Capítulo VIII.

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Ha finalizado la jornada laboral. Son las 3 de la tarde, les deseé una feliz navidad a mis compañeros de trabajo antes de que se retiraran y me quedo con Simon esperando a que mi roomie venga por mí. Aprovecho el tiempo a solas con Simon y le entrego su regalo. Mi jefe se sorprende un poco, pero su regalo le encanta. Lo que yo no esperaba, es que él tuviera un regalo para mí. Me entrega una bolsa de regalo que lleva dentro una caja rectangular.

— Espero que te gusten y que te queden —dice emocionado.

Saco la caja y me doy cuenta que es una caja de zapatos. Abro la caja y dentro hay unos zapatos de gamuza, son zapatos de vestir, en un color azul Oxford.

— Muchas gracias — dije sacando uno de los zapatos y sonriendo alegremente.

— No agradezcas, a ver si así te pones otras cosas que no sean tus converses — ríe burlonamente — ya tendrás la oportunidad de estrenarlos, pero pruébatelos, quiero saber si le atiné a tu talla — reímos los dos.

Jalo una de las sillas para poder sentarme y probarme los zapatos.

Una vez sentado, me quito mis botines converses, y me pruebo mis nuevos zapatos.

— Diste en el clavo — dije levantando la mirada y sonriendo.

— Ya sabía, tengo buen ojo — me dirige un guiño.

Me saco los zapatos nuevos y los guardo nuevamente en su caja, acto seguido me coloco nuevamente los botines.

Le ayudo a cerrar el local y nos sentamos bajo la sombra del árbol que está a la orilla de la acera.

Estamos terminando de sentarnos, cuando vemos a lo lejos la SUV blanca de Bright y nos ponemos de pie nuevamente.

Mi roomie se estaciona frente a nosotros y se baja para saludar a Simon.

— ¿Y esto? — pregunta curioso señalando la bolsa de regalo que me entregó mi jefe con anterioridad.

— Un presente por parte del jefe. Supongo le caigo muy bien — mi comentario hace que los tres comencemos a reír.

— Vayan con cuidado, chicos — suelta simón. — Feliz navidad Saúl — me abraza fuertemente.

— ¡Hey! ¿Yo estoy pintando? — pregunta Bright como si estuviera dolido.

— Feliz navidad para ti también, amigo mío — estrechan sus manos e inmediatamente se abrazan.

Como lo había planeado, dormí unas 3 horas aproximadamente. Son las casi las 7 pm, así que debo comenzar a alistarme.

Tomo una toalla limpia, y dejo el outfit, que ya había pensado usar desde hace varios días atrás, sobre el colchón.

Me meto a la ducha y comienzo a bañarme.

Salgo del baño usando nada más mi ropa interior. Voy hacia la cama y veo que mi outfit, ha desaparecido y en su lugar hay un traje en la cama.

Es un traje de color beige. Se ve bastante bonito. Me acerco a la cama para apreciarlo mejor, y veo que hay una nota sobre el saco.

Este traje es para ti. Úsalo, por favor. Te verás increíble con él.

Debo admitir que me he sorprendido un poco, porque no esperaba nada como eso.

Sin pensarlo más, me meto en el traje.

Honestamente, no me gusta mucho la formalidad del traje, siempre suelo utilizarlos de un modo más casual. Así que omito usar la corbata y dejo los primeros dos botones de la camisa blanca abiertos. Tampoco me coloco el saco, si no que me quedo nada más con el chaleco.

Me coloco los zapatos que me regaló Simon y me paro frente al espejo.

Nunca he sido muy fanático de usar traje, pero sí los he utilizado antes, sobre todo cuando acompañaba a mis padres a eventos sociales. Mamá dice que me veo más guapo con traje, pero que entiende que no me gusten. Aparentemente mis ancestros también odiaban vestir formalmente. Así que, a palabras de mamá, lo llevo en la sangre.

Son las 7:45 pm, en México son 12 horas menos, así que son las 7:45 de la mañana... Pienso que lo mejor sería hacer una videollamada con mis papás en la madrugada cuando regrese a casa.

— ¿Estás list... — intenta preguntar Bright, mientras entra a mi habitación, pero por alguna razón no finaliza la pregunta y miro hacia su dirección — ¡Wow! — exclama inmediatamente — Saúl, te ves — se calla para acomodar sus ideas — súper bien. — Se adentra en mi habitación y se para detrás de mí, mientras yo regreso mi mirada a mi reflejo — ¿cómo puedes hacer que un traje se pueda ver tan bien aún utilizándolo de una forma más casual?

— No sé —me encojo de hombros — pero me gusta como me veo así. Nunca me ha gustado ser tan formal — admito — así que me gusta más usarlos así —¿hay problema si no utilizo el saco? — pregunto girando mi cabeza para verlo — es que hace calor — bajo el tono de mi voz.

—No hay problema — sonríe — incluso pienso que no es siquiera necesario. Te ves muy bien así como estás ahora.

Regreso mi mirada a mí reflejo y ahora, aprecio a mi roomie a mis espaldas, quien lleva puesto un traje en color azul marino.

— Gracias — sonrío ampliamente — tú también te ves muy bien — lo tomo de su muñeca haciendo que se pare junto a mí — somos muy guapos — digo alargando la segunda palabra y comenzamos a reír.

Bright saca el iPhone que guardaba en el saco y nos toma una foto frente al espejo.

— Para el recuerdo —dice guardando el móvil nuevamente en su saco.

Bajamos las escaleras y se dirige hacia el árbol de navidad. Se agacha y toma una caja pequeña.

—Para ti —dice entregándome la caja.

— Muchas gracias — comienzo a abrir el regalo.

Al abrir la pequeña caja me encuentro con una cadena y un anillo. Ambos son de oro. Levanto la mirada y observo a Bright sorprendido.

— Bright, no debiste — digo con perplejidad — suficiente con el traje — digo en forma de murmullo.

Bright ríe y se acerca más a mí.

— Tenías que tener el outfit completo. Por suerte el traje lo usaste de una forma más casual y no formal, porque pensándolo bien, la cadena no iba a combinar si te ponías la corbata — ríe — así que ahora puedes usarlos también.

Saca la cadena de oro y me ayuda a ponérmela.

— ¡Listo! — exclama — ahora falta que te pongas el anillo y queda listo el outfit.

Tomo el anillo y me doy cuenta que no va a entrar en ninguno de mis dedos. Río levemente al notarlo y le comento a mi roomie.

— Diablos — masculla — lo cambiaré mañana.

— No te preocupes, podemos solucionarlo.

Me quito nuevamente la cadena y la paso a través del anillo, dejándolo como si fuera un dije.

— Así está mejor — sonrío y Bright me ayuda a colocármelo nuevamente.

— Muchas gracias, Bright — sonrío y lo abrazo fuertemente.


My Thai boyfriend, a superstar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora