•[SIEMPRE mientras ESTÉ]• (COMPLETA)

57. UN PEQUEÑO PROBLEMA

BACO

Estaba bastante asustado, mi respiración se había cortado al oír su voz tras nosotros. El sonido de su voz me indicó que acababa de perder a mi mejor y único amigo.

-Cameron por favor no precipites las cosas y escúchame primero. -lo traté de tranquilizar con mi voz sosegada.

-No quiero escucharte Baco. Vas a escucharme tu a mí. -sus fosas nasales se agrandaron y tomó aire para comenzar con sus reproches- Te dije que no te acercaras a mi hermana. Baco te lo pedí por favor, sabías que iba a pasar si sucumbías. Sé que mi hermana es guapa, eso es obvio. Pero no puedes mantener tu polla en su sitio por nadie o qué.

-Tu hermana no es cualquiera Cameron, la quiero de verdad. -me comenzó a temblar la voz. Todo el mundo me impedía ser feliz, ella era toda mi felicidad y tanto mi padre como mi mejor amigo me querían mantener alejada de ella. No comprendía como la vida podía llegar a ser tan injusta.

-Baco si la quisieras no habrías hecho nada con ella. ¿No comprendes que no eres bueno para ella? No le conviene una persona como tú en su vida. Mis padres y yo la alejamos de este mundo por algo, ahora que acabamos de salir no puedes involucrarla. -sus palabras salían llenas de furia y rencor. Hablaba como si fuera un parásito en su vida, como si yo deseara que todo le fuera mal.

-Cameron voy a dejarla. -mi barbilla tembló, hacía mucho tiempo que no me sentía así de débil por nadie. Me senté en la cama para intentar proseguir, Cameron estaba desconcertado.

-¿Cómo que vas a dejarla? Encima de tirartela ahora piensas dejarla por la cara, no piensas ni luchar por ella. ¿No ves? Sabía que llevaba razón. -comencé a murmurar las razones por las que lo iba a hacer ya que mi voz no lograba salir de mi cuerpo pero el volumen de Cameron sobrepasaba el mío- Eres un cabrón Baco, no sabes el daño que vas a hacerle. Nunca debiste de tocarla, no sé cómo puedes ser mi amigo. Eres un insensible.

-JODER CAMERON, CALLA Y ESCÚCHAME. -estallé ante la impotencia de no poder elegir sobre mis acciones. Cameron se quedó callado y me miró extrañado cuando vio como una lágrima salía de mis ojos- Mi padre ha resultado ser the boss y no me deja salirme de esta mierda. Sé que no puedo darle una vida buena a Dakota y no la quiero atar, la dejaré para que no tenga que pensar en mí a la hora de tomar sus decisiones. Quiero que sepas una cosa Cameron, eres mi mejor amigo e intenté resistirme por activa y por pasiva. Pero me estabas matando por dentro, comprendo que quieras lo mejor para ella yo también lo quiero; pero recuerda que yo también quiero lo mejor para ti. Eres mi mejor amigo y te quiero como a un hermano, por eso me jode que hayas sido tan egoísta. No me has dejado ni siquiera explicarte lo que realmente siento por tu hermana. Deberías de ponerte en mi lugar, ¿qué hubieras hecho si Dakota no te hubiera dejado estar con Carol? Habrías reaccionado de la misma manera que yo o incluso peor. Por eso te pido que me dejes disfrutarla un poco, antes de tener que volver a la sede y dejarla. Creo que no va a ver nada más difícil que dejarla ir Cameron.

Limpié mis lágrimas y tapé mi cara por temor a la reacción de Cameron. Desde luego me había quedado agusto, había soltado todo lo que retenía en mi interior desde hace más de un mes.

Noté como el colchón se hundió junto a mí, destapé mi cara y vi a Cam sentado mirando hacia el suelo.

-Se nota que la quieres de verdad… -su mirada estaba fija en un punto indeterminado del suelo y parecía reflexionar acerca de todo lo que le había contado- Nunca te había visto llorar… Te ayudaré a salir de esta, los dos conseguiremos que salgas de la sede como sea. Así podrás estar con mi hermana.

Esto último lo dijo seguro, después se tiró a mis brazos y nos dimos un abrazo. Una sensación de calidez invadió mi cuerpo, era mi amigo de verdad.

-No sé cómo piensas hacerlo pero me apunto a lo que sea. -ambos nos reímos.

La puerta de la habitación se volvió a abrir, Dakota tenía una expresión perpleja y algo asustada.

-¿Qué pasa? -pregunté extrañado, debería de estar contenta ya que lo habíamos solucionado.

-Fuera hay varios coches, no dejan de mirar hacia las ventanas. -fruncí el ceño y me acerqué hacia la ventana. Para mi mala suerte reconocí los coches.

-JODER. -perdí la paciencia ya que estábamos metidos en problemas.

-¿Quiénes son Baco? -me miró preocupada.

-Son los rusos, no sé cómo nos han encontrado. El jefe dijo que ya podíamos regresar con normalidad. Nos la han jugado. -cogí el teléfono y mandé un mensaje al jefe.

-Baco tenemos que irnos. Si nos quedamos aquí nos cojeran. -intenté pensar con claridad pero de un momento a otro entrarían. Tienen todas las salidas cubiertas sería imposible salir sin luchar, aún así son demasiados como para poder vencerlos a todos. Somos tres contra más de diez.

-Lo único que nos queda es cooperar. -intenté pensar de una forma lógica. Me acerqué a Dakota que parecía estar muy asustada y la abracé. La estrujé contra mi pecho y le susurré al oído- Confía en mí niñita.

Me separé de ella tras darle un beso en la frente y proseguí hablando.

-Cameron no saben que estás despierto y Dakota no tiene por qué estar aquí. Quiero que os escondáis en mi cuarto. Cam tú ya sabes donde. Si os apretáis cabéis. Yo bajaré en modo de rendición y me entregaré, no me harán daño. -miré a los ojos de mi mejor amigo que asintió convencido, luego me giré para mirar a Dakota pero esta como era de esperar se negó rotundamente.

-Si piensas que te voy a dejar solo la llevas clara. Tú y yo vamos a ir juntos. Mi hermano se quedará, aún está muy débil después del coma. Iremos los dos juntos y no hay más que hablar. -me acerqué a Dakota de nuevo y la cogí por los hombros para que me mirara.

-Deja de decir estupideces. Ambos sabemos que es mejor que os salvéis los dos a que nos arriesguemos juntos. No voy  jugármela Dakota, no sé de qué son capaces. Cuida de tu hermano, yo sé cuidarme solo. -dije algo más firme.

-Sabes que no me vas a convencer Baco. Los dos hemos llegado hasta aquí juntos así que los dos saldremos de esta juntos. -apartó mis manos de sus hombros- Cameron escóndete ahora, no van a tardar en entrar.

-¿Yo no tengo ni voz ni voto? -preguntó su hermano enfadado- Si vais los dos voy yo también.

Se escuchó el sonido de la puerta de abajo al abrirse, o se escondían ya o no habría nada que hacer. Los pasos nos avisaban de que estaban registrando la parte de abajo de la casa.

-Dakota por favor, vete con tu hermano. -entrelazó nuestras manos para después darme un corto beso en los labios. Ya no tenía miedo y estaba dispuesta a hacer lo que sea con tal de no dejarme solo. Realmente me ama.

-Tarde. -pudimos escuchar como subían cada uno de los escalones hasta llegar a la primera puerta que era esta.

Automáticamente coloqué a Dakota detrás de mí. Cameron se colocó a mi lado y ambos suspiramos para poder sacar el valor necesario para enfrentarnos a lo que se avecinaba. La puerta se abrió. Los dos levantamos las manos a modo de rendición cosa que parecieron entender ya que no dispararon. El que pareció ser el cabeza de toda aquella operación apareció frente a nosotros fumando un cigarro.

-Vaya, y vosotros que pensábais que podríais robarnos la mercancía sin que tuviera consecuencias. -habló con su típico acento ruso- No os preocupéis, no solemos hacerle nada a los cabezas de turcos, solo queremos lo que es nuestro. ¿Dónde está la sede?

-No podemos decirlo. -dije serio, sabía que nos torturarían si no se lo decíamos pero quizá eso era mejor que las represalias que tomaría la sede contra nosotros tres si lo contábamos.

-Qué pena, espero que sepáis que nadie vendrá a salvaros. -hizo un gesto con el dedo para que nos agarraran.

-Iremos, no hace falta que sea a la fuerza. -hizo caso omiso de mis palabras y nos agarraron a cada uno uno de sus hombres de malas formas. Dakota se quejaba del agarre e intentaba liberarse pero eso solo hacía que el tipo que la sujetaba la mirara con más deseo. Tensé mi mandíbula sabiendo que ese imbécil estaba desnudando a mi chica con la mirada. En cambio me mantuve callado. No quería que supieran que era mi debilidad.