Capítulo XLVI.

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Saúl POV.

Es el cumpleaños de Bright.

Con la ayuda de mamá y papá, logré conseguir mariachi para cantarle Las Mañanitas.

— Te ves muy guapo vestido de mariachi — me dice mamá sonriente.

Estamos debajo del balcón del chico tailandés. Son las 5:30 de la mañana y Fer lleva en sus manos un pequeño pastel ópera que básicamente he terminado de hacer. 

Hace más frío de lo que hizo en la madrugada de navidad, pero el traje que tengo puesto, es lo suficientemente cálido.

— ¡Arránquense muchachos! — grita papá y los chicos comenzaron a tocar.

Todos comenzamos a cantar al unísono.

Decidí rentar un traje de mariachi sólo para ver si el cumpleañero lleva aún el recuerdo en su memoria.

Un minuto después de estar cantando, las luces de la habitación del tailandés, se encienden. 

Puedo ver cómo la ventana corrediza comienza a abrirse y lo veo. Lleva puesta una pijama en color celeste. Aún está quitándose el sueño de los ojos, pero lleva una gran sonrisa en su rostro. Es simplemente guapo.

Esta navidad fue demasiado especial para Bright, ya que es la primera vez que lo celebra de una manera más occidental de cómo lo celebran en Tailandia.

La mañana del 24 de diciembre, los dos acompañamos a mamá al supermercado, ya sabes, siempre hay que comprar cosas a última hora, mientras que Fernando se quedó descongelando el pavo.

El supermercado era un total caos. Gente en todos lados, sobre todo en el área de juguetería y en atención al cliente.

Desde finales de noviembre, decoramos la casa con cientos de focos navideños así como el gran pino adoptado que se encuentra en el living. Con adoptado, quiero decir, que literalmente lo es. Es una nueva modalidad que se está manejando en la Ciudad de México y sus alrededores. Los bosques que están especialmente diseñados para la siembra de pinos para la navidad, sacan el pino y lo colocan en una maceta con tierra suficiente, lo único que tienes qué hacer es cuidar de él echándole agua cada dos o tres días. Cuando las fiestas decembrinas finalicen, llamas a las oficinas y ellos van a buscar el árbol navideño a la puerta de tu hogar para volverlo a colocar en su lugar. Creo es una manera más amigable de celebrar la navidad, aunque como es un concepto nuevo, es algo costoso.

Mamá pensó, que para salir rápido de todo el bullicio, lo mejor era separarnos. Nos entregó una lista a Bright y a mí de lo que debíamos agarrar y luego tomamos una pequeña canasta y nos dividimos.

Tomé dos paquetes de pan de molde así como un bote grande de mayonesa. En el pasillo siguiente, tomé leche condensada y crema.

A Bright, mamá lo mandó al área de frutas y verduras. Mi chico debe tomar cinco kilos de manzanas, dos piñas, medio kilo de nueces, tejocote, guayaba, piloncillo y tamarindo.

Estoy agarrando unos totopos y unas latas de frijoles refritos negros cuando recibo una llamada.

— Oye... — dijo tímido — ¿qué diablos es un tejocote? — su pregunta me hizo reír a carcajadas.

— Es una fruta pequeña, como del tamaño de un limón, pero de color amarillo anaranjado — respondí — parece una manzana pequeña o bien un tipo de cereza medio extraña pero grande o bien algo similar a un chabacano.

— No veo nada como eso — se quejó.

— Voy para allá. — respondí rápidamente y finalicé la llamada.

My Thai boyfriend, a superstar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora