Bright POV.
Hace una semana que regresé de Japón. Extrañaba el clima cálido de Bangkok, aunque ya es primavera, en Tokio aún hay temperaturas bajas.
Fuimos para grabar unas escenas en donde se apreciara el Monte Fuji, una escena de acción en realidad, para que la serie sea lo más fiel posible al libro del cual están sacando la historia, como un homenaje para el autor del mismo.
Ahora estamos grabando en los foros de la televisora.
Reviso el móvil para revisar la hora y desvío la mirada hacia el anillo de plata que uso desde el momento en el que Saúl me lo entregó.
12 del medio día.
— ¡Mierda! — mascullo.
— Tengo qué irme — le digo al director.
— No puedes irte, Bright — responde sin verme.
— Ya he terminado mis escenas — digo tomando mi mochila — nos vemos mañana temprano. Lo prometo. — Salgo corriendo sin esperar una respuesta de su parte.
Subo a mi camioneta y me pongo en camino.
— Tengo qué llegar — pienso mientras acelero a fondo.
Estoy a casi 30 kilómetros. Así que lo mejor es que tome la autopista con dirección al aeropuerto.
Voy conduciendo a 120 km/h intentando no chocar con ningún auto de los que intento esquivar.
Después de conducir por 35 minutos entro al estacionamiento del Aeropuerto Internacional Suvarnabhumi.
Bajo corriendo y esquivo un auto que estuvo a punto de arrollarme. El conductor toca el claxon mientras le pido disculpas y comienzo a correr nuevamente hacia la entrada de la terminal aérea.
El aire frío proveniente del aire acondicionado golpea directamente en mi rostro.
— ¿Dónde estás? — murmuro mirando hacia todos lados y corro hacia cualquier parte.
— ¡Mierda, Saúl! No puedes irte. — pienso mientras corro con prisa — No nuevamente — me detengo cuando unos fans me reconocen y se ponen frente a mí.
— Lo siento chicos, en verdad llevo prisa — digo rodeándolos y continúo corriendo.
El aeropuerto es inmenso. Hay demasiada gente y no veo ninguna señal de Saúl por aquí.
— ¿Bright? — escucho que alguien me llama y giro para encarar a la persona que ha dicho mi nombre.
— ¡Ratree! — exclamo con emoción.
— ¿Qué haces aquí? — pregunta estupefacta.
— Intentaba despedirme — suspiro y por la cara que ha puesto, me doy cuenta que no lo lograré — ya es demasiado tarde, ¿verdad? — pregunto en un susurro.
— Lo siento mucho — me responde en voz baja.
— ¡Maldita sea! — murmullo y Ratree me abraza con fuerza. — Ratree... — sollozo — lo he arruinado y lo he perdido todo..
— Tranquilo, Bright — susurra.
Nos quedamos ahí, de pie en el centro de todo.
Al haber fracasado en la despedida, regreso al departamento. Me quito los zapatos y los dejo en el recibidor. Arrastro los pies hasta llegar a mi habitación.
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My Thai boyfriend, a superstar.
RomanceSaúl, un chico mexicano de 20 años, al cual se le presenta la oportunidad de irse de intercambio a cualquier universidad de Asia del este, pero el destino y su determinación lo llevan hasta Tailandia. Comparte habitación con Bright, el chico guapo d...