Modo sexo señoras y señoressss, si eres menor, sensible, puritano, hijo de Dios, seguidor de la castidad, o no fan de volkacio puedes saltar el cap, a no ser que seas lo último, si eres lo último no entiendo qué haces aquí. Fuera de mi historia.
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Si no lo saltas, no es mi responsabilidad posibles traumas, orgasmos o incomodidad.
(Cabe recordar que si no te gusta este contenido preferiría que lo saltaras sin comentar nada, puesto que los comentarios como "me incomodó" o "no se te da bien escribir este tipo de escenas" me crean inseguridad y preferiría que me lo dijerais al privado, muchas gracias y disfrutad.)
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.Sus temblorosas manos se agarraban a todo objeto posible, buscando un lugar donde apoyarse puesto que sus piernas, debido al placer que estaba recibiendo, estaban fallando hasta el punto de no poder apoyarse en ellas. Aquel hombre de pelo blanco le sostenía la cintura con uno de sus brazos, y aunque pareciera un simple gesto la mar de común... Lograba crear un huracán completo de sensaciones en el cuerpo del contrario.
El de cresta estaba recibiendo un sin fin de besos en el cuello, caricias en todo su cuerpo, y sensaciones que le recorrían desde su piel hasta su corazón.
Había esperado tanto aquel momento... Su tan ansiado golpe de suerte en un mundo donde la desgracia lo perseguía. Había trabajado duro de inspector, había trabajado duro de agente infiltrado, había trabajado duro para ganarse a aquel comisario que tan despistado le tenía siempre... Y al menos una de esas tres cosas le estaba dando resultados...
No tardaron en notar que aquel vestidor era un lugar realmente incómodo para realizar todo lo que estaban por hacer... Así que se desplazaron entre suspiros, caricias y besos hasta la cama del más bajo.
El peliblanco apoyó al peliazul en aquella acolchada superficie lentamente, sin despegar sus bocas en ningún momento, puesto que aquel beso estaba tan lleno de picardía, deseo y lujuria, que lograba ser tan adictivo para ambos que ninguno quería acabar con él jamás.
Al echar en falta su tan preciado aire, tuvieron que separarse de aquel adictivo beso... Sin embargo, aquello no fue un inconveniente, puesto que nada más dejarlo, una mano se coló por encima del pantalón del mayor, haciendo que éste echara la cabeza hacia atrás como símbolo de puro placer.
-Ah... Volkov... -su cresta despeinada se enredaba a cada movimiento de cabeza que hacía su dueño, mientras cerraba los ojos y se sumía en aquella deliciosa nube de deseos.
El comisario solo se encargaba de deleitarse ante tal imagen frente a él: tenía a su tan deseado compañero debajo de su cuerpo, entre sus piernas, mientras gemía su nombre entre suspiros y jadeos y le rogaba por que continuara con sus caricias. Solo hizo falta otro gemido algo más fuerte por parte de Horacio, para que el miembro de este hombre comenzara a doler dentro del pantalón.
-Я сделаю тебя своей... (Ya sdelayu tebya svoyey.../Te voy a hacer mío...) -susurró en el oído de su acompañante, para luego subir sus dos manos hasta su cintura y colocarlo algo mejor en aquel colchón.
Tras aquel impulsivo acto, escaso de la anterior delicadeza, comenzó a repartir un sin fin de besos y lametones por el abdomen de aquel indefenso hombre, mientras que con una de sus manos seguía acariciando el pantalón de éste, y con la otra aprisionaba sus muñecas casi al borde del lateral contrario de la cama.
Agarró el borde de su camiseta con la boca y fue subiendo ésta lentamente a la par que su mano se movía por encima de la zona sensible del de cresta. Mientras, él solo gozaba de todas aquellas sensaciones, y notaba cómo las mariposas que anteriormente habitaban en su organismo cada vez que veía a aquel hombre, se convertían en un inmenso zoológico.
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Curiosidad. (Jack Conway)
FanfictionRusa, fría, y tremendamente profesional. Americano, frío, y tremendamente jodido. Los dos tenían algo en común, y era el sufrimiento que habían pasado gracias a su vida. Esto les llevaría a un mismo lugar pero, ¿Quién sabe cuál sería?