Era por la mañana, más concretamente la mañana del lunes, y me había acostado aquella noche exageradamente temprano para poder ir descansada a mi segundo primer día de trabajo.
Apagué la alarma ya completamente despierta, pude ver en el despertador que eran las seis y cuarto de la mañana.
Estaba emocionada, ilusionada, y sobretodo... Con ganas de impartir justicia en aquella ciudad llena de locos y delincuentes.
Me levanté con más entusiasmo de lo que debería, haciéndome sisear gracias al brusco movimiento. Cogí mi muleta, me apoyé en ella con más cuidado que hacía unos segundos, y con bastante trabajo, me levanté de la cama.
Aún llevaba mi pijama, el cual constaba de un pantalón corto de chándal negro, y una camiseta algo grande roja, la cual tenía metida parcialmente por dentro. Me puse en pie intentando estabilizarme, y comencé a caminar fuera de la habitación, dándome cuenta de la ausencia del colchón que temporalmente se había instalado al lado de mi cama.
Salí al salón, mirando por todos lados y buscando a mi hermano. ¿En serio se había ido sin despedirse siquiera?
Logré divisar una nota enganchada de la nevera, la cual había sido escrita pulcramente con la letra de mi hermano.
"Querida Kat,
Te escribo esta nota porque me he tenido que ir antes de lo que tenía previsto, sin dejarme posibilidad de despedirme de ti.
Quiero que sepas que te quiero mucho, que eres mi hermana, y que haría cualquier cosa por ti. Esto quiero que lo sepas en el caso de que por alguna razón no vuelva."
Me estremecí en mi sitio al imaginarme esa posibilidad. Luego continué leyendo.
"También quiero decirte que volveré probablemente el domingo de esta nueva semana, y que si todo sale bien, el tema de nuestro padre quedará completamente solucionado. Sin ningún hilo suelto.
Por último, Conway me ha avisado de que llegará más o menos a las seis y media a casa, para ir a recogerte e ir a comisaría. Por la tarde volveréis para coger una maleta con tus cosas, y os ireis a su apartamento.
Espero que todo salga bien y que en poco tiempo podamos vernos, no me he ido aún y ya te echo de menos.
Pd: Dile a Horacio que volveré pronto, que no se preocupe por mí.
Con cariño,
Tu hermano"
Al terminar de leer la nota varios sentimientos se instalaron en mi organismo: Nerviosismo, puesto que si había escrito esa nota era porque cabía la posibilidad de que no volviera. Miedo, por si aquella posibilidad de hacía real. Tranquilidad, puesto que si todo salía bien, el tema de mi padre se solucionaría de una vez por todas. Y por último, y la más prominente de todas, estrés: Jack llegaría en doce minutos y yo estaba parada en la cocina mirando una nota.
Con rapidez (toda la que mi cuerpo y mi muleta me permitía), me adentré en el baño de la habitación, me lavé la cara, me peiné el pelo, haciéndome una coleta bastante alta y bien recogida. Me lavé los dientes y mantuve en mi boca por unos segundos algo de colutorio, y una vez lo escupí, me dirigí al vestidor.
Me decanté por algo menos oscuro de lo que solía utilizar, a sabiendas de que igualmente me lo tendría que cambiar por el uniforme.
Me puse unos vaqueros azul marino, roto por los muslos, y decorado con un cinturón marrón de cuero. Encima me puse una camiseta de tirantes negra, la cual era parcialmente tapada por una chaqueta de punto beige bastante grande. De calzado me decidí por unas playeras negras de cordones, las cuales combinaban a la perfección con la ropa.
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Curiosidad. (Jack Conway)
FanfictionRusa, fría, y tremendamente profesional. Americano, frío, y tremendamente jodido. Los dos tenían algo en común, y era el sufrimiento que habían pasado gracias a su vida. Esto les llevaría a un mismo lugar pero, ¿Quién sabe cuál sería?