8. EL BESO

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  Estoy tumbada en el sofá y mis ojos se cierran solos, aunque intento no dormirme para la terminar la peli que estoy viendo. Mi hermano no ha aparecido en todo el día y Baco se fue nada más terminar de hablar. Hoy no he salido porque mañana tengo instituto y tengo que descansar. A penas he mirado el móvil en todo el día, tampoco me suele hablar nadie.
Casi vencen mis ojos cuando escucho un portazo proveniente de la entrada. Me levanto de un salto y miro hacia la puerta. Por el pasillo aparece Baco, se tambalea de un lado a otro y sin mirarme siquiera intenta subir las escaleras. Se escucha un gran golpe haciendo que me acerque a las escaleras. Lo veo en el suelo intentando levantarse.

-¿Baco estás bien? -me acerco a él e intento ayudarlo pero me aparta de su lado bruscamente.

-Te dije que no me volvieras a dirigir la palabra -me grita enfadado, parece estar ebrio.

-Estás mal y necesitas mi ayuda porque mi hermano no está, así que acéptala sin quejarte. -intento que entre en razón.

-¿Piensas que es la primera vez que me pasa esto? -se levanta como puede e intenta seguir su camino.

-JODER PERO QUE MÁS TE DA. ESTOY INTENTANDO SER BUENA CONTIGO Y NO HACES MÁS QUE SER CRUEL ERES UN IMBÉCIL Y UN NIÑO INMADURO. -vuelve su mirada hacia mí y le reto firmemente con la mirada ya que mi enfado sobrepasa mi timidez.

-Vete a dormir niña. -sigue subiendo ignorando mis palabras y eso me pone muy nerviosa.

  Lo sigo y una vez que llegamos arriba me pongo frente a él, ante ese acto él pone los ojos en blanco.

-No pienso quitarme hasta que me des las verdaderas razones del por qué no quieres estar cerca de mí- cruzo mis brazos en señal de autoridad pero eso a él le da igual.

-Niña te conozco de 4 días contados y solo me has traído problemas y pérdidas de tiempo, solo estás en mi casa por tu hermano no porque quiera ayudarte. Deja de intentar pensar que todo esto tiene un motivo. Me caes mal, odio a los niños pequeños y tú te pareces a ellos. Así que déjame pasar y olvídate de mi existencia por favor. -da un paso hacia delante pero yo le corto el paso.

-No me lo creo. -suspira muy cabreado. Agarra mis hombros y con algo de torpeza me pega a la pared con fuerza. Me mira a los ojos y puedo ver en ellos ira.

-Te he dicho que me olvides de una puta vez y que dejes de buscarle explicación a todo joder. -está muy cerca de mí y me quedo impresionada por la dureza de sus palabras.

-No me da la gana Baco, no vas a hacerme daño porque respetas demasiado a mi hermano. Así que no me das ni pizca de miedo. Vivimos juntos te guste o no así que aprende a convivir conmigo porque… -no puedo terminar la frase cuando estampa sus labios contra los míos.

  La impresión y el contacto de sus labios con los míos hace que una mezcla de sentimientos se entremezclen en mi estómago. Por un momento se me olvida respirar, el mueve sus labios sobre los míos con pesadez aunque yo no soy capaz de reaccionar durante unos segundos. Después instintivamente sigo ese beso que sé que me traerá muchos problemas. El saber que eso que estoy haciendo ahora mismo, que el tacto de su piel es peligroso y algo que para mí debería de estar prohibido hace que la adrenalina surja en mí. Poso mis manos en su pecho mientras él agarra mi cara entre sus manos para no darme opción a separarme. Estoy atrapada entre su cuerpo y la pared y no me disgusta. Sus labios saben a alcohol al igual que su lengua que poco después se introduce en mi boca intensificando más el beso. Al poco se convierte en un beso húmedo y excitante. Después de ese desesperado beso se separa de mis labios. Mira mis ojos como si buscara algo pero rápidamente se da cuenta de lo que acaba de hacer. Se separa de mí de una forma brusca y violenta y pone sus manos entre su pelo.

-JODER. -le pega un puñetazo a la pared haciendo que me asuste.

-Baco, cálmate. -intento calmarlo pero veo que es casi imposible.

-¿QUÉ ME CALME? -se ríe de forma irónica- SI TU HERMANO SE ENTERA ME QUEDO SIN EL ÚNICO PUTO AMIGO QUE TENÍA. ASÍ QUE NO ME PIDAS QUE ME CALME JODER.

-¿Por qué tiene que enterarse mi hermano? Ha sido un beso de nada que no ha tenido significado para ninguno de los dos así que haremos como que no ha pasado y ya está. Deja de hacer una montaña de un grano de arena. -está quieto mirándome serio, su mandíbula está apretada e hiperventila- Cálmate, ¿vale?

  Me acerco a él con cuidado, la adrenalina del momento ha despejado su mente y ya no parece estar muy borracho.

-Aléjate de mí Dakota. -es la primera vez que me llama por mi nombre y eso hace que me estremezca- Vete a dormir y no vuelvas a hablarme mientras no sea necesario.

  Hago una mueca algo decepcionada y voy hasta mi habitación. Me tumbo en mi cama pero un hormigueo no cesa en mis labios. Aún es como si pudiera sentirlo, nunca antes había tenido esa sensación de adrenalina, pasión y lujuria al mismo tiempo. Tapo mi cara con un cojín y grito para desahogarme.

•[SIEMPRE mientras ESTÉ]• (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora