Capítulo XL.

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Saúl POV.

A diferencia de mamá, papá se ha mostrado un tanto reacio con la idea de que Bright se quede en casa. Se opone por razones muy graciosas, como que le incomoda la idea de que otro chico duerma conmigo, cosa que es demasiado torpe, porque ya he traído a otros chicos y chicas a dormir a mi habitación, y sí, también ha pasado lo que no quiere que pase con Bright.

Cuando por fin se queda sin argumentos, ya que mamá ha refutado todas sus razones, accede haciendo pucheros como si fuera un niño, lo cual hace que mamá y yo comencemos a reír.

Tomo mi móvil para llamar a mi tailandés, y darle las buenas nuevas. Aunque igual se escucha poco convencido, al final termina cediendo.

Papá me ha prestado su Volvo para que vaya a buscar a Bright al hotel.

Baxter me acompaña sentado en el asiento del copiloto. Sigue siendo igual de obediente que cuando se lo di a Ratree. Así que no se mueve, más que para observar con claridad a las personas y los autos que vamos dejando atrás.

Doblo a la derecha y desde la distancia puedo distinguir al chico de 1.84 metros en la puerta del hotel esperando mientras bebe de una botella de agua.

No puedo evitar quedar embobado ante la sonrisa que me dirige cuando me reconoce a través del parabrisas. Se ve demasiado atractivo con sus jeans azules, una sudadera negra con letras rojas que escriben "CDMX", y unos Converse tipo botines rojos. Es simplemente hipnotizador.

Baxter lo reconoce y comienza a emocionarse antes de que yo aparque frente a la puerta del hotel.

Bajo un poco la ventanilla del copiloto, para que Baxter pueda asomarse un poco y que Bright lo acaricie. Entre tanto, desciendo para abrir el maletero y ayudar al bellboy con las maletas del atractivo tailandés que juega con el can.

Cuando hemos subido todas las maletas, cierro el maletero y le entrego una buena propina al botones como agradecimiento.

- Muchas gracias, joven - dice con una gran sonrisa.

- A ti - le sonrío de vuelta y se retira.

Regreso a mi lugar en el asiento del conductor y Bright sube al asiento del copiloto dejando que Baxter se acomode en sus piernas.

- Hola, guapo - me saluda Bright levantando rápidamente las cejas y después me da un beso rápido en los labios.

- Hola - le respondo sonriendo completamente enamorado - te ves mucho más guapo hoy.

- No más que tú - responde y me da un beso en la mejilla.

- Claro que sí - sonrío y enciendo el motor del auto - Así que... ¿CDMX? - le pregunto mientras comienzo a conducir.

- Tenía que adaptarme a la ciudad - responde y comenzamos a reír.

Doblo a la derecha y hago mi respectivo alto frente al Auditorio Nacional.

Nuevamente doblo a la derecha sobre Paseo de la Reforma para llegar directamente a la entrada de la casa.

Llegamos y abro el portón para poder entrar y Baxter se emociona al ver el jardín.

Coloco el Volvo en el garaje y el primero en bajar es "nuestro bebé".

Abro el maletero para bajar todas las maletas de Bright, quien ha viajado con 6 maletas. Lo que, pensándolo bien, me parece demasiado extraño, ya que no le he preguntado cuánto tiempo piensa permanecer en el país.

Cierro el maletero y activo la alarma del auto de papá.

Entramos por la entrada que hay en el garaje y recorremos el pasillo que nos lleva al living.

My Thai boyfriend, a superstar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora