SURVIVOR: El Mundo de las Sombras

CAPÍTULO CATORCE

He estado sola por lo que yo creo que fueron dos días. Mi cuerpo está cada vez más débil y ni siquiera he podido consumir agua. Me estoy muriendo y la marca en mi cuello solo hace el proceso más rápido.

Me siento sucia otra vez y los susurros de las Sombras han logrado desorientarme. Me estoy volviendo loca y el Dios de las Sombras simplemente me abandonó.

¿Estaba condenada a morir igual que Mística? ¿Mi destino era dejarme morir?

"Kellyanne"

Jadeo y parpadeo varias veces.

― Siv...

"¡No! No digas mi nombre. Rápido, concéntrate solo en mí. Ya lo hemos hecho, tú puedes."

"Me siento débil."

"El Gran Ángel te destinó a Dorian."

"Eso tengo entendido."

"Pero no acabas por comprenderlo del todo. Escúchame muy bien. Con el pasar de los días te enamorarás de Dorian y no podrás hacer nada contra ello."

"¿Por qué no?"

"¿Conoces el yin y el yang verdad?"

"¿Qué tiene que ver eso con Dorian y conmigo?"

"Quiero darte un ejemplo que logres entender. Lo creas o no, mi único propósito es ayudarte." "El yin y el yang describe a dos fuerzas opuestas que se complementan. Cada una de estas fuerzas está presente en su opuesto." "Hay un poco de ti en Dorian y un poco de él en ti. Tú eres ese punto de luz que él necesita y Dorian es la oscuridad que a ti te falta." "El yin y el yang son interdependientes, es decir, cada una de estas fuerzas necesita de la otra para existir." "Si tú sigues luchando contra la atracción el dolor se hará peor y terminará por consumirte. Cuando eso pase no solo tú dejarás de existir, sino que Dorian sufrirá el mismo destino. El Mundo de las Sombras se quedaría sin su Dios y el caos reinaría en nuestro mundo y aquí en el tuyo. El Boquete se expandirá hasta consumirlo todo y a todos."

"No sé qué decir, yo... Eso es demasiada presión, no puedo... ¡No es justo!"

"No, mi niña, no lo es. Pero sucederá si no sucumbes ante Dorian."

"¡No es justo! ¡No quiero hacerlo!"

"Te queda poco tiempo, Kellyanne. Tu cuerpo no resistirá como lo hizo el de Mística, eres humana."

"¡Ayúdame!"

"Acabo de hacerlo. Sálvate a ti misma y sálvanos a todos."

"¡No! ¡Siverius! ¡No es justo!"

Siento la desconexión y me desespero.

"Por favor... ¡No quiero esto! ¡No lo pedí! ¡No lo hice!"

No hay respuesta.