CAPÍTULO OCHO

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El Boquete está irradiando tanta energía oscura que ya nadie tiene fuerzas ni siquiera para mantenerse en pie.

No importa que tanto me convenza de que soy fuerte. La falta de comida y agua hacen de mi cuerpo un organismo débil. El ejercicio riguroso de mantener a todos a salvo lo mantiene en buena forma pero la falta de nutrientes lo hace demasiado peligroso. ¿Cómo es que sigo viva? No lo sé.

En realidad no me extraña que aún siga con vida pero nunca he podido entender cómo es que logré sobrevivir siendo una niña. Vi a mis padres desvanecerse delante de mis ojos, vi cómo las personas se reducían a una brisa helada y susurros espeluznantes. Nadie gritaba, simplemente cerraban los ojos y luego ya no estaban.

Absolutamente nadie sabe qué es lo que pasa con los humanos que las Criaturas Oscuras consumen.

¿Describir a una? Es casi imposible. Tal vez podrían compararse con un manchón negro que la visión dificilmente captaba. Justamente por esa razón hemos aprendido a sentirlas como lo hacen ellas con nosotros.

Tenemos una ventaja sobre ellas porque nosotros podemos escucharlas cuando están cerca pero mayoritariamente las sentimos. Es difícil ignorar la presencia de una Sombra.

Tu cuerpo siente el peligro, tus vellos se erizan y es tan pero tan complicado no temer.

Como de la lata de arvejas vencida y pretendo ignorar el olor pútrido que proviene de ella.

No habían lujos en el Ahora. Somos afortunados si conseguimos darnos una ducha. Las cañerías siguen funcionando pero el agua ya no es potable. Las personas se adueñan de las casas que aún tienen sus cañerías sanas y por eso es difícil conseguir agua.

El fuerte cuenta con cañerías pero somos muchos dependiendo de él. Nuestro Clan es dueño de la única base militar que consiguió mantenerse en pie luego de El Boquete.

Es hogar tanto de niños abandonados como de familias desesperadas por sobrevivir.

¿Lo malo de dirigir un lugar así? Que a veces tenía que elegir.

Sería un error garrafal meter una persona enferma en un lugar cerrado donde las personas están tan aglomeradas que pronto deberemos buscar otro lugar para seguir albergando gente.

La confianza plena en una persona ya no existe. Si no nos daban una buena razón para protegerlos no lo hacemos. Se siente horrible tener que estar eligiendo quién tiene el derecho de ser protegido y quién no, quién puede vivir y quién no.

El Ahora es un lugar horrible. Fue como retroceder millones de años en avances tecnológicos y científicos. Estamos aprendiendo a cómo vivir otra vez.

Quiero un cambio, quiero un lugar mejor para vivir, pero no tengo esperanzas.

La esperanza se desvaneció junto con la imagen de mis padres abrazados.

Tampoco me permito pensar en el futuro porque estoy muy segura que todo se hará peor. La única solución factible es la guerra.

Y el único desliz en ese plan es que nadie sabe cómo acabar con las Sombras.

SURVIVOR: El Mundo de las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora