y frío, y con justa razón, se fue la persona que iluminaba el lugar cada vez que ponía música para limpiar, para cocinar o simplemente porque le apetecía escuchar un poco de música. Ahora todo está vacío, pues era él y su risa los que llenaban el departamento. Extraño dormir con él. La manera en la que se acomodaba en mi pecho hasta que su respiración acompasaba me notificaba que ya se había dormido.

Antes de Saúl, yo solía ser totalmente independiente, no necesitaba de nadie a mi lado para poder hacer las cosas, pero aún así, siempre sentí que me faltaba algo: compañía.

Cuando él entró en mi vida, aunque fue por ayudar a la Universidad, noté un cambio en mí, sobre todo cuando me acompañaba a realizar algunas compras al supermercado o simplemente cuando nos quedábamos a comer en el departamento. La gente que me rodeaba día con día, podía notar ese cambio en mí. Comenzaron a decir que me veían más sonriente, más alegre, más vivo, más feliz. Cuando se marchó, por mi culpa, regresé a lo mismo de antes y nuevamente todos lo notaron, sólo que eso no me lo decían.

Me arrepiento tanto de haber respondido a ese maldito comentario en Instagram.

Era cerca del medio día y yo me encontraba totalmente ebrio. La rabia me invadió al ver a Saúl con otro chico, que simplemente respondí que sí, que habíamos terminado. No esperé ninguna razón. Ningún motivo. Nada. Simplemente mi cabeza quiso interpretar el peor de los escenarios y exploté.

No sé cómo, pero llegué a la cafetería de Simon, quien en primera instancia me gritó por haber conducido mientras estaba bajo los efectos del alcohol y cuando pensé que se había calmado, me volvió a gritar cuando le dije lo que había puesto en Instagram. Me sugirió eliminarlo y cuando se me bajo la rabia, le di la razón, tenía que eliminarlo, pero lo hice demasiado tarde.

Había decenas de miles de comentarios ofendiendo a Saúl, ofensas que yo merecía, no él.

En un intento de calmar las aguas, aprovechando que la prensa estaba loca por el "chisme del año", di una entrevista que terminó horriblemente. Me cuesta recordar exactamente el porqué, pero algo mencionaron de Saúl, que no me pareció, y exploté nuevamente. Como venganza, la prensa modificó la entrevista, y al final, parecía que yo había mal hablado de él. Logré hacer que corrieran al responsable, pero el daño ya estaba hecho. Maldita sea.

Un día, me encontraba tan mal, que invité a Ratree al departamento. Saqué unas cervezas del refrigerador y me puse a beber desde antes que ella llegara.

Cuando mi mejor amiga llegó, yo ya estaba ebrio. Obviamente me regañó, pero intentó ser empática.

— Soy un idiota — dije balbuceando.

My Thai boyfriend, a superstar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora