Saúl POV.
No sé si solo a mí me pasa, pero siempre siento que los últimos días del año, son los que más rápido transcurren.
Son las 3:30 de la tarde, y me encuentro en la puerta de la cafetería esperando a Bright.
Al igual que el 24 de diciembre, hoy trabajamos media jornada. Hoy me tocó esperar en soledad a mi roomie, porque Simon se fue con prisa hacia el centro comercial. Según él, compras de último minuto, así que ando sentado a la orilla de la acera, esperando.
Extrañamente, este día está siendo el más calurosos del mes, supongo que quiere que lo recordemos como tal, porque nada más no aguanto el calorón. Y eso que estoy bajo la sombra de un árbol.
Para tratar de despejar la mente y olvidarme un poco del calor, me he puesto los audífonos y le di play al reproductor del móvil. Imagine Dragons, me acompañan en la espera con la canción Believer. Comienzo a disfrutar la música y mi estómago comienza a hacer ruidos. Tengo hambre. Simon me ofreció un croissant antes de cerrar, pero lo rechacé. En ese momento no tenía hambre, pero debí aceptarlo para guardarlo. Quizás así tendría algo para matar el hambre. Qué tonto fui.
Cuando ya han terminado cinco canciones, veo la SUV de Bright a lo lejos, y mi emoción crece conforme se acerca a mí.
Aparca frente a mi y detengo la música para quitarme los audífonos casi de inmediato.
— Lamento la demora — dice cuando subo al auto. Por suerte tiene el aire acondicionado encendido.
— No te preocupes. Lo entiendo. — le sonrío y me pongo a disfrutar el aire fresco que sale de las ventilas de la camioneta cerrando los ojos.
Bright salió desde muy temprano por la mañana, por lo que me dejó casi dos horas antes en la puerta de la cafetería, porque toda la mañana y parte de la tarde, los artistas que animarán el evento de fin de año, tienen qué practicar. Así que, en verdad entiendo que haya llegado tarde.
— ¿Tienes hambre? — me hace abrir los ojos.
— Tengo tanta hambre que podría comerme una vaca completa — digo con exageración.
— ¿Por qué no dices nada? — me da un manotazo en la pierna — ¿Quieres ir por hamburguesas? — me dedica una sonrisa.
— ¡Por favor! — le hago un puchero y el ríe.
— Por cierto — cambia el tema — necesito regresar a la locación del evento. ¿Puedes acompañarme? Creo que te serviría para que conozcas bien el lugar y conozcas otros lugares de la ciudad.
— Vamos — le respondo — pero primero vamos por las hamburguesas, por favor — sigo haciendo pucheros para hacerlo reír.
Llegamos al drive thru de un McDonald's y pide la orden en tailandés, así que no tengo ni la menor idea de lo que ha pedido, paga y el ticket que le entregan, me lo da por unos instantes.
— ¿Qué es el Kaprao rice? — entrecierro los ojos viendo hacia él y comienza a reír.
— Es una versión, que McDonald's maneja, del Phat kaphrao. Es una comida muy popular en el país. Básicamente es, un salteado picante de pollo, aunque también puede ser de cerdo o res e incluso mariscos, con hojas de albahaca sagrada, un toque de ajo y otras especias, y se acompaña con arroz. McDonald's lo maneja con pollo crispy, aún no sé porqué, pero bueno, cada quién saca las versiones que desea y como quiera. — ríe — Espero que te guste, supongo ya era hora de que comieras o probaras un poco de comida tailandesa. Sólo que es picante, supongo olvidé preguntarte si comes comida picante — hace gestos como si estuviera pensando.
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My Thai boyfriend, a superstar.
RomansaSaúl, un chico mexicano de 20 años, al cual se le presenta la oportunidad de irse de intercambio a cualquier universidad de Asia del este, pero el destino y su determinación lo llevan hasta Tailandia. Comparte habitación con Bright, el chico guapo d...